Pero después de todo, al menos tiene dos orgasmos por semana. Realmente no tiene nada de qué quejarse. Su corazón nunca salta desbocado, ahora se da cuenta que esa reacción no sucede en la vida real, no como en las películas. No sucedió cuando conoció a Mark y no sucede ahora.
El tiempo que pasan juntos es placentero y lo ama. Esa clase de loca pasión que él imaginaba, ahora sabe que solo existe en las películas, novelas románticas y entre ligues de una noche que no significarán nada por la mañana.
Las películas y libros te muestran escenas que no son reales, un momento en algún punto de tu vida en que la persona elegida aparece y el mundo deja de girar, la respiración se congela en tus pulmones y por un increíble instante, no existe nadie ni nada más excepto esa persona y tú.
Ese momento ha llegado para Jaemin, pero él no está preparado en absoluto y no sabe cómo procesar su reacción.
Le sucede cuando se encuentra sentado en el lujoso bar de un elegante restaurante y habla con Yeri mientras espera para ordenar una bebida. Detrás de ellos hay una mesa reservada para solo Dios sabe cuántos invitados y familiares de Mark. Una reunión para convivir tranquilamente antes que los preparativos finales de la boda comiencen.
Yeri le habla al oído acerca de un trabajo universitario, Jaemin suspira y mira alrededor mientras espera ser atendido por el barman, entonces se abre la puerta del restaurante y todo cambia, todo se mueve en cámara lenta cuando él entra.
Él es hermoso, de cabello oscuro y piel pálida, quizá tiene 30 años, viste una camisa blanca y pantalón negro, cada pieza de su ropa luce como si hubiera sido confeccionada especialmente para él. Tiene ojos profundos que llaman la atención de Jaemin y una espalda dura y apetecible que provocaron escalofríos de placer en su cuerpo, él mira alrededor como si buscase a alguien y Jaemin no puede moverse o dejar de mirarle.
—Jaemin—Yeri chasquea los dedos frente a su rostro.
—Oh dios mío—lo dice en un susurro y más para sí mismo. De alguna manera vocalizando lo que está sintiendo a través de su cuerpo entero—Mira a ese hombre, no mejor no mires. Mejor sí, puedes mirar.
Ella lo hace, mira por encima de su hombro. Silbando con admiración vuelve la mirada a Jaemin.
—Yo lo recibiría en mi cama.
Eso es lógico de entender. Jaemin nunca ha visto a nadie como él. Parece recién salido de una película de Hollywood, el misterioso chico malo, cualquier dama que esté esperando para cenar con él es una afortunada.
Pero no es una mujer a quien él mira sonriendo. Es a Mark.
Mark le mira también, sus ojos se iluminan y su rostro refleja deleite puro. Se levanta rápidamente y camina al otro lado del lugar, repentinamente está abrazando al hombre, ambos aferrándose al otro con fuerza, como viejos amigos que han sido separados por alguna razón.
Viejos amigos. El amigo de Mark.
Lee Jeno.
¡Mierda! Piensa Jaemin y su corazón cae de su pecho como peso muerto. Una cosa es sentirse atraído a un completo extraño que nunca volverá a ver, una breve fantasía que no lastimaría a nadie, pero este hombre es el padrino de su prometido, una fantasía totalmente fuera de los límites.
Jaemin le odia inmediatamente. Lo odia por ser tan atractivo, por poner pensamientos en su cabeza y por formar parte de su futuro inmediato. El mejor amigo de ese hombre se convertirá en su esposo. No debería encontrarle tan atractivo.
—Mírate—el hombre, Lee Jeno, dice al romper el abrazo y sostener a Mark por los hombros con una gran sonrisa y sonrojo en su rostro—no puedo creer que has encontrado a alguien que es capaz de soportarte.
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El Padrino - Nomin
RomanceJaemin está a punto de casarse tras un arrollador romance con un hombre que conoció una noche en un bar gay. Pero entonces conoció al mejor amigo de su prometido, Lee Jeno. © todos los créditos a su respectiva autora (Lola Carson).
Capítulo 2
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