Su escritorio eran tan grande que un avión podría aterrizar en él y había un grupo de sofás a un lado y una mesa de conferencias al otro. Yoongi estaba mirando la pantalla de su ordenador, pero levantó la cabeza en cuanto lo oyó entrar.
-Un placer inesperado -le dijo, levantándose.
Estaba guapísimo, como siempre. Demasiado guapo. Lo había visto muchas veces con traje de chaqueta, de modo que no era nada nuevo. Tal vez el problema era que menos de doce horas antes habían estado en la cama, desnudos, durmiendo uno en brazos del otro. . . y que habían hecho el amor una vez más por la mañana.
-¿Todo bien, Tae? Estás muy pálido.
-Tú has pagado las matrículas ¿Verdad? Ni siquiera voy a preguntarte cómo sabías dónde estudiaban los chicos. . . imagino que te lo contaron ellos mismos.
Yoongi sonrió.
-Pensé que no ibas a preguntar.
-Esto no tiene gracia. No puedes hacerlo.
-¿No puedo ayudar a tus primas? Pensé que lo aprobarías. ¿No eres tú quien me dijo que lo lógico sería ser una buena persona y no contratarte a tí para fingir que lo soy?
-Hyung, ¿Por qué lo has hecho?
-Porque puedo hacerlo. ¿Tú eres el único que puede ser bueno?
-No te hagas el razonable ahora -protestó el menor-. Me haces sentir incómodo.
-No es eso lo que pretendo -dijo, poniéndose serio-. Sólo ha sido un cheque, que no tiene la menor importancia.
-Un cheque enorme. . . dos, en realidad -. El menor miró al rededor para comprobar que estaban solos-. Nos hemos acostado juntos, no puedes comprarme cosas.
Yoongi volvió a sonreír.
-La mayoría de las personas dirían lo contrario, que después del sexo empiezan los regalos.
-No se que clases de personas conoces tú, pero está claro que no son las mismas que yo conozco -replicó el menor enfadado-. Además tú y yo no estamos saliendo juntos. Tenemos un acuerdo y esto no es parte del acuerdo.
-¿Te estás quejando porque te doy más de lo que esperabas?
No. Le preocupaba que si de repente Yoongi empezaba a mostrarse como una buena persona, seguramente el no sería capaz de decirle adiós sin que le rompiera el corazón.
Esa era la verdad. Claro, ¿Cómo no se había dado cuenta antes? Yoongi era una fuerza de la naturaleza y el solo un chico normal. Él era rico, fuerte y poderoso. Se la había estado jugando dese el día que lo conoció.-Yo. . . no tenías que hacerlo Yoongi hyung.
-Pero quería hacerlo, Tae.
-Sí, bueno. . . reconozco que ahora las cosas serán más difíciles. Gracias.
Yoongi dió un paso adelante y tomó su cara entre las manos.
-¿Lo ves? No ha sido tan difícil, ¿No?
-No.
Yoongi iba a besarlo y Taehyung iba a dejar que lo hiciera. Ya era demaciado tarde para protegerse a sí mismo. Lo único que podía era rezar para no quedar totalmente destrozado cuando aquello terminase. Una prueba de fuerza, pensó. Una prueba de fuego.
Yoongi lo besó, de una manera que ya empezaba a ser familiar y Taehyung soltó las cartas, que cayeron al suelo, para echarle los brazos al cuello. Sentía tal pasión por su mayor. . . lo deseaba en aquel mismo instante. Sentía su erección dura y gruesa, contra su vientre. Sería tan difícil hacerlo allí, sobre el escritorio. Pero es despacho estaba lleno de ventanales sin cortinas y cualquier podría entrar y verlos. . .
Yoongi lo besó de nuevo antes de soltarlo.
-Un momento. . . tenemos que parar.
Tae asintió con la cabeza.
-Gracias por pagar las matrículas, me ayuda mucho, de verdad.
-De nada -sonrío, pasándole un brazo por su cintura para llevarlo a la puerta-. Mi tío Jiho quiere conocerte, por cierto.
-Tambien a mí me gustaría conocerlo.
-¿Que tal si cenamos juntos el domingo?
-Muy bien, eso me gustaría.
Le gustarían muchas cosas más, pensó mientras volvía al coche. Le gustaría que hubiese una oportunidad para los dos, por ejemplo. Aunque era un deseo tonto, pensó luego. Yoongi había dejado en claro lo que quería desde el principio y, por lo que el sabía, no era un hombre que cambiase de opinión sobre nada.
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.Después de despedir a Taehyung, Yoongi tuvo serias dificultades para concentrarse en el trabajo. El informe que estaba leyendo le parecía menos interesante y deseó ir tras el menor. Tal vez podrían pasar la tarde juntos. . . y la noche. Pero tenía reuniones a las que acudir e informes que estudiar, se dijo. Además, algo le decía que debía tener cuidado. No quería que Taehyung se hiciera iluciones porque no tenía intenciones de hacerle daño.
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•||SEDUCIDO POR EL MILLONARIO||• •|YOONTAE|•
RomanceA Min YoonGi, un poderoso hombre de negocios, no le gustaban los ultimátums, a menos que fuera él quién los diera. Pero la junta le estaba exigiendo que cambiara su dura imagen pública. Cuando conoció al dulce Kim TaeHyung, profesor de guardería, su...
•CAPÍTULO 13
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