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La tarde llegó en un abrir y cerrar de ojos Hinata estaba muy nerviosa tanto así que su cuerpo temblaba sin poder controlarlo, su respiración se encontraba irregular y su corazón palpitaba fuertemente como si se fuera a salir de su pecho. Necesitaba calmarse o sino Neji se daría cuenta y comenzaría a cuestionarla. Miró el reloj dándose cuenta que ya era hora de ir al lugar donde siempre entrenaban juntos, caminó unos cuantos pasos soltando un fuerte suspiro antes de salir de su habitación. En los pasillos sólo resonaban los pasos torpes de la kunoichi, sus manos temblorosas las llevaba en su pecho tratando de calmar sus nervios. Iba tan ensimismada en sus pensamientos que no se percató que había llegado al lugar acordado, en frente de ella se encontraba el dojo del clan Hyüga donde entrenaban todos los días su primo y ella además de su padre y Hanabi.

Deslizó la puerta ingresando al lugar percatándose de la presencia de su primo haciendo que su cuerpo se tensara al instante con solo verlo, mientras tanto éste se encontraba limpiando con sumo cuidado una de las katanas que la familia solía tener ahí para entrenar, Hinata no pudo evitar mirar con detalle los dedos largos que agarraban con firmeza ese metal ¿qué se sentiría tenerlos adentro de ella? De solo pensarlo su entrepierna comenzó a humedecerse. Tenia que auto controlar esas hormonas porque sino sería un problema para poder concentrarse en su entrenamiento y lo que menos quería era ser un estorbo para Neji.

—¿Se encuentra bien Hinata-Sama? la noto preocupada.

Preguntó el castaño posando sus penetrantes ojos en ella haciendo que ella girara su rostro hacia otro lado

—S-si Neji-Nii n-no me pasa nada.

Respondió sin poder dejar de tartamudear, ya llevaba mucho tiempo que no le pasaba eso y justamente ahora le sucedía delante de Neji eso era muy vergonzoso parecía una niña pequeña. Neji aún tenía su mirada fija en ella sabía que algo le ocurría la conocía perfectamente pero no se entrometería en su vida, si ella no quería decírselo era porque no tenía la suficiente confianza y lo entendía a la perfección.

—Como usted diga Hinata-Sama, vamos a comenzar con el entrenamiento antes de que se haga más tarde.

Comentó el Hyüga poniéndose en posición de pelea a lo que la peli azul enseguida lo imitó. Ambos activaron el byakugan para ver sus puntos de chacra y comenzar así el combate, los dos luchaban a la par tocándose las palmas una y otra vez tratando de defenderse de su contrincante, el sudor no tardó en aparecer en sus cuerpos bañandolos por completo, sus respiraciones se hicieron irregulares por el esfuerzo que estaban ejerciendo y aunque Neji estaba tratando de ser cuidadoso para no lastimarla le estaba costando dominar a la heredera. Sin duda se notaba el gran avance que había tenido en estas semanas y eso lo enorgullecía.

Mientras tanto Hinata trataba de estar concentrada en la pelea sin embargo su mente la estaba comenzando a traicionar, de solo ver a Neji lleno de sudor, su pecho subiendo y bajando por la agitación lo hacía ver tan endemoniada mente sexy que no podía centrarse en sus golpes. En una distracción Hinata cayó de bruces en el suelo.

—Hinata-Sama ¿se encuentra bien?.

Neji la miraba desde arriba con sus brazos cruzados

—S-si estoy bien Neji-Nii continuemos con el entrenamiento.

Ambos reanudaron el combate pero el resultado seguía siendo el mismo Hinata caía una y otra y otra vez desesperando al castaño.

—Sabe que Hinata-Sama dejaremos el entrenamiento hasta aquí, es más que obvio que esta distraída y eso quiere decir que algo le preocupa.

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