🗡️ 34. Retumbar

Comenzar desde el principio
                                    

– Los perseguidores se fueron, Levi...

[Shiganshina]

– ¡Escuchen todos! –gritó Pixis.– ¡Hay una cantidad limitada de equipos de maniobras tridimensional! ¡Aquellos que no tienen la banda negra, equípense primero! ¡Para los bebedores que caímos en el plan del enemigo, síganme! ¡Vamos al frente y encaremos a los invasores!

– ¡Entendido! –gritaron todos abajo.


Mikasa, Armin, Jean y Connie fueron a prepararse, junto a los demás que no habían bebido nada. Los cuatro tomaron lanzas relámpago y salieron a la terraza, encontrándose con Yelena; hablaron con ella y saltaron, para pelear.


Mientras tanto, el resto que sí bebieron tomaron armas y siguieron a Pixis fuera de edificio. Pelearían con los militares marleyenses desde el suelo.


Tn y Dok corrían, con Flaco junto a ellos. Los demás policías iban tras ellos.

– ¡Oh! –se detuvo.

Ambos se detuvieron y lo miraron.

– ¡Es un mar de fuego!

– ¡No hay donde escapar!

– ¡¿Qué están haciendo?! ¡Peleen! –ordenó el Comandante.

– ¿Qué sucede, Falco? –preguntó la asiática, mirándolo.

Ella y su Comandante observaron hacia donde el menor miraba, viendo a un soldado marleyense que se ocultó rápidamente tras la pared.

– Es mi hermano mayor.

– Ya veo –lo tomó de la chaqueta y miró a los demás.– ¡Retendré a este prisionero por mi cuenta! –miró a la castaña.– Vamos, Ohara.

– Sí, señor.

Ambos se dirigieron hacia aquel lugar en donde vieron al guerrero de Marley, viéndolo forcejear con una niña, quien intentaba quitarle el rifle. Colt y Gabi los miraron con sorpresa. Dok colocó una mano en el hombro del niño, mirándolo.

– Este no es un lugar para niños. Vuelve a casa.

– Ten cuidado en el camino.

Falco se acercó a su hermano, y los tres comenzaron a correr; giró un poco, sin detenerse.

– ¡Señor Nile, señora Tn! ¡Gracias! –agradeció, saludando con una mano.


Tn y Dok movieron una mano en el aire, saludándolo, y giraron para irse.


Marsella corría por los tejados, con el equipo de maniobras puesto.

– ¡Tn! –llamó. 

Chasqueó la lengua, frustrada. Había perdido a su amiga tras que Pixis diera las órdenes, pues ella tuvo que ir por el equipo de maniobras y la asiática se quedó con el Comandante de la Policía.

– Maldición, ¿Dónde...? 

Exclamó sorpresa al verla por fin, deteniéndose. Saltó del tejado y corrió hacia ella.

– ¡Tn!

Tn y Dok se detuvieron y giraron, viendo a aquella mujer.

– ¡Al fin te encontré! –se detuvo, agotada.– Te buscaba.

– ¿Qué quieres?

– Zeke está aquí, está peleando con el Carguero. Eren pelea con el Acorazado. En cualquier momento podría gritar y...transformarlos en titán. ¡Debes irte!

Freedom 🗡️ Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora