CAPÍTULO 1

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Alanna Stark POV, 5 años

Año: 2000

Lugar: ???

Todo comienza en un lugar frío, horrible y donde no tenía ningún buen recuerdo.

-Pinchadle la sustancia. - Dijo el señor enmascarado.

-Señor, la podría matar. ¿Está usted... - pude oír el sonido de asfixia del "doctor".
El ser enmascarado lo estaba ahogando con sus poderes.

-Hazlo. - dijo frío.

Comencé a gritar, no quería volver a pasar por ese infierno. Ya estaba más o menos acostumbrada, todos los días de mi vida era lo mismo.

Me levantaba, me quedaba en mi oscura habitación hasta que venían a por mí. Me entrenaban, me daban de comer (comida horrible, por cierto) e iba a el "laboratorio" con el doctor calvo y el tipo enmascarado.

El señor de la máscara era muy malo conmigo. Me torturaba, me hacía daño para que utilizase mis poderes... Pero dolían, dolían mucho.

A veces, algunos "sirvientes" del señor enmascarado jugaban conmigo a su juego. Me iban quitando la ropa y me hacían cosquillas, pero a mí no me gustaba. Al final el juego acababa doliendo, pero ellos me decían que si se lo contaba a alguien me matarían.

Un día normal, como todos los demás, estaba en el laboratorio con el calvo y el amargado de la máscara.

-Señor, la sustancia ya debe haber hecho efecto. Además, si sumamos sus habilidades anteriores, debe ser aún más eficiente de lo previsto.

-Bien, prueben con ella. - dijo el señor de la máscara.

-Alanna, ¿Podrías mover esas cajas de ahí? - cerré mis ojos y las moví con la mente sin esfuerzo. - Bien. Ahora, ¿podrías romper aquella ventana?

-No quiero, estoy cansada. - dije sin aliento.

-Niña, mueve las cajas, ahora. - dijo el enmascarado.

-No quiero.

-¡HAZLO! - Gritó.

En ese momento, mi ira era suficiente como para romper todos los cristales de aquella base. Caí de rodillas al suelo, gritando y dejando mis poderes fluir.

Sin haberme dado cuenta, el doctor y el enmascarado estaban siendo asfixiados por mi. Cuando abrí mis ojos y vi lo que había hecho, me sentí mal y satisfecha a la vez.

-Señor, es más peligrosa de lo que debía ser.

-Eso es lo que pretendía. - dijo el señor malo.

...

Me había dado cuenta de lo que era capaz, era mi momento de aprovechar mis habilidades.

Sí, ese mismo día destrocé aquella base. Las llamas arrasaban con el lugar, saliendo de las ventanas, y acabando con la vida de todo el que trabajará allí.

"Por fin podré ser libre"

O eso pensaba.

...

Llegué a Terra, había cogido una cápsula de escape y había huido de allí para no cocinarme viva por el fuego. Estaba desorientada, era una niña pequeña sin lugar a dónde ir.

¿Y qué pasa ahora? Pues que Alanna tiene la mayor suerte del mundo, y es capturada por Hydra.

Ya había tenido suficiente con un infierno, y cuando por fin consigo salir de él, me meto de cabeza en otro.

Allí volvieron a experimentar conmigo, me inyectaron más sueros. Ahora era súper fuerte.

Conocí a varias personas que podía considerar amigos.

Cuando llegue, compartí celda con un chico joven pero bastante mayor que yo, tenía el pelo largo y ojos azules. Su expresión bastante cansada y parecía estar muy triste.

-Hola. -dije intentando sacar tema de conversación. Él me miró y me examinó de arriba a abajo.

-¿Qué haces tú aquí?

-Experimentan conmigo. ¿Y tú?

-Lo mismo que tú. - respondió el chico. -¿Cómo te llamas?

-Bucky.

-Yo soy Alanna, un placer.

...

Pasó un tiempo y Bucky cada vez me caía mejor. Era un poco amargado, pero en el fondo era buena persona. A veces, me daba mucho miedo porque lo convertían en el hombre malo, y era horrible. Cuando era el supersoldado malo, no se acordaba de mi.

Hubo un día que trataron de convertirme a mí también en uno de esos "supersoldados". Sorprendentemente, no pudieron. Maté a una gran cantidad de trabajadores con mis poderes, pero después me castigaron y me hicieron mucho daño. Desde ese momento, deje de vivir con Bucky. Me puse muy triste ya que era mi único amigo y no quería separarme de él.

Me instalaron en otra celda, una mucho más aislada y protegida. Pensaba que iba a estar sola, pero allí conocí a otra chica como yo, un par de años más mayor. También parecía muy triste, estaba en una esquina agazapada, con ojeras y algo desnutrida. Cuando me vio, se sorprendió.

-¿Quién eres tú? - pregunto la chica de cabello pelirrojo.

-Me llamo Alanna, ¿Y tú? - la chica sonrió ante mi alegre actitud.

-Soy Wanda. - dijo con una pequeña sonrisa.

Me senté junto a ella, y desde aquel momento, supe que ella sería una gran amiga.

...

20/02/2003 - Sokovia

Alanna's POV - 8 años.

Era un día aburrido, como todos los demás. Estaba con Wanda en la celda, hablando. De repente, una gran explosión inundó el lugar.

-¿Qué es eso? - preguntó Wanda.

-Algo bueno desde luego que no. Tenemos que salir de aquí.

-¿Cómo?

-Juntas.

Me concentré como no lo había hecho en mi vida. Nunca me habían entrenado, así que confíe en mí misma y con mi mente y unos minutos de paciencia, conseguí forzar la puerta (con ayuda de Wanda). ¿Por qué no se me ha ocurrido esto antes?

-Saca a Pietro, yo despisto a los guardias. Por fin podremos salir de aquí. - le dije a Wanda con una sonrisa.

Tras recoger a Pietro y escapar por los pasillos, llegamos al hangar principal. Allí estaban los generales de Hydra y varios soldados, entre ellos Bucky. Uno de los generales nos vio y empezó a hablar en ruso.

Cogerlos, no dejéis que escapen!

En ese momento, Wanda, Pietro y yo, comenzamos a correr como nunca.

Pillaron a Wanda, ella no tenía ningún suero de supersoldado, y no podía correr tanto como yo y Pietro. Le inyectaron algo en el cuello, y cayó dormida.

Pietro y yo fuimos a por ella, pero Pietro llegó antes ya que era más rápido. Cuando fue a coger a su hermana, también le inyectaron aquel líquido, y se desplomó inconsciente en el suelo.

-¡NOOOOO! - Dije comenzando a llorar. No podía hacer nada, solo huir.

Empecé a correr lo máximo que pude, salí de la base. Cuando pensaba que era libre, mire hacia atrás.

Bucky

Me estaba persiguiendo.

-Lo siento Buck... - Con mis poderes, lo mandé lejos y seguí corriendo.

Llegó un momento que no podía más. Caí rendida al suelo, estaba agotada. Probablemente me encontrarían.

Sería el final para mí, me matarían por escapar.

Pero... ¿Y si no me encuentran ellos?

LEGACY - ALANNA STARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora