M: allá nos alcanzarán... No te pongas triste, mi amor...

E: recuerden que los amo... Y les agradezco tanto por acompañarme...

Sofy: también te quiero, papito...

Ga: todos te queremos, pa...

Esteban y María se sonrieron, y se acercaron para besarse antes de que todo aquello empezara.

E: te amo...

M: y to a ti... (Limpiándole el leve rastro de carmín en los labios de su marido)

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Llegaron al congreso, en donde se llevaría a cabo la ceremonia de juramentación de San Román como nuevo presidente.

Esteban, como un atento marido, esperó a María y le ofreció una mano para que saliera del coche.

Ella, le acomodó la corbata, y como sincronizados, voltearon a mirar a sus hijos, se sonrieron todos y fue la señal que podían seguir.

Ella se agarró al brazo de su esposo, y se tomaron unos minutos para saludar a la gente que vitoreaba, aplaudía y les lanzaban palabras de cariño.

Gran parte de ciudadanos agolpados en las afueras del congreso, y aún por toda la ciudad, era lo que reportaban en los medios de comunicación.

Ya dentro, se encontraron y saludaron a los demás integrantes de la familia. Sus hijos mayores con sus respectivos cónyuges, sus papás, suegros, hermanos, cuñados y sobrinos.

A la hora del juramento, la nueva Primera Dama sostuvo una Biblia que nadie conocía, solo ellos... Entonces el Presidente realizó el juramento con la mano en aquel Libro Sagrado que perteneció a sus abuelos fallecidos. Era una forma de tenerlos presentes.

A él se le aguaron los ojos, igual que a su esposa, y posiblemente a muchos más de la familia...

Cuando terminó, María se acercó un poco más y lo besó en los labios.

Pero todos esos detalles los mostrarían los programas de televisión después, sin ninguna duda.

Entonces, fue la hora del momento más importante de la jornada, y del que el mundo entero estaría esperando... El discurso del nuevo Presidente.

Y como siempre, San Román no defraudó. Siguió su línea de honestidad, solidaridad y responsabilidad.

Infinidad de personas dentro y fuera del congreso lo aplaudían... María lo miraba orgullosa, mientras le tomaba una mano...

Pero el cuadro lo cerraron 3 niños que adoraban al padre, ni idea del presidente, y lo abrazaron con todo el amor del mundo. Y Rafa terminó en brazos de su papá.

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Con la finalidad de saludar a los ciudadanos, y como la primera vez, Esteban y María decidieron recorrer a pie el trayecto hacia el Palacio de Gobierno.

Sí, pusieron en aprietos a la seguridad, más porque sus hijos iban con ellos.

Tomados de la mano, marido y mujer saludaban a todos a su paso. Había mucha gente en las calles y eso les demostraba el cariño que sentían por ellos.

Las anécdotas del momento estarían a cargo de Mía y Rafa, que caminaban tomando una mano de sus papás, luego intercambiaban, en varias ocasiones se acercaron a recibir globos de los ciudadanos y dulces... Flores para María...

A medio trayecto, Rafa estaba cansado ya y le pidió a su papá que lo llevara en brazos... Y así lo hizo él, aunque se le estrujara el traje.

Tomando una mano de María, Mía insistía en querer comer los dulces que le dieron, igual Rafael en brazos de su papá.

MI DECISION IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora