- Joaquín... - volteo y me quedó quieto sin saber que hacer. - Joaquín, eres tú. 

Azul esta frente a mí con lagrimas corriendo por sus mejillas, se acerca a pasos lentos y me envuelve con sus brazos. 

- Pero... ¿Cómo? - su voz es baja, apenas un susurro. - Estas vivo, ¿Qué paso? ¿Y Emilio? Tenemos que volver, no sabes lo mucho que los chicos te extrañan. 

- Azul, amiga te extrañe mucho. 

- Yo también, todos los extrañamos. Tienen que saberlo. - saca su teléfono y se lo quito rápido. 

- No, mejor entremos. Hay cosas que tienes que saber. - habló con seriedad. 

Ambos entramos a la cafetería y un chico se acerca a tomar nuestra orden, pedimos y esperamos hasta que nos dieran nuestro pedido para comenzar a hablar. 

- ¿Qué fue lo que paso?

- Emilio y yo estábamos en nuestras vacaciones cuando su papá le llamo y pidió que regresara a la ciudad. Dijo que nos mandaría a un chofer, empacamos y estábamos listos para regresar, llego Damián el chofer de Emilio. Muy alterado, nos dijo que el señor Osorio quería matarnos, hizo todo un plan para que muriéramos cuando fuéramos de regreso. 

- ¿Quería matar a su propio hijo? ¿Por qué?

- Por mí, realmente me quería matar a mí. Incluso si tenia que matar a su propio hijo. Por ser un omega, al parecer su padre es muy homofóbico y machista. 

- Pero entonces, ¿Por qué no regresaron? - me tomo de la mano. 

- Era difícil, su padre no dudaría en volver a intentarlo además de que esta metido en otras cosas y Emilio quiere mover cosas aquí para hacer que su padre pague. 

- ¿No pensaban en volver?

- Lo hacemos, pero aún no es el momento supongo. Pero dejemos eso, ¿Qué haces aquí?

- Vine con mi Omega. 

- ¿Tú Omega? 

- Si, se llama Alejandra. Muy linda, tiene trabajo aquí y quise acompañarla. ¿Y tu Alfa?

- Mi relación con Emilio es complicada, pero él esta bien. Creo. 

- ¿Complicada?

- Nos hemos alejado bastante, bueno él se alejo y yo decidí darle su espacio. No dormimos juntos, no nos tocamos o besamos. Apenas hablamos. 

- Lo siento tanto Joaco. - aprieta mi mano y le sonrió. 

- Sé que aun me quiere pero no se que es lo que pasa. 

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Después de ponerme al corriente con Azul y haber llorado mucho por perdernos etapas importantes de la vida del otro y hacerla prometerme que no le diría a nadie que esta vivo regrese a mi casa caminando. 

Hablamos tanto que el tiempo se nos fue volando y sin darnos cuenta su Omega ya le estaba hablando muy preocupada porque era tarde y no estaba en casa. 

Abrí la puerta y vi que la luz de la cocina estaba prendida, había música y se escuchaba el chocar de los trastes. Supuse que Emilio ya había llegado y de buen humor. 

Pensé en ir con él pero descarte la idea casi al instante, se siente en el aire que esta de buenas y no quiero arruinarle su noche con mi presencia. 

Dejo las cosas silenciosamente en la entrada y camino hasta las escaleras dispuesto a subir y no interrumpir la linda noche de mi Alfa. 

- Omega. - me detengo en el segundo escalón. - Omega, Omega. Mi Omega. 

Giro mi cuerpo y Emilio está parado con lagrimas corriendo por sus mejillas. Estira su mano hacía mí y se pone de rodillas. 

- Bonito. - hace mucho no escucho ese apodo - Mi Omega, perdóname Joaquín. 

- Emilio... 

- Déjame explicarte todo, por favor. - sigue llorando y me acercó a él. - Por favor bonito, déjame explicarte. 

- Claro Emi, pero no llores por favor. 

- Te prepare la cena, una pasta con algo de carne. Para comer mientras hablamos. 

Le seque las lagrimas con mis manos y nos dirigimos a la cocina donde ya estaba todo acomodado para cenar. 

- Quiero explicarte todo, ¿Me dejas? 

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Volvimos con un capítulo, voy a tratar de terminar ya esta historia porque quiero empezar a publicar otras pero mi conciencia no esta en paz. 

Hay altas probabilidades de que algo de aquí este mal, tenga mala ortografía o algo así. Pero se corregirán en la edición. 

Cuídense, se les quiere. 

Nos leemos pronto. 

Coffee l EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora