La ventana era todo lo que quería ver, sentía un horrible nudo en el estomago, como esas veces que estas nervioso por el primer día de clases, o antes de una cita con el dentista. Por mi mente solo surgían escenarios ficticios de que pasaría cuando llegáramos, ¿y si Jaeden sigue igual? ¿que tal que ahora odie a los chicos? Dios me estaba torturando, pero mas tortura fue darme cuenta que ya habíamos llegado al hospital.

Finn: Ve por el, nosotros pediremos un taxi que nos lleve a la cabaña.

Sophia: Nos vemos chicos, no la caguen.

Nos despedimos y entramos, Sophia también se había puesto un vestido verde oscuro y un cinto negro con hebilla amarilla. Llegamos a recepción.

Recepcionista: ¿Que se le ofrece?

TN: Venimos a recoger al señor Martell, soy su esposa.

Recepcionista: Es cierto, llene este formulario y cuando lo acabe me lo trae.

Sophia me acompaño a la sala de espera, las preguntas del cuestionario eran muy simples, cuando lo acabe lo lleve al sitio indicado.

Recepcionista: Muy bien, su esposo se encuentra en el cuarto 45, entregue esta ficha y se lo puede llevar.

Tome la ficha rosa plastificada, caminamos hacia el cuarto. Abrí la puerta y ahí estaba, traía puesta la típica bata de hospital tenia un comic de los X-men en la mano, en la mesita tenia una gelatina, probablemente del almuerzo.

TN: Jae -mi voz salio temblorosa-

Jaeden: Ah, hola.

Sophia: ¿Como estas?

Jaeden: Bien, ayer me desperté y me dolía la pierna como el demonio.

TN: El doctor dijo que hoy te puedes ir y te tengo una sorpresa.

Jaeden: ¿Ya nos devolvieron la casa?

TN: -mire a Sophia- Si, pero aparte te tengo otra.

Jaeden: ¿Trajiste ropa?

TN: Claro -le di la mochila- 

Jaeden: Salgan de la habitación, me voy a cambiar. 

Sophia: Nos vemos en el carro.

Sophia salio del cuarto y yo me quede ahí parada.

Jaeden: ¿Necesitas algo?

TN: ¿Por que lo preguntas?

Jaeden: Dije "salgan" en plural, tu también sal de aquí.

TN: Oh vamos Jaeden, luego de años de casados, ¿te da vergüenza que te vea desnudo?

Jaeden: Existe la privacidad, ahora vete.

No podía creer que Jaeden siguiera igual, indignada salí de la habitación y espere afuera, luego la puerta se abrió y apareció Jaeden.

TN: Vamos al carro.

Jaeden: ¿Cual es la sorpresa?

TN: Si te lo digo ya no seria una sorpresa.

Jaeden: Creo que por eso odio las sorpresas.

Jae se notaba mas tenue, subimos al carro y Sophia ya estaba en el asiento del piloto, yo a lado y Jaeden atrás, saque la pañoleta de la guantera.

TN: Toma, véndate los ojos.

Jaeden: ¿Para que? ¿Me van a secuestrar y van a vender mis órganos?

TN: Si no te lo pones no habrá sorpresa.

Jaeden: Tienen suerte de que en verdad quiero saber -se vendo los ojos y arrancamos-

Íbamos en la carretera, todo a nuestro alrededor era naturaleza, si ponía atención lograba escuchar los pájaros cantar, de vez en cuando pasaba un carro a lado de nosotros y el cielo estaba azul con nubes blancas y a vista se veían suaves.

Jaeden: Ya tardamos mucho, ¿a donde carajos estamos llendo?

TN: Vamos, cálmate, ya casi llegamos.

Me sentía bien, Jaeden ya no tenia esa actitud sarcástica y amargada de antes, y tenia curiosidad por la sorpresa. 

Cuando llegamos a la cabaña baje y Sophia bajo por el otro lado, abrí la puerta y saque a Jaeden sosteniéndolo del brazo para evitar que se caiga. 

Jaeden: Hace frio, ¿escucho pájaros?  

TN: Toma -le puse el suéter en los hombros- Y tal vez si escuchas pájaros.

Jaeden: ¿Estamos caminando sobre tierra? Siento crujir hojas secas en las suelas del zapato.

TN: Ya no intentes adivinar o se cancela la sorpresa.

Jaeden: Así se vuelven aburridas las sorpresas.

Sentía un leve nudo en el estomago, esa emoción que todo mundo siente antes de que suceda algo importante. El grupo de preparatoria estaría a punto de reunirse de nuevo, y aunque ya estuve con ellos, se vuelven  a sentir los nervios a flor de piel.


❄ՏᏦᎪͲᎪ❄

La Tímida y El Popular // Jaeden Martell y Tu // Tercer temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora