Dos rubias y una fraternidad/Bughead

Parte 30

-Acerca de que es ese trato... - soltó la rubia parándose con ayuda de Jughead -

Antes de que este pudiese volver a hablar, fue interrumpido, por una vocecita.

-Mami! - la niña se volteó al escuchar su voz, estiró sus bracitos desesperada por que la cargue -

-Se parece mucho a Mathias.. - murmuró Hall para si mismo -

La rubia a un paso temblante camino un poco.

-Betts tal ves tú... - el peli negro musitó intentado frenarla -

-Esta bien - suspiro y se acercó a su hija, al verla fingió su más gran sonrisa para que su pequeña no la viera en un peor estado -

La niña saltó a sus brazos, provocando que esta hiciera una mueca. Todos lo notaron.

-Y bien? Que ibas a decir - la rubia se volteó viéndolo fijamente, con un montón de emociones cargados en su interior; enojo, tristeza, decepción, todo eso y mucho más juntándose, no le iba nada bien -

-Pensaba hacerlo en privado.. - respondió mirando a todos en su alrededor con una mueca -

-Nadie mueva un pie - soltó la rubia acercándose a él con su hija en brazos y recostada en su hombro, casi durmiéndose -

Todos se sorprendieron pero hicieron caso sin dudarlo.

-Si me vas a decir algo, me lo dices, aquí y ahora si no quieres que llame a mi abogado - soltó la rubia furiosa, mientras acariciaba la espalda de Adeline, intentando dormirla para que alguien la pueda subir arriba y no estar presente en esta mitigante y extraña situación -

-Como quieras.. - sonrió de medio lado, haciendo que esta se enfurezca más de lo que ya estaba -

-Que quieres? - musitó la rubia sin expresión alguna, viéndolo -

-La custodia total de mi nieta - soltó sin ningún semblante -

Todos los de ahí abrieron los ojos impactados.

-Que!? - Cheryl, Betty, Jughead y los hermanos se sobresaltaron al escuchar cuales rígidas palabras -

-Lo que escucharon, me llevare a mi nieta - soltó sonriendo orgulloso -

-No, no tienes ningún derecho, Te ocurre algo en el cerebro acaso!? - soltó la rubia exaltada -

Este río cínicamente.

-Por Dios, quieres que siga viviendo contigo acaso - soltó el rubio mirándola con gracia sarcástica -

-Es Mi hija y a vivido conmigo toda su vida, quien mierda crees que eres para venir y reclamarla como si fuera una muñeca de juguete? - le pregunto sarcásticamente, en un tono juguetón, provocándolo -

Este tenso la mandíbula.

-Soy alguien mucho más capacitado, económica y mental mente, tengo la edad correspondiente - soltó sin una pizca de emoción -

-Estás enfermo de la cabeza Hall, no te llevarás a mi hija - soltó la rubia sin nada de gracia - No le podrías brindar nada de lo que quince personas le damos en esta casa - soltó aún más molesta -