— ¿Entonces? —Preguntó mi madre ahora más asustada.

La doctora abrió la pequeña carpeta en donde venían los resultados de una de mis radiografías.

— Señora T/A. — Continuó la doctora— En uno de los últimos días que su hija estuvo en el hospital, le hicimos unas radiografías a su cerebro. —Decía mientras veía algunas imágenes, sin embargo, luego ella hizo una mueca de asombro, disgusto, tristeza... Quizá...

Ví a mi mamá, algo confundida. Ella tomó mi mano, parecía... Asustada.

— ¿Y...?

— Y... Resulta que... —La doctora comenzó a estallar en lágrimas— T-tuvimos un problema, como le dije antes... Los resultados tardaron más de lo esperado... Y... Lo que pasa es que hay una probabilidad de que ella se ponga peor... —Ella secó sus lágrimas.

— ¡¿Q-qué?! ¡¿Qué es lo que pasa?! —Mi madre tomó mi mano aún más fuerte que antes.

— Hay algo en el cerebro de T/N... Algo que puede causarle... La muerte...

— ¡Mierda! —Gritó mi mamá— ¡¿Y qué demonios estuvieron haciendo?! ¡Perdieron el maldito tiempo!

— M-mamá, c-cálmate... —Dije, igual de asustada que ella.

— ¡MALDITA SEA! —Mi mamá golpeó la mesa.

— Señora T/A, su hija ha mostrado una mejoría absoluta, no la hubiéramos dejado salir del hospital si no fuera por esa extraña mejoría. Ahora que tenemos esa información podemos ayudarla. Además, de momento, no es nada mortal.

— ¿Y qué si mi hija moría por su maldita incompetencia?

— No permitiremos eso, señora T/A. Lo sentimos tanto.

La doctora hizo una reverencia hacia nosotras.

— De todo el hospital, lo siento.

Mi mamá suspiró y volvió a sentarse.

— Sólo nos quedamos aquí por petición de mi hija. —La miró amenazante— ¿Qué hacemos para que sane?

— Empezará a tomar medicamentos más fuertes si sus síntomas empeoran. Por ahora, sólo tomará estos en las mañanas y tardes.

Mierda... Todo va de mal en peor...

¿Y qué serían peores síntomas?

— Ese algo en el cerebro de T/N-chan puede llegar a afectar todo su cuerpo, no sólo su cabeza. Podría empezar a experimentar dolor en las articulaciones, pulmones, dificultades para respirar, debilidad, la sensibilidad a la luz podría empeorar.

— Maldita sea...—Dije mientras mi mamá me empujaba ligeramente por la grosería.

Tobio, espero que te hayas ido... Por favor, que no hayas escuchado esto...

El hospital pagará la estadía de su hija en el hospital en caso de que empeore... Lo sentimos mucho por los inconvenientes... —Dijo la doctora, mucho más avergonzada que antes.

Mi mamá suspiró y tomó mi mano, ahora más delicadamente. Nos levantamos y salimos de la habitación.

Yo estaba más preocupada de que Tobio hubiera escuchado todo eso, Shōyō piensa que estoy mucho mejor y ahora esto... ¡Mierda!

El balón y La Historia [Kageyama Tobio x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora