Capítulo 55

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Playlist de DAMA DE UN VAMPIRO numero 60 (Fighter - Christian Reindl) 

Libertad 1. Nozomi

Esto que respiro me da sensaciones que jamás había sentido y me siento feliz.

La brisa refresca mi rostro y no soy la única que siente esto, también los que estábamos bajo el reglamento de la Esclavitud, están en las barandas viendo este azul que no tiene fin.

Estoy un poco preocupada porque Francisco se queda y sé que la batalla será difícil, pero lo logrará, pues con ese traje de agente lo único que me demostró es que es fuerte, mostrando sin ser vampiro, así que parte de eso me da las fuerzas de disfrutar esto.

Apenas han pasado minutos y ya no veo los barcos.

Suspiro, es lo único que puedo hacer.

Alguien se me acerca y se recuesta en el barandal, viendo el espectacular mar y reconozco al chef de la mansión, el mayor de todos.

—Extrañaba el mar...— respira la brisa salada.

Me encojo sintiéndome ajena a esa palabra, pues mis recuerdos solo se basan en la esclavitud y en eso nada más.

—No habíamos tenido la oportunidad de hablar...— me mira y ya no tiene el traje de chef, hoy se le ve vestido de pantalón azul y camisa negra —debido a las normas de...—

Asiento —Si, un sangre blanca no puede hablar con un esclavo— sabia esa regla, sin embargo lo había roto una que otra vez con Nethan, con el pelirrojo chico a quien de alguna manera extraño y que sé que estará en medio de la batalla.

El chef ríe como pensativo viendo la baranda —que tiempos ¿no? — niega para sí mismo —cuando tenía veinte todo era tan...— suspira —debí aprovecharlo más— me mira —me llamo Davis—.

Sonrío y sé que él sabe mi nombre por lo tanto continúa hablando.

—Somos afortunados de haber estado en esa mansión con los príncipes, ahora vamos rumbo a la libertad...por fin.

—Si...— respondo y un viento frio sopla mi rostro.

Me siento nerviosa y no sé por qué, Davis a mi lado se truena los dedos, creo que ambos estábamos ansiosos de una nueva vida.

—Cuando lleguemos...— habla nervioso y lo miro, es de ojos verdes, de piel clara y de cabello castaño —¿Qué harás? —.

Ladeo la cabeza sin tener una idea de su pregunta, pero habla.

—Yo quiero seguir lo que me gusta y siempre ha sido cocinar— sonríe optimista —no sé, abrir un restaurante si se puede y ser conocido por mis platillos— suena muy bien y me contagia de su alegría.

—Si lo haces serás un buen chef y de los mejores, tu comida es...— trato de recordar los sabores —es una maravilla—.

Parece feliz con mi comentario, pero de inmediato me pregunta que haré.

Dejo de sonreír y —honestamente— empiezo nerviosa —no sé qué haré, pero en cuanto llegue sé que estaré en recuperación como Akemi— quien aún no despertaba y la tenían en una habitación privada por las agresiones que no sanan.

—Oh, lo lamento— demuestra su simpatía y lo agradezco.

—Será bueno ser investigada a fondo, creo— digo no muy convencida —y quizás en ese tiempo se me ocurrirá que hacer—.

Davis asiente.

—Quiero un trago— llega Cladis junto a Melissa, de mi lado derecho, ya se le ve mejor, aunque tiene el humor pesado.

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