Capítulo 14: Gelato

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Después de ver la ridícula pelea de los hombres vestidos de rojo llego al fin al estacionamiento. Ubico a Robert y ambos salimos en una moto que rentó

Emprendimos el viaje y...

-

¿Seguro que es por aquí?

- Si, la última vez que estuvimos aquí, fuimos a una heladería cerca de aquí

- Yo digo que no recuerdas dónde es

- Tu confía en mí. Mi instinto me dice que estamos cerca - Dice con seguridad Robert

- Bueno pues dile a tu instinto que estamos dando círculos. ¡Ya pasamos esa calle 5 veces!

- ¡Por el amor a Senna! ¡No seas exagerada (t/n)! - se empieza a reír - Llevamos apenas 4 veces

- Mejor para, deja busco en Google algún lugar cerca de aquí - Saco mi celular del bolsillo y empi Zo a buscar heladeras

- Si, mejor - Contesta mientras frena

- ¡Mira! Creo que ya encontré la heladería que me decías - le muestro mi celular - Creo que estamos a menos de 5 minutos, debemos dar vuelta en la siguiente calle

- ¡Si es! ¿Ves? no andaba tan perdido - dice como si hubiera triunfante

Al llegar al lugar, Robert estacionó la moto enfrente del local, el cual era un poco pequeño. La heladería estaba cubierto por maderas pintadas de blanco, el mostrado prácticamente utilizaba casi todo el espacio y dentro de este habían un montón de sabores, desde los más comunes como fresa, chocolate o vainilla, hasta algunos un poco más exóticos como los de tiramisú.

Robert pidió un Gelato de frutos rojos con doble chocolate y yo uno de tiramisú... Simplemente puedo decir que esta es una maravilla, dos de mis postres favoritos en uno

Nos tomamos fotos y estuvimos jugando con algunos filtros de Instagram. Estar con él ha sido muy divertido, hace mucho que no pasaba un rato así, además desde que inicio el mercado de pilotos me distancié un poco de mis amigos

- Entonces Haas ¿Eh? - pregunta el semi rubio

- Si, sólo este fin de semana - respondo  tratando de evitar el tema, quería distraerme, no pensar por un momento en automovilismo

- Pronto serán por varios más - responde, con su mano izquierda acaricia mi mano derecha, brindandome su apoyo y fuerzas - Aprovecha ésta oportunidad, sé que estoy lejos aún de acompañarte en Fórmula 1, pero tú, tú eres la indicada para ese asiento

- Gracias - le digo, él entiende muy bien la presión y vivir este modo de vida. Mis ojos lagrimean un poco por la felicidad y paz que me acaba de brindar

- No llores, todo estará bien - me sonríe - Pero ahora lo único que te debe importar en este momento es ... ¡Dame de tu Gelato! - grita mientras se avienta a mi, y trata de lamer mi helado

- ¡No! ¡Guácala! ¡Qué asco! - le quitó mi helado - ¡Aleja tus babas rusas de mi Gelato! - le digo y ambos reímos

Empezó a oscurecer y decidimos regresar al hotel. Robert dejó la moto en el estacionamiento y devolvió las llaves al recepcionista

Al despedirnos nos dimos un cálido abrazo

- Se que no la necesitas pero ¡Suerte! - me dijo cuando me abrazaba - Y por favor, por favor, por favor, cuídate mucho, no te arriesgues de más

- No lo haré, también suerte, y también cuídate mucho

De nueva cuenta camino hacia al elevador, y para mí sorpresa me vuelvo a encontrar al hombre que me aconsejó optar por ir con Haas

- Buenas noches - le digo

No recibo respuesta, creo que no me escuchó, no creo que me haya ignorado

Al tocar el botón del elevador, ambos lo hacemos al mismo tiempo, y fue ahí cuando reaccionó el austriaco

- Perdona, ando en las nubes - se disculpa - Buenas noches

- No hay problema, lo entiendo. Igualmente cuando tengo muchos pensamientos se me olvida que sigo existiendo

- Si... - hace una pausa y suelta un suspiro pesado - Existir - se queda pensando hasta que el timbre del ascensor lo regresa a la realidad - Oí que estarás este fin de semana con Haas, me alegro por ti, y por saber que tomaste una buena decisión

- Si, gracias. Al parecer Kevin no puede y pese a que está Fitipaldi ahí, decidieron darme una chance

- Que bien, Guenther es buen jefe, un poco pesado en su lenguaje y bromas, pero siempre puedes contar con él

- Sé que no debes ni puedes... Pero ¿podrías darme algún consejo? - lo miro hacia arriba tratando de ver su rostro

- No soy piloto, y no creo que te sirva un "no choques" o un "ve al 107%" - hace una pausa - Lo que he podido ver de Rosberg, Lewis e incluso Valtteri es, que antes de cada carrera no sólo entrenan sus reflejos, sino que también se relajan, lo principal es olvidarte de la existencia de todos y concentrarte en ti misma... También ayuda para los nervios

- ¿Has estado nervioso?

- Si, naturalmente, pero procuro no mostrarlos en cámara - me explica

- Yo esperaba un consejo del tipo "no frenes hasta que pase esto", pero lo que me dijiste ayuda mucho - me recargo en la pared del elevador

- Cambiando radicalmente de tema... De dónde vienes, digo te vi a lo lejos acompañada de ... - hace ademanes con las manos

- Con mi amigo, Robert es uno de mis mejores amigos - le respondo - Siempre estamos para apoyarnos, salir, para todo

- Pensé que era tu novio

- No, si de por sí tener amigos y competir sin dañar la amistad es difícil, imagínate una relación sentimental - doy un suspiro fuerte - Además, los pilotos no son la mejor opción para entregar tu corazón, el amor al automovilismo y el trabajo se interpone

- Ni que lo digas - dice y también se recarga en la pared del ascensor y se crea un espacio silencioso, el cual extrañamente no es incómodo

- Lo siento, por cierto

- ¿Por lo que pasó en lo que cambiaba el neumático? No hay problema

- No me refería a eso, más bien a lo que dije de los pilotos, digo tu esposa es ex - piloto - digo rápidamente - ¿Qué pasó? No recuerdo nada - digo un poco avergonzada

- No te preocupes, Susie... Es diferente a su manera y nos sirvió, pero yo soy el adicto al trabajo, no ella - mientras comenta eso observo que él mira al suelo - Y por lo de aquella vez... Créeme no pasó nada grave, sólo pusiste música demasiado alta para mí gusto en lo que cambiaba la llanta, aunque si le hiciera caso a un amigo, creo que debí disfrutar ese momento

Su voz suena melancólica y su rostro exprés felicidad, que tipo tan duro consigo mismo. Como sea estoy en mi piso y debo ir a mi habitación ahora

- Como siempre, es un gusto hablar contigo Toto

- Igual, espero verte más durante el transcurso del GP - dice al alzar su mano como despedida y se cierran las puertas

Riesgo en la PistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora