Capítulo 18: Antes de entrar a mi vida

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Me quedo viendo su pequeña sonrisa preguntándome cuándo comenzó a gustarme esta chica tan torpe.

No importa, mientras seas tú.

Casi lo olvido, con mi otra mano saco del bolsillo detrás de mi pantalón una carta que había escrito.

-Yo... Quería decirte algunas sobre mí, lo que hay aquí, debes leerlo cuando estés en casa -le indico mientras le doy la carta.

-¿Qué escribiste?

-Sólo leela cuando estés sola. Es vergonzoso.

Ella me da una sonrisa mientras asiente.

Entro a mi casa y dejo las llaves sobre la mesita que hay al lado del sofá

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Entro a mi casa y dejo las llaves sobre la mesita que hay al lado del sofá.

-Hola cielo ¿Cómo te fue? -me pregunta mi madre, indicando que me siente, acaba de llegar de su trabajo como mesera.

-Todo salió bien mamá, voy a seguir tu consejo -afirmo mientras me siento-. Sentir sin miedo.

-¡Me alegra mucho saber eso! Debes invitarla pronto a casa para una buena comida -sugiere, dándome un abrazo.

Mi madre estuvo alentandome a que me confesara desde que le dije que esa mocosa me gustaba, pero no quería hacerlo aún porque tenía miedo... Y porque soy un asco en eso.

-La invitaré pronto y gracias por ayudarme.

-Por supuesto, mi niño.

Me da un beso en la mejilla.

Mi madre se va a duchar y yo subo a mi habitación pensando en lo que escribí en la carta. Antes de que ella entrará completamente en mi vida quería que supiera sobre lo que no le he contado de mí.

Pero supongo que ya se ha dado cuenta que no soy de muchas palabras.

"Cuando era niño, mi abuelo, mi mamá y mi tío Kenny siempre íbamos a los campos, mi abuelo solía conducir la camioneta pero un día, tuvimos un accidente, mi madre salió por la ventana conmigo en sus brazos, Kenny estaba en un estado crítico y mi abuelo...murió.

Su muerte me dolió mucho porque él era como el padre que nunca tuve, siempre me alentaba y jugaba conmigo pero desde ese accidente sólo cosas malas comenzaron a suceder. Tuvimos que vender la casa para pagar los gastos del funeral y de mi tío Kenny en el hospital, perdí un año de estudio por eso.

Cuando creí que por fin podíamos tener estabilidad, mi tío comenzó a hacer cosas ilegales. Él me enseñó que debía ser fuerte y frío para enfrentar a todo el mundo, él dijo que era la única salida, no teníamos nada en la nueva casa, ni para comer. Así que comencé a acompañar a mi tío, y perdí otro año de estudio.

Mi madre estaba muy triste pero cuando aceptó la muerte de mi abuelo insistió en que estudiara, que mi abuelo siempre se esforzó para ver mi graduación y que aunque él no estuviera yo debía seguir estudiando. Tanto ella como mi tío Kenny comenzaron a trabajar. Pero él volvió con esa gente y bebía mucho por las noches.

El lado oculto de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora