- E-Entiendo... - Contesto la azabache, recordando el dolor que tiene después de entrenar con su mamá.

- Bien... Ahora continúen, lo sentimos por interrumpir. - Se disculpo el azabache, mientras caminaba tranquilamente con Sasuke* a su lugar anterior. Al rededor de las pelirrosas solo se veía un morado a su alrededor, era muy atractivo de ver, pero ahora tendrían que concentrarse en la otra.

- ¡Byakugou! - Gritaron las dos. No pasaron ni dos segundos cuando solo se veían escombros cayendo y golpeando la barrera una y otra vez, eran tan rápidas que no las veían moverse solo se veían los golpes de gran magnitud.

- Rayos, estaríamos en los escombros si no fuera por la barrera, dattebasa. - Suspiro aliviado el rubio menor. Mientras todos asentian apenados.

- Será mejor parar esto, pueden seguir todo el día y ninguna va a seder. - Suspiro el azabache, mientras todos asentian. - Además, nos vamos mañana a primera hora, y Sakura debe descansar. - Reafirmo el azabache.

- Cierto... - Suspiro cansado. - Hay que detener esto. - Miro a los azabaches. - Deshagan la barrera. - Estos obedecieron, y se posicionaron en sus respectivos lugares.

- ¡Cuidado, puede que salgan volando escombros! - Los rubios solo asintieron, sin más el velo morado empezó a bajar lentamente hasta llegar al suelo, enseguida empezaron a caer meteoritos por todo el campo 7.

- ¡Sakura para! - Hablo Sasuke* tratando de parar a su amiga, quien seguía peleando con la pelirrosa. Este dio una negativa en señal de que la nombrada ni siquiera lo había mirado. Naruto* se acercó sigilosamente y agarro por los hombros a Sakura* mientras está forsajeaba para soltarse, el rubio repitió la acción de su doble con la pelirrosa.

- Vamos chicas, fue suficiente, están perdiendo mucho chakra para solo un entrenamiento. - Trato de convencer el azabache, tenía mucha lógica si lo pensaban bien, al parecer se habían entusiasmado.

- Lo sentimos, nos emocionamos un poco. - Rápidamente se disculpo Sakura*, mientras desactivaba su jutsu.

- ¿"Un poco"? - Repitió con burla Sasuke*.

- Perdón, perdón. - Suspiro la pelirrosa. - No todos los días tienes una doble que tiene tus mismas habilidades, para entrenar. - Hablo desganada, mientras los demás soltaban risitas.

- Vamos a descansar, mañana viajaremos a primera hora, dattebayo. - Sonrió el rubio soltando a su amiga pelirrosa. Sin más todos caminaron a la casa Uzumaki, ahí se reunirían para cenar. Llegando al lugar los menores Uchihas los recibieron con la cena preparada, por lo que solo llegaron a lavarse. Pasaron un rato amigable, todo estaba en orden, las personas que se amaban estaban juntas, los que se hacían daño ya no estaban juntos, y los que tenían una amistad tan fuerte como el hierro seguían compartiendo está con naturalidad. Todo era perfecto, todo excepto por la despedida que harían mañana. Algunos pensaban que los chicos habían llegado para arruinar todo, pero sabían que era todo lo contrario, llegaron a mejorarlo, y mucho. Después de una grata cena fueron a dormir, tenían un viaje por hacer.

En la mañana siguiente despertaron temprano, extrañamente todos se levantaron a la misma hora, por lo que fue fácil salir de la casa en buen tiempo. En el campo ya se encontraban el equipo ambu y Uchiha que habían mandado a traer, estos estaban formados esperando la llegada de su jefe.

- Permitanse llegar un poco tarde de vez en cuando chicos. - Dijo el azabache con frustración, siempre estaban ahí antes que el, daba a entender que no habían dormido nada. Suspiro. - Bien, espero que por lo menos hayan comido algo, no quiero que se mareen. - Los mencionados asintieron rápidamente.

- Bueno... Creo que esté es el final, dattebayo. - Hablo Naruto* con nostalgia.

- Venga hombre, tenemos a Sasu, nos puede traer cuando sea, dattebayo. - Respondió el rubio con alegría.

- ¡No soy una máquina Dobe! - Le reclamo el azabache, luego miro a Naruto* con una sonrisa. - Pero es cierto, podemos venir de vez en cuando.

- Eso estaría bien para nosotros. - Dijo Sasuke* con una sonrisa ladeada.

- Genial. - Respondió.

- No seas tan amargado la próxima vez que vengamos tío Shika, es una molestia. - Hablo en tono burlón el azabache menor.

- Si claro. - Hablo con ironía el pelinegro.

- Nos vemos luego Shikadai. - Se despidió con una sonrisa de lado.

- Claro, porque no. - Respondió igual.

- ¡Nos vemos luego tía Ino! - Hablo el rubio menor lanzandose a abrazar a la rubia, mientras está se sonrojaba un poco, solo pudo corresponder el abrazo con unas palmadas en su espalda.

- Por supuesto cariño...- Respondió con dulsura. Lentamente se separaron, el rubio miro al otro rubio quien estaba atrás de su madre.

- Adiós Inojin. - Respondió agitando su mano débilmente. Este solo asintio con una sonrisa, no una falsa como las que acostumbra a hacer, si no una llena de cariño y aprecio.

- Adiós a todos. - Sonrió el azabache, mientras los ambu entraban por el portal que había creado.

- ¿Nos vamos amor? - El rubio menor sintió una mano en su cintura, supo de inmediato que se trataba de su rubio ojiagua.

- Por supuesto~ - Señaló caminando hacia el, mientras lo abrazaba. Mientras el azabache ojiazul hacia lo mismo con su pelinegro de cabello de piña. Juntos entraron tomados de las manos, mientras les dedicaban una sonrisa a sus amigos.

- Hay que irnos Sasu. - Hablo el rubio, llamando la atención del azabache.

- Claro Dobe. - Se despidieron una última vez de sus amigos, y lentamente entraron al portal, seguido de esto el portal que los había unido una vez... Se... Cerró.





















Esto es todo por hoy, espero que les haya gustado mucho, continuaré actualizando cuando sepa que seguiría en la historia, o tal vez solo ponga extras, no lo sé, en fin, gracias por comentar y votar, los quiero.

- Wine fuera 💕













¡Esta vez no!   (OMEGAVERSE) •Narusasu•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora