"Hay tantas líneas que he cruzado sin tener perdón. Te diré la verdad, pero nunca te diré adiós" Daylight, Taylor Swift
《En los ojos dorados de la pequeña Diosa del Amanecer el Dios del Engaño terminará encantado.
Los errores del pasado pueden ma...
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Estaba ebria, los carroñeros decidieron ignorarla y seguir agrediendo al Dios que no lograba defenderse.
— ¡alto! – gritó la mujer — èl es mío, entonces tendrán que atacarme — dice apenas pudiendo caminar. Thor miraba sin entender mucho, bueno Thor estaba tan abrumado por el dolor de las pérdidas, las preocupaciones por su familia que no lograba ni siquiera defenderse — tendrán que enfrentarme — enfatizó la mujer.
— pero ya lo tenemos — responde el líder de los carroñeros burlándose.
— entonces yo los atacaré a ustedes.
— más comida — responde otro riendo escandalosamente, los extraños seres preparan sus armas listos para atacar a la mujer ebria.
Ella camina ante la mirada del Dios y golpea sus manos, las risas de sus adversarios se detienen cuando ven el armamento que la mujer tenía preparado, pues ella dispara matando a todos en segundos. Thor logra sacar la red que tenía encima y ve como el único sobreviviente corre para atacar a la mujer que con un puño lo hace volar.
— te lo agradezco — dice Thor.
La mujer le lanza un artefacto que se incrusta en el cuello del Dios que lo vuelve a electrocutar haciéndolo desmayar, no pretendía hablar con su presa del día, entonces lo arrastra hasta su nave con una sonrisa de victoria.
Thor despertó en la nave confundido, otra vez.
— recolectora 142, solicito audiencia con el jefe — escucha decir a la mujer — traigo algo muy especial.
— ¡¿Oye a dónde me llevas?! — exclamó, la mujer lo ignora — ¡contéstame! ¿A dónde me llevas? — ella hace una mueca — ¡soy Thor hijo de Odín, necesito regresar a Asgard!
— me disculpo con usted majestad — responde sarcástica la mujer haciendo que el aparato del cuello del Dios se encienda, El Dios cayó de nuevo desmayado.
Aurora había solicitado una reunión con Hela, después de tres días encerrada la Diosa Griega había decidido que era el momento de actuar.
Los guardias miraban tristes a la Diosa, ya que no podían ayudarla en mucho pero seguían fieles y darían la vida defendiéndola si la nueva reina intentaba dañarla.
Los Einherjar caminaban detrás de su atesorada princesa.
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