¡Un Phoenyx Enamorado!

Capítulo 34: El Lobo y El Dragón, hacen conexión.

- ¿Cómo quieren que tome un descanso si están parloteando? – Ambos se asustaron y vieron de reojo al menor que yace parado en la mesa del té - ¡Claro que esta con vida!, ¿Cómo pueden dudar de eso?, ¡es de mi padre de quién están hablando! –

- O-Olvidaba el terrible temperamento que posee – Dijo uno en voz baja, pero ver la destreza del menor, ambos se sintieron cómodos.

- Majestad, sería bueno que viniera con nosotros –

- Los halagos no les perdonará lo que dijeron – Pero el menor se acercó y les dio una patada a ambos. – Listo, recibieron su castigo –

- ¡Tremendo mocoso! – Uno de ellos se fue a su estómago y comenzó a hacerle cosquillas, después de todo, es con los que solía jugar el pequeño Jin Ling sin que les observará nadie de la realeza, ya que han sufrido tremendos castigos los tres por no respetar rangos, sólo Yanli permite el juego.

- No, no, basta, ustedes tuvieron la culpa – riéndose del juego, estaban tan concentrados qué no lograron percatarse de las criaturas en el lago. – E-Espera, ¿E-Escucharon eso? – Los tres dejaron de jugar un momento, cuando de pronto una extensión del agua los ataco, haciendo que uno golpease con fuerza sobre las rocas blancas de la montaña.

- Jin Ling, quédese detrás – Pero, esa forma le sujeto y partió en dos sin mucho problema.

- J-Joven... Jin Ling, corra – Hablaba con pesar, el menor estaba aterrorizado, no podía moverse y su único soldado estaba tirado con las piernas quebradas por el golpe.

- P-Pa...pa...- Trataba de retroceder y ni siquiera eso podía hacer, las formas del agua se empezaron a formar y en un instante ya había más de cuatro y seguían creciendo.

- ¡JIN LING CORRE! – Exclamo el soldado - ¡APARTATE DEL AGUA! – Eso hizo que reaccionará e intentará escapar, pero, esas formaciones se lo impedían y cada vez que intentaba un lado y otro se las negaba. – Tsh – Con todo su ser se impulso a proteger al menor en un ataque directo, recibiendo todo en su espalda – E-Esa criatura no es normal – viendo con sangre en sus labios y ojos casi idos – P-Perdóname, por no...protegerte como, era debido... - Perdiendo su vitalidad por el azote

- N-No, no, espera no puedes, tu debes – lo recostó a un lado para que no estuviera encima de él, sorprendiéndose de la magnitud de esa criatura, toda su espalda mostraba sus costillas, espina dorsal y órganos - ¡Aaahh! – Soltando un grito de lo más desgarrador.

Nuevamente esas formas fueron en su ataque, el menor abrió sus ojos como platos, pensando que ahora él fallecería y su madre quedaría sola, miles de ideas y recuerdos pasaron en un flashback interno y cerró sus ojos esperando el golpe.

Más a los segundos abrió sus ojos y se encontró con un dragón al frente con su espada deteniendo la formación.

- ¡Jingyi! ¡Aparta al pequeño de aquí! – De inmediato otro ser le sujeto en sus brazos y saltó sobre su espada, al ver hacia abajo se pudo percatar como ese chico con vestimentas blancas realizo varios cortes con su espada, alejando a la formación y obligándola a retroceder.

- ¡Sizhui! ¿Estas bien? – El joven se limpio su vestimenta y guardo su espada.

- Lo estoy, vayamos al palacio a informar – El otro se dio en marcha y al momento siguiente su acompañante le siguió.

Una vez allí, entraron a palacio y el joven corrió hasta los brazos de su madre con lágrimas

- ¿Jin Ling? ¿Qué sucedió? – Logrando ver sangre en sus ropas, de inmediato comenzó a inspeccionarlo.

- Él se encuentra bien señorita Yanli, pero, no llegamos a tiempo a salvar a sus guardias – Hizo una reverencia el joven dragón.

- te lo agradezco – Viendo al menor.