Lo que dijo me hace entrar en razón, no era consciente de que estuve en el hospital por cuatro meses... Carter pudo matarme ahí sin que nadie lo notara y tal vez Harrison no hizo lo mejor pero pensó en lo que podía pasar, aún así me preocupa que acabe mal por mi culpa.

- No era la manera...- Digo mirándolo a los ojos, hay furia en ellos.- Creo que deberíamos tomar distancia...

- ¿Distancia? ¿Por protegerte?- Pregunta incrédulo.- Blair entiende algo, por mucho que nos distanciamos seguiré cuidándote, seguiré protegiéndote aunque ya no seamos nada, daría mi vida y la de cada maldita persona en este mundo, con tal de que tú estés bien y eso no cambiará así te vayas a China para estar lejos de mí...- Dice soltando una risa carente de gracia.

- Harrison...

- No, Stella, no.

- Entiende.

- No lo haré, no puedo entenderte, ¿Quieres distancia? La tendrás pero nunca entenderé el motivo.- Dice cruzándose de brazos.

- No quiero distancia, solo no quiero que te pase algo por mi culpa.- Digo con cansancio, mi vista empieza a nublarse por las lágrimas.- No quiero perderte a ti también...- Mi voz se quiebra y siento como Harrison acorta la distancia entre los dos para abrazarme.

- No lo harás...- Susurra y deja un beso en mi frente, para luego poner su mandíbula en mi cabeza.- Estaré siempre contigo cariño.

- ¿Me lo prometes?- Digo limpiando los lágrimas, mientras me separó de el.

- Te lo prometo.- Dice y luego me besa, es un beso cargado de necesidad y furia, es brusco pero a la vez cariñoso...- Debemos descansar, mañana tienes la cita con el decano.- Dice una vez nos separamos, su voz sale entrecortada debido a su respiración agitada.

Hago caso omiso a lo que dijo y tiro de su sudadera para atraerlo a mi nuevamente, lo beso y esta vez solo hay pasión, nuestras bocas danzan a la par, retrocedo un par de pasos mientras jalo a Harrison de la sudadera para no romper nuestro beso hambriento, chocó con la madera de mi cama y una vez ahí me dejó caer jalando a Harrison conmigo. Este pone sus brazos a cada lado para evitar caerme encima. Suelto una risita al verlo inspeccionar que no me haya hecho daño cuando caímos en la cama, Harrison ve todo en orden y sin más vuelve a nuestra sesión de besos, besos hambrientos que nos dejan con ganas de más...

Y así transcurre nuestra noche y parte de la madrugada con besos y caricias...

Gruño al escuchar ese sonido tan frustrante de mi alarma, son las 6 de la mañana y yo solo he podido dormir tres horas, Harrison ya no está en la habitación, no hay rastro de él por ningún lado. Frunzo el ceño y tomo mi teléfono, hay una pequeña notita color rosa pegada en la pantalla.

"Nos vemos en un rato, traeré desayuno e iremos a la universidad juntos.

Atte: El psicópata enamorado, que te quiere con locura."

Sonrío como estúpida al leer el final de la nota.

¿Cómo este hombre puede ser tan cursi y lindo a la vez?

Suspiro y por fin apagó la bendita alarma que no dejaba de sonar, empezaba a plantearme lanzar mi teléfono por el balcón. Me levanto de la cama y me dirijo al baño para tomar una larga ducha mientras espero al psicópata.

Mientras me ducho pienso en lo que le dije a Harrison ayer de tomar distancia y lo que pasó después, no tomamos distancia, hicimos todo lo contrario. Río al recordar eso.

Salgo del baño con una toalla envolviendo mi cuerpo, me adentro a mi clóset y busco la ropa que me pondré hoy. Un jean negro, una camisa negra con cuadros rojos y mis Converse negros. Me alistó y decido maquillar un poco mi rostro por las grandes ojeras oscuras bajo mis ojos, solo me pongo un poco de corrector, un poco de blush, un brillo de labios rojo y salgo de mi habitación.

Bajo a la cocina por un poco de agua, y veo que hay otra notita pero esta es de color azul.

"Supongo que si ves esto es que ya estás listas y seguramente bajaste por agua... ¿Qué tal si vas a la sala?

Atte: El psicópata. ¿Quién más?"

Río por lo último que escribió, termino de tomar agua y dejó el vaso en la encimera, saldo se la cocina y me dirijo a la sala. Ahí esta el con su cabello húmedo y su vestimenta totalmente diferente a la de ayer... Su sonrisa arrogante aparece por su rostro, ruedo los ojos y reprimo una sonrisa.

- Guapa, como siempre...- Dice y me guiña un ojo, sonrió en forma de agradecimiento y siento mis mejillas arder.- Tengo que mostrarte algo...

- Tengo miedo...- Bromeó y esta vez es el el que rueda los ojos.- El decano sigue vivo, ¿No?

- Que chistosa.- Dice rodando los ojos.- Ven.- Da palmaditas al lado de el. Me acerco y tomo asiento, fijo mi mirada en el y espero a que hable.- ¿Estás lista?- Asiento dudosa y el sonríe. Empieza a quitarse la camisa y yo lo miro incrédula sin saber que hacer. Una vez se la quita puedo ver que tiene un tatuaje...

Dios mío...

Es a un costado de su cuerpo, en la parte de las costillas, dice:

"Mi espanta personas
S.B."

Mi boca se abre a más no poder y Harrison empieza a reír a carcajadas. No tengo palabras para describir lo que siento en este momento, es increíble y aún no soy capaz de entender porque lo ha hecho...

- ¿Te gustó?

-¡¿Estás loco?!- Es lo único que sale de mi boca.- Harrison esto es para siempre... ¿Cómo estás tan seguro que lo nuestro funcionará?

- Se que lo hará... Y aunque no funcione siempre serás parte de mi vida... Eres importante y quiero tenerte en mi vida y en mí piel de forma permanente...- Dice sonriendo y bueno yo... Yo estoy llorando para que voy a mentir.

- Dios mío... Te quiero, te quiero muchísimo loco psicópata.- Digo lanzándome en sus brazos, Harrison ríe y me abraza con fuerza.

- Algún día me tatuare todos los apodos que me has puesto.- Dice riendo.

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El gran engaño (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora