-Es el olor de nuestro Omega, si no quieres tomarlo en este momento es mejor que salgas de aquí antes que el olor se adentre más en tu nariz y me llegue directamente

-Nuestro Omega? Te refieres a Lan Zhan?

-Si, estás consciente de lo otro que te dije?

-Lan Zhan va a estar bien si se queda solo?

-No lo sé, los Omegas en celo a veces sufren por no estar con nadie

-Sufren? Cómo?

-Les da fiebre, dolor en sus partes y etc.

-...Qué pasaría si me quedo con Lan Zhan?

-Eso ya depende de ti, y si yo llego a tomar el control de mi

-...

Wei se adentró un poco más en la habitación viendo al Omega en su cama, tenía poca ropa encima y se agarraba el pecho mientras daba vueltas en su lugar, gemía en medio de jadeos tratando de buscar aire.

-Lan Zhan...-al instante de escuchar su voz se volteó asustado, al parecer no esperaba verlo ahí, después de todo le había dicho que saliera hasta tarde con tal de poder contenerse un poco-

-W-Wei Ying?! Q-Qué haces aquí...?-dijo cubriendo un poco su cuerpo, iba a tratar de sacar al chico del cuarto por al menos unas horas más-

-Lan Zhan... te duele?

-N-No tienes que p-preocuparte...

-Lan Zhan dime la verdad, te duele?

-...

-Quieres que te ayude?

El Omega bajó un poco la mirada para cerrar los ojos y descubrir su cuerpo, la sábana que tapaba su casi completa desnudez cayó al piso mientras él se levantaba de su lugar, sus feromonas que habían sido tratadas de ocultar por su dueño volvieron a salir llenando por completo la habitación.

Wei observó el cuerpo del menor en detalle, aquella túnicas que solía llevar cubrían por completo su fina figura, sus curvas eran suaves pero al mismo tiempo pronunciadas, su piel pálida le sentaba muy bien, se veía tan delicado que con siquiera pensar en rozarlo con su mano lo podría romper.

Lan Zhan con cuidado agarró la mano de Wei y le dio suaves besos por toda la palma, el mayor acercó su mano libre a la cintura del menor para empezar a contornearla, ambos conectaron sus miradas, una de ellas llena de lujuria y lágrimas a punto de ser derramadas, la otra un poco más calmada pero en casi la misma situación.

El menor se acercó más haciendo su olor aún más fuerte para tener al Alfa completamente a su disposición, desde que sintió que su celo iba a llegar había querido decírselo y pasarlo con él pero la vergüenza que sentiría al decir aquellas palabras era mayor a tener que soportar dos o tres días conteniendo su celo.

Su celo duraba alrededor de 2 a 4 días siempre y el dolor en casi todos los casos era insoportable pero nunca había hecho nada para "auto-complacerse" ya que creía en que su persona especial tenía que ser el primero en ayudarlo en aquella situación, ahora tenía a aquel antiguo Beta que ahora resultaba ser un Alfa con él dispuesto a ayudarlo.

Ambos acercaron sus rostros para darse un beso, primero calmado hasta que fue subiendo de nivel, el más bajo agarró el cuello del hombre enfrente de él para profundizar aún más el contacto, mientras el mayor agarró las caderas del chico de manera posesiva, lo levantó del piso haciendo que este enredara sus piernas en su cintura para que no se fuera a caer.

Llegaron a la cama y dejaron de besarse buscando aire, el Omega se soltó para caer boca arriba en la cama, las ropas que traía encima estaban apunto de caerse, el Alfa se puso encima de él para acariciar sus piernas y empezar un nuevo beso, el de ojos dorados puso sus manos en el pecho del hombre para empezar a desatar aquella cinta que hacía que la ropa se mantuviera en su lugar.

Mi vida después de morir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora