Dama de un vampiro ✓

Capítulo 53

Playlist de DAMA DE UN VAMPIRO número 58 (Midnight Sun - Brand X Music)

Sentirse pequeño...

Gran Señor Robny

Jamás me he sentido satisfecho, siempre me he sentido incapaz de hacer algo por completo y bien, siempre me han considerado como alguien malo, tan malo como para ser un vampiro.

Todo el tiempo me decían:

"No eres fuerte"

"No eres un pura sangre"

"Maldito el día que te tuvimos"

"No eres digno Robny"

En su momento me quedé en silencio por mucho tiempo, pero al pasar los años, supe que mi incompetencia era por ellos, por los que me señalaban a tal punto que me creía sus palabras.

Mi madre y hermanos...

No me duele haberlos mandando a su propia muerte, al contrario, eso me hizo fuerte, ellos fueron ese escalón que me ayudó a ser lo que soy ahora.

¿Todo el mundo me odia?

Pues si, en su mayoría me odian.

¿Me siento satisfecho?

No.

No todavía.

¿Qué me hace falta?

Gobernar todo el mundo, ser odiado por todos.

Por eso quiero la unión del Príncipe Francisco y su hermano Fredom.

Ambos tienen un lugar repleto de humanos que me sirven y juntos haremos que la esclavitud sea grande.

Pero ellos ya no forman parte de mi plan, me han atacado y han huido.

Mi furia incrementa cada vez que lo recuerdo.

Han pasado horas desde que Airen llegó histérica y con sangre en todo el cuerpo.

Venia sin ojos y los dientes por fuera, gritando como una loca.

—¡Los hermanos Elordi son traidores!—

—¡Y el clan de Dereck estaba en la mansión, me dejaron viva para que te avisara que la guerra está por comenzar, que nos preparemos!—

Tengo tanto odio y ganas de matar.

Odio a los Elordi, al clan de los de la Oposición, a su líder, Dereck y a mi gente incompetente, a Airen por no defenderse mejor siendo un purasangre más antigua.

Ella parece estar igual, odiando a todos, por lo que su sed ha incrementado.

—Deberías de darme sangre blanca, los esclavos son una repugnancia— escupe mientras se recuesta en el ventanal de mi castillo —creo que esto de tener esclavos de sangre blanca no está ayudándonos, debemos de apoderarnos de todo el mundo sin piedad—

La veo con odio. —Cállate— demando haciendo que se exalte sintiendo mi enojo —de todos aquí eres a la que menos quiero escuchar—.

Volteo caminando hacia un lado, tiene razón, ya di mucha piedad y el que solo me apodere de Ensville no da frutos.

Estoy siendo un incompetente...

Me muerdo la lengua, no voy a admitirlo ni para mi mismo.

La puerta se abre y veo a un mensajero de Efrain, espero que este si me tenga noticias.

El individuo se inclina.

—Gran Señor— saluda.

—Habla— demando desesperado.