Dama de un vampiro ✓

Capítulo 56

Playlist de DAMA DE UN VAMPIRO número 61 (Street Spirit - Power-Haus)

Libertad 2

Nozomi

Me despierto y me doy cuenta de que no sé dónde estoy, hay palmeras encima de mi vista, siento que estoy flotando, pero no, estoy en una hamaca. Me duele la cara y recuerdo haber visto a Efraín, siento un escalofrío correr por mi espalda y escucho la voz de una mujer cerca de mi oído.

—¡Volví! — suena siniestro y me hace gritar que inmediatamente me hace sentarme.

Su voz me grita y me dice una y otra vez que nos vengará, una y otra vez que hará sufrir a todos los que nos hicieron daño.

Me tapo los oídos de lo oscuro que suena e inmediatamente siento que me abrazan y ya no escucho la voz de la mujer, sino la voz de Cladis.

—Cladis— respiro mal —dime que todo estará bien...— quiero que me diga lo que dijo en el barco, que diga que piense algo bonito.

—Si, todo estará bien, nos vengaremos— nos alejamos y la veo, se ve diferente, su ropa es negra y tiene una capa en la espalda que la hace lucir siniestra, sus ojos están rojos y colmillos le salen de la boca.

No puede ser cierto.

Escucho un chasquido de dedos y me vuelvo para ver que Oliver está a un metro de las dos, y con ese chasquido mi mente se vuelve loca al recordar cosas que no tienen sentido.

—¡Haz que pare! — cubro mis oídos escuchando tantas voces —¡paralo! — vuelve a chasquear y con esto trato de calmar mi mente.

—Car...Nozomi— Cladis habla —sé que esto es confuso— lo es, no entiendo...esta no es Cladis, la miro a los ojos, sus ojos me aterrorizan —pero te prometo que lo volverás a recordar todo y lo harás para que podamos...—

Oliver le interrumpe —¿Que? ¿Qué van a hacer? — al parecer Oliver sigue siendo el mismo...veo que alguien le atraviesa el estómago con la mano.

—Robny— se enfurece Cladis —nos vengaremos— me mira por última vez.

Siento una aguja pincharme detrás del cuello que hace que todo me empiece a arder.

—¡Sácala de aquí! y si puedes ve con Dereck— escucho que grita y veo que se acerca el agente que trataba de sacarme del barco.

—No, iremos con Francisco Elordi— menciona el agente, lo que hace que me de algo de esperanza.

—¡Ahora estamos del mismo equipo, imbécil! —

Me lleva porque es real que no puedo mover ni un solo musculo y siento que el líquido de esa aguja me está mareando, sobre todo porque corre a una velocidad impresionante, sin embargo, se detiene y siento que me estoy cayendo de rodillas al suelo.

—¡Tómenla! — escucho decir.

Por el rabillo del ojo veo como el agente ataca a tres a su alrededor y siento cadenas en mi garganta, miro hacia arriba y es Efraín.

—Me las pagarás—

Abro mis ojos, abrazo mis piernas para ocultarme de los ojos que me ven directo y del otro lado de la jaula, trato de que mis cabellos oculten mi rostro y mientras me observan, veo mis pies descalzos, están ensangrentados de mi propia sangre.

—¿Cuánto tiempo duran aquí? — pregunta el vampiro a Efraín.

Miro mis manos y mis uñas tienen sangre.

—¿Y ella? —

Tiemblo y entre mi cabello puedo ver a los dos vampiros observar mi persona.