—Te devolveré el dinero— eso era lo de menos. Pero asiento. Él hace mi mismo gesto y se va.

Retomo mi camino, esta vez a mi departamento, donde mi mejor amiga debe estar contando todas las cosas vergonzosas que me ha pasado el último año. Retiro las llaves del auto. Al igual que yo alguien más va ingresando a la estructura de departamentos.

Achicó los ojos intentando verificar si es él. Su camisa lisa y sus pantalones claros me hacen dudarlo, pero ese cabello castaño y ondulado me confirma todo. Es él.

—Nate— su espalda se tensa antes de girar.

No puedo creer que esté aquí, no creí que quisiera verme. A lo mejor el tiempo lo ayudo a pensar y cree que todo puede mejorar.

—Harriet. Hola— mi pecho se desinfla como un globo pinchado, por escucharlo decir mi nombre y verlo sin mostrar emoción.

Señaló al ingreso. —No creí que...

—Sé que tu abuela está aquí, me llamo— me mantengo firme aunque la decepción me inunde. No debí suponer tan rápido. Entonces, eso queda de lado cuando noto como su mirada se alza un poco más arriba de mis ojos, su expresión ahora sí se transforma en confusión.

El gorro. El gorro de Caleb.

—Es por los fotógrafos— digo quitándomelo delante de él.

Nate suspira. —Entremos antes que sepan que estoy aquí.

Él toma la delantera, y se que optara por la puerta del servicio cuando va hacia la parte trasera. Nos mantenemos en silencio en el ascensor, ahora que se que no vino a verme, he perdido toda motivación a hablar.

Nonna— hago mi llamado al entrar.

Ella está sentada en el sillón con las piernas estiradas y un libro sobre su regazo. Coloca sus lentes de lectura sobre su cabeza, y luego nos da una mirada. En su rostro aparece una sonrisa.

—Nathaniel— dice alzándose del sofá.

Deja el libro con su separador marcado sobre la mesilla y veo a Nate pasar por mi lado hasta estrecharla en sus brazos. No veo a Sky por aquí.

—Hola abu— lo escucho decir.

Para él también era una abuela, nos vio crecer. Y se ha ganado el cariño de cada uno. Desde ese punto no me extraña que lo llamara.

—Te has puesto más apuesto— dice agarrando de sus mejillas. Camino un poco, solo para ver la sonrisa pequeña que aparece en sus labios. La que hace mucho no veía en el.

—Y tu más linda— mi abuela le hace un gesto, como si eso fuera una barbaridad.

—Que no te dije que eran malo las mentiras— bromea ella. Luego me mira. —¿Se los enseñé verdad?

Abro los ojos, sin saber que decir solo me limito a sonreír en un intento de risa. Nate me da una mirada que me pone nerviosa, su seriedad a vuelto a él. Nonna lo ve.

—Sky me dijo que fueras a verla cuando llegaras— me da el aviso.

Si esa era su manera de decirme, sal de aquí, lo entendí. De igual forma que me di cuenta que lo había llamado para hablar con él. A solas.

—Ok—mi respuesta suena en parte con duda. Echada de mi propio hogar, quien lo diría, salgo y tocó la puerta de Sky.

—Llegaste pronto— es lo primero que dice al verme.

¿Porque pensaban que demoraría tanto?

—Solo fui a pagar una fianza— dije dejándome caer en su cama.

CUANDO TE VUELVA A VER [AMORES #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora