Nuestra eternidad ❘Jasper Hale❘

Capítulo 7

— Emmett — La rubia llama a su pareja y entre los dos me sacan de manera disimulada del instituto.

— A cazar — El pelinegro comenta dejándome libre.

Cómo puedo me recompongo y camino despacio hasta el bosque que tenemos al lado de la escuela, me percato de que los otros vampiros están conmigo y los tres corremos a velocidad sobrenatural por toda la vegetación, debo cazar si no quiero matar a nadie.

Corro y corro hasta que el ruido de un ciervo llama mi atención, me giro y sin pensarlo dos veces corro en aquella dirección, al ver al ciervo me escondo detrás de un árbol y me encuentro en el de al lado a la pareja que me mira con satisfacción, nunca me han visto cazar, mi poco autocontrol vuelve a perderse y salto sobre el animal dejándolo debajo de mí.

Yo le entierro los dientes en su cuello perforando la carótida arrebatándole la vida y el líquido rojo pasa por mis labios saciando mi sed, mi garganta comienza a calmarse y solamente el sabor de aquella espesa sangre logra que vuelva a tener mi autocontrol, levanto la mirada al finalizar hallando a Rosalie y Emmett de pie abrazados mientras me miran, a su lado está Edward.

— ¿No deberías estar con Bella? — Comento levantándome de mi lugar un poco mareada, siempre me pasa después de beber, es como una droga.

— Ella está almorzando, tú me necesitas ahora — Comenta mientras se acerca a mí y me toma del brazo para que no me tambalee.

— Lo malo de tener mi parte mortal es que es como una droga — Digo divertida recomponiéndome.

Con mi dedo índice limpio el hilo de sangre que sale de mis labios, lo siento por lo que cuando está limpio Rosalie se acerca y sigue limpiando.

— Tienes sangre seca — Rosalie comenta mientras sigue limpiando.

— Creo que quiero ir a la casa ¿Me pueden llevar? — Emmett asiente.

— Yo la llevo, ustedes vuelvan.

Los demás se van y Emmett me ayuda a ir a la casa entre el bosque, él me carga ya que me encuentro un poco cansada y mientras hablamos de las cosas del instituto, de que cada diez años se vuelve a casar con Rosalie, ellos dos se conocieron porque a él lo atacó un oso y ella le salvó la vida, que tierna historia.

Al llegar me encuentro con Carlisle y Esme, ellos dos me miran con preocupación, pero yo solo les sonrío con delicadeza.

— ¿Qué pasó Cass? — Carlisle comenta mientras que me bajo de los brazos de Emmett.

— Perdí el control o en realidad casi porque no lo hice frente a las personas — Comento y ambos me miran confundidos.

— Vio mucha sangre y como no caza hace una semana perdió el control, pero la sacamos antes de que ataque o que la vean — Emmett comenta y yo sonrío con inocencia.

— ¿Aún tienes hambre? — Esme me mira con una ternura.

— Un poco.

— Ven vamos — Ella me toma de la mano y nos encaminamos a la cocina.

A los segundos llega Carlisle con Emmett y veo como tiene una bolsa con sangre en las manos, mi control es mayor que el de antes, pero igual quiero morder la bolsa, Carlisle se da cuenta de eso y la abre vertiéndola en un vaso y me la tiende, yo con un poco de tranquilidad la bebo sin problema.

— Gracias — Comento entre sorbo y sorbo.

— ¿Cuánto dura tu autocontrol? — El rubio mayor me pregunta.

— Una semana — Comento y Emmett a mi lado mira con cariño mi vaso — Aleja tus sucias garras de esto — Le comento tomando la sangre.

— Un poquito.

— Caza tu propia comida — Le digo de manera de reproche.

— ¿Qué hicieron con el animal? — Esme comenta y yo abro los ojos mirando al pelinegro a mi lado.

— Me encargo.

Veo cómo se va corriendo dejándonos solos, yo me quedo con los dos jefes del clan Cullen que miran atentos a que termine el vaso, cuando lo hago Esme lo lava y yo me quedo sentada en mi taburete.

— ¿Estás mareada? — El rubio pregunta.

— Sí, pero ya se va a pasar.

El jefe del clan se va dejándonos solas cuando se asegura que estoy bien, Esme por su parte va a leer un libro a la biblioteca dejándome sola en la cocina, yo subo y voy a mi cuarto, pero en las escaleras me encuentro con el cuadro de los birretes de graduación, una sonrisa aparece en mi rostro, me he graduado ocho veces y también lo tengo en un cuadro, está será la novena vez y espero que la última, más que nada cuando se trata de hablar de la guerra civil española.

Mi primera graduación me acuerdo que fue en casa con mis profesores que eran mis tíos como la última vez ya que debía "reforzar" lo visto, pero luego todas las veces siempre era lo mismo, más que nada cuando se trata de la clase de educación física, siempre fingí estar enferma entre los humanos.

Sigo caminando y me encuentro con un cuadro con los Volturi, los gobernantes de los inmortales, ellos no son tan reconocidos por ser almas piadosas, de hecho, son todo lo contrario, solo perdonan a una persona cuando saben que ese alguien tiene un don que puede aportar a su ejército, buscan el poder y la victoria, pero no me perdonarían mi vida, por ser una abominación.

— No eres la abominación, ellos son la plaga — Escucho una voz desde el pie de la escalera y me encuentro con Edward mirándome.

— Pero tienen el control, yo estoy lejos de eso, demasiado.

— Puede que sea cierto, pero tienes algo que ellos no.

— ¿Qué cosa?

— Gente que de verdad te quiere, tus padres, tías y tíos, a nosotros y a Jasper — Con el último nombre yo sonrío un poco, es algo tierno que de cierta manera diga que me quiere, pero no sale de sus labios, sino que de los de su hermano.

— No sé si Jasper me quiera — Comento bajando la mirada.

— Nunca lo sabrás si no se arriesgan, yo apuesto a que sí — Ambos nos dedicamos una sonrisa cómplice, nos sentamos en los escalones mirando por el vidrio.

— ¿Qué ha pasado con Bella?

— La llevé a su casa y pensaba invitarla a que venga mañana a conocer a la familia — Me comenta y yo le sonrío con alegría.

— ¿Y por qué no a que se quede a comer? — Le pregunto y él niega.

— Es más fácil de atacar.

— Yo como y no me atacan.

— Pero tú tienes una parte inmortal — Una risa sale de nuestros labios.

— Que venga mañana, dile a los demás — Él me deja un beso en la coronilla y se va.

Creo que después de todo soy una Cupido, mi amigo por lo menos tendrá a la chica que quiere y espero que no salga espantada por todo lo que somos y más yo después de hoy que casi pierdo el control por completo.