Una vida juntos || +18 🔥

| UNO |

Levi se acurruca a mi lado en el sofá mientras miramos a Connor jugar sentado en la alfombra frente a la televisión. Unas horas después nos vamos a dormir y me meto debajo de las sabanas luego de cepillarme los dientes. Me siento agotada y los parpados se me cierran del cansancio.

Levi se mete y me abraza en posición de cucharita. Me da besos en el cuello y sé lo que busca cuando su polla se endurece y se presiona contra mi culo. Puede que esté cansada, pero el calor me invade todo el cuerpo y de repente le abro las piernas para que se posicione entre ellas.

Sus manos me recorren el cuerpo mientras sus labios atacan los míos. Mi cuerpo se tensa cuando sus dedos pellizcan mis pezones y lo aparto de un empujón.

—Joder...—me quejo. El dolor se riega por mi pecho y él se aleja preocupado.

—¿Te lastimé? —inquiere con preocupación.

—Están sensibles...—me acaricio con delicadeza hasta que el dolor pasa. —Debe de ser por...—me detengo cuando la comida se me empieza a regresar y lo aparto para correr al baño y vaciar mi estómago.

Lo saco todo y siento a Levi detrás de mí recogiendo mi cabello y acariciando mi espalda. Luego de terminar me siento en el piso y Levi seca el sudor de mi frente. La cabeza me da vueltas y él parece preocupado al verme.

Lo convenzo que solo ha sido la cantidad de comida en la cena y luego de cepillarme los dientes por segunda vez, nos dormimos.

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Las manos me tiemblan mientras espero sentada en el inodoro de mi baño. Levi me convenció de no ir a trabajar y mientras se llega el momento de ir por Connor, estoy encerrada haciéndome una prueba de embarazo que he comprado en una farmacia.

Todo mi cuerpo está temblando desde que dejé el palito blanco cargando. Veo mi reloj y cuando ya han pasado los diez minutos lo tomo.

Jadeo.

Embarazada.

Estoy embarazada.

Una hora después estoy acostada en la camilla del doctor, con el vientre descubierto mientras pasea una sonda por él. La pantalla se ilumina y aparece. Está ahí. El puntito. Mis ojos se llenan de lágrimas, porque es lo mismo que vi hace unos siete años cuando descubrí que estaba embarazada de Connor.

—Felicidades, futura mamá.

—Embarazada...—digo en un jadeo.

—Muy embarazada, diría yo. Unas seis semanas, aproximadamente.

Maldito motel de carretera. Ahora ya puedo confirmar que la maldición de la que hablaba mamá era cierta.

Luego de limpiarme y tomar las impresiones que me da el médico, conduzco hasta la escuela de Connor.

—Te estás portando muy mal, bebé. Hiciste vomitar a mami ayer y le provocas mareos... ¿Acaso me odias? —me detengo en un semáforo en rojo. —¡Oh por Dios! ¿Me odias? —Parece que me estoy volviendo loca hablando con alguien que quizá ni siquiera me escucha... —¿Cómo se lo diremos a tu papá y a tu hermano? Connor estará muy feliz, ese fue su deseo... Un hermanito. ¿Serás un hermanito, verdad?

Joder, estoy empezando a divagar.

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No tuve el valor de hablar con ellos durante la cena y ahora estoy buscando las palabras adecuadas para decirle a Levi, quien sale del baño secándose el cabello. Paso saliva cuando deja la toalla en la cesta de ropa y lo observo colocándose un bóxer. Se ve buenísimo.

Concéntrate.

—¿Te sentiste bien durante el día? ¿Vomitaste?

—No. Fui al médico...

Me mira con el ceño fruncido y se acerca para sentarse a la orilla de la cama, justo a mi lado.

—¿Por qué no me dijiste? Pude haberte acompañado.

—Fue decisión de ultimo momento...—espera a que le diga algo más pero me limito a sacar la carpeta de la mesa de noche a mi lado. Lo mira con desconfianza antes de abrirlo y sacar las impresiones de la ecografía. Aquí es donde odio que su rostro sea tan inexpresivo, porque solo está ahí, mirando fijamente el puntito dentro de mí. —Seis semanas, aproximadamente.

Guarda las impresiones en el sobre que deja en la mesa de noche y me mira fijamente. Paso saliva esperando que diga algo pero se queda callado por varios minutos antes de sonreír y tomarme del rostro. Me besa lentamente sin poder borrar la sonrisa y se acomoda sobre mí con cuidado.

—¿Estas feliz? —le pregunto y se separa.

—Joder, sí. —Desciende sus besos por mi cuerpo y se detiene cuando su rostro está cerca de mi vientre. Descubre la piel de mi abdomen y sonríe antes de repartir besos sobre él. —Jodidamente feliz.

Levi no es muy expresivo, pero cuando lo es, derrite corazones. Mis ojos se llenan de lagrimas cuando empieza a hablar con el bebé adentro de mí, diciéndole lo feliz que está de su existencia y lo mucho que lo ama ahora. Le habla sobre su hermano y de cómo se pondrá de feliz cuando sepa que su deseo se hará realidad.

Luego lo llama pequeña mierda por haberme hecho sentir mal con los mareos y vómitos.

No cogemos, pero si hacemos el amor. Suena romántico, pero es la única manera de describir la forma en la que se hunde en mí sin dejar de besarme y acariciarme. Lentamente, demostrándome todo lo que siente.

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—¿Embarazada? ¿Hay un bebé ahí? —Connor pone la punta de su dedo en mi estómago.

—Si. Tu hermano. —Le responde Levi, quien está sentado a mi lado.

—O hermana. —Les digo a los dos y a Levi se le oscurecen los ojos. Connor hace una mueca.

—No quiero una hermana, mamá. Sería muy difícil...—da un paso hacia atrás. —Muchos cuidados. Hay que alejarla de los otros niños, protegerla, consentirla... Es lo que hace Marcus con su hermanita... Aunque papá y el tío Eren me ayudarían a cuidarla...

Mi corazón se encoge y sonrío. Levi sigue tenso a mi lado y no ha pronunciado palabra desde que mencioné que existe la posibilidad de que sea una nena. Parece que alguien sería un papá sobreprotector de ser ese el caso.

—¿Pero la amarás? —le pregunto a mi hijo y se vuelve a acercar, pone su mano sobre mi vientre antes de inclinarse y deja un beso sobre él. Mis ojos se llenan de lágrimas.

—Claro que sí, mamá. Justo cómo te amo a ti. —Voltea a ver a su padre con el ceño fruncido. —Preparémonos, papá. Puede resultar ser difícil.

Son unos dramáticos. 

| ESTA HISTORIA ESTÁ SIENDO RESUBIDA |

Te amo, 

Fer.