- ¿Si, JungKookie? -murmuró suavemente el rubio, haciendo que el alfa lo mirara automáticamente con una sonrisa y ojos brillantes-. ¿Te gusta?

- Me encanta... -se acercó el alfa, lamiendo sus labios al ver los muslos del omega desnudos. Antes de acercarse por completo, recorrió lentamente al rubio, apreciando desde los pequeños pies desnudos, subiendo por las piernas gruesas pero no demasiado, hasta sus muslos cruzados y el torso cubierto por unas de sus camisas, la cual estaba con botones desabotonados, mostrando las clavículas y cuello del omega siendo decorado por el collar que le había regalado en Japón-. Aunque me gusta más esta sorpresa. -murmuró con voz ronca pegándose al costado del omega para poder besarlo suavemente-. ¿Acaso dormiremos en la sala?

- ¿Quién dijo algo sobre dormir? -susurró coqueto rodeando el cuello del hombre, acomodándolo en medio de sus piernas-. ¿Vino? -preguntó divertido al ver al alfa distraído acariciando desde el borde de la camisa hacia el resto de sus piernas-.

- ¿Eh? Claro -aceptó al notar qué se le había preguntado-.

- ¿Qué tal estuvo la reunión? -preguntó el rubio luego de dejar su copa a un lado, comenzando a sacar lentamente la corbata del pelinegro, para luego ir desabrochando la camisa con la misma lentitud, distrayendo al alfa con su aroma y movimientos-.

- Estuvo... Agotadora -respondió sobre los labios que se habían acercado peligrosamente a los suyos, labios que lo esquivaron cuando intentó besarlos, haciéndolo gruñir-. ¿Y tu día? Odio no poder comer contigo...

- Pues... bastante bien. -respondió el omega arrastrando las yemas de sus dedos por los anchos hombros, retirando la molesta prenda, sonriendo por el gruñido del alfa al haberle golpeado las manos cuando este había querido tocar por debajo de la camisa-. ¿Supiste lo de Tae y YoonGi?

- JiMin~ -gruñó el alfa, al sentir como su pareja acariciaba su abdomen suavemente mientras le hablaba de cosas que no eran su prioridad-.

- ¿Sí, amor? -murmuró inocente dejando suaves besos y lamidas en el cuello y mandíbula del alfa mientras bajaba sus dedos para acariciar el bulto en los pantalones-.

- Me vas a matar~ -gruñó apretando la piel bajo sus manos, subiendo estas para solo volver a ser golpeado-. Eres un demonio~

- ¿Tienes hambre, cariño? -Jimin mordía sus labios para aguantar la risa y llamar la atención del mayor a esa zona en especifico-.

- No de comida... -murmuró contenido, suspirando cuando los dedos se paseaban juguetonamente por el borde de sus pantalones-. Minnie, te lo advierto... Si va a seguir jugando, te voy a dejar sin poder sentarte por una semana...

- Mmm -JiMin rozó sus labios hechos puchero contra los del mayor-. ¿Y qué estas esperando?

El alfa no necesitó que se lo dijera dos veces cuando ya había tomado la mandíbula del rubio y devoró los abultados labios a su antojo, recibiendo los gemidos de JiMin cuando logró meter su mano bajo la prenda que portaba el rubio, gruñendo al notar que solo llevaba eso.

JiMin jadeó cuando la mano en su mandíbula lo obligó a levantar la cabeza para tener acceso a su cuello, JungKook apretó el trasero de su novio al tiempo que lo pegaba por completo a su erección.

El alfa había descubierto que con JiMin era todo lo que nunca fue con sus anteriores parejas. Era dominante y agresivo, amaba marcarlo con su manos y boca, sabiendo que el omega también lo amaba. A pesar de que a veces los dos empezaban de forma tierna, la ternura rápidamente era ganada por la pasión y deseo que sentían por el otro. Razón por la cual siempre terminaban siendo un desastre de sudor y fluido.

|𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨| 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora