- Jefe... mire -señaló en su dirección, este volteo, era Batsuma, definitivamente valió queso

- Sólo es un tigre, no es la gran cosa -le lanzó un kunai que dio directo en la frente del "animal", miro lo que alcanzaba del mango, lo tomo y jalo de el, le dolió pero ya se acostumbró en cierta manera, la herida enseguida se regenero

- Tal parece no ser un tigre normal -la examinó a profundidad, los ojos de aquella bestia le decían una sola cosa

PELIGRO

Muchos Uchiha saltaron de entre los árboles, ella se escondió en la copa de unos que estaban cerca y comenzó por las posiciones de manos que le había enseñado su madre

- Saisei: Sen no tsume no noroi "(Regeneración: maldición de las mil garras)" -toco el piso, lo que sería la rama donde estaba apoyada, y de allí salió un par de manos en diamante opaco, de las yemas de sus dedos unos lazos o cuerdas invisibles al ojo humano, excepto para Seika, se engancharon en los cuerpos de los Uchiha's

Ahora sus heridas serían curadas de manera instantánea, vio por el rabillo del ojo a un niño de pelo bicolor. Lo reconoció al instante, era Itama Senju, quien moriría en un par de minutos si no hacia algo.

- Veré si puedo salvarlo -Seika dejo su lugar y fue tras él, una vez hecha la técnica no podía deshacerse, así que podía estar tranquila

Siguió al niño y lo vio rodeado por cinco Uchiha, camino de manera lenta, sus ojos brillaban en la oscuridad y eran bastante llamativos, su figura poco a poco se notaba entre la oscuridad del bosque, los que estaban allí notaron su presencia

- ¿Qué se supone que haces aquí niña? -pregunto uno de su escuadrón

- Me llamo la atención ese chakra tan delicioso, me dio hambre -miro al niño que no paraba de temblar como Chihuahua recién bañado

- Tu y tus instintos animales -rodó los ojos uno de ellos

- Necesito conservar mi humanidad de alguna forma -se encogió de hombros y miro los ojos bicolor del niño- Y el es mi presa perfecta -se relamio los labios con un brillo inexplicable en sus ojos, el pobre niño tembló aún más

- No te demores tanto, necesitamos a la sanadora, vámonos muchachos -saltaron en dirección a los árboles, ella ensancho más su sonrisa si es que podía, meneo de un lado a otro la lanza que tenía en manos lista para atacar

- Listo ya se fueron -Seika suspiró aliviada acariciando sus mejillas, ese fue un cambio abrupto de personalidad- No vuelvo a sonreír así, es doloroso -hizo una mueca de cansancio

- ¿Quién eres tu? -pregunto el bicolor con miedo sin perder su postura de ataque apretando fuerte el mango de su katana

- ¿Yo? -sonrió- Soy Uchiha Seika, a sus servicios -realizó una reverencia como las princesas de Disney

- ¡Alejate o te mató! -grito el pequeño Senju

- Por la forma en que sostienes tu katana no parece que puedas hacerlo -Seika lo miro con un toque de burla- Pero no lo voy a negar yo también tengo miedo -admitió tocando su pecho

- ¿Primera vez? -pregunto tomando un poco de confianza

- Seh

- ¿No se supone que deberías matarme? -guardo la katana en su funda y le miro con cautela

- ¿Debo hacerlo? Sólo estoy matando el tiempo aquí, además acabo de salvarte la vida, se dice gracias malagradecido -Seika lo miro con reproche, el bicolor no lo iba a admitir pero había algo que le inspiraba a confiar en ella

EN TUS MANOS 《NARUTO》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora