—Tu falso embarazo seria una prueba de ello—sonrie—no se que deseas Victoria, si me dices todo esto para detener mis acciones estas equivocada, ya te lo dije, quiero verte destruida.

—Nunca fingí mi embarazo, estuve embarazada de su Diacono, pero esa es otra historia la cual no pienso contarte, estoy aquí para decirte que yo no mate a tus padres, mucho menos iba a matar al amor de mi vida, cuando por fin íbamos a ser felices.

Arrugo mi entrecejo y si antes estaba relajado, la tensión acaba de subir un nivel el cual me hace enderezar en mi silla.

—Diacono y yo después de años logramos perdonarnos—sonríe, limpia sus lágrimas y continua—nos íbamos a dar una oportunidad nuevamente de amarnos, porque se dio cuenta que nunca amo a tu madre, él la obligo solo por el poder que ella tenia al ser la heredera de los bancos Reed.

Me levanto por un poco de wiski tratando de asimilar las palabras de esta víbora, no puede ser verdad lo que me dice y me empino el vaso lleno que me trago completo.

—Le pedí el divorcio a mi esposo y esa tarde que tus padres llegaban de viaje, Diacono me prometió contarle a tu madre la verdad y exigirle separarse legalmente—sigo escuchando de espaldas, absorbiendo todo como una bala de cañón—pero mi error fue grave porque Cesar no iba a permitir perder nuevamente contra Dracco, ya que era novio de tu madre Samira.

—Entonces—pregunto queriendo saber hasta dónde quiere llegar.

—Siempre entre los cuatro existió esa rivalidad y odio ya que traicionamos nuestra amistad.

Solloza aumentando las ganas de tirarla por la ventana, me gustaría ver sus sexos regados en el piso, lastima que no tengo vena asesina

—Sin embargo, Diacono y yo nos amábamos con intensidad, el tiempo y las malas decisiones no pudieron acabar con el amor que nos teníamos de jóvenes, por lo tanto, quisimos volver a vivir nuestro amor y por eso Cesar lo mato.

—¿Es todo?

—Se que es difícil de creer, pero vengo a pedirte que te detengas, no quiero volver a padecer lo mismo que vivir con mi hija, después de perder a tu papa y Laura estuviera secuestrada fue morir lentamente, por eso vengo a pedirte una tregua, por el amor…

—Cállate zorra inmunda—dejo la copa en la mesa—si piensas que con enlodar la memoria de mi padre vas a conseguir que pare, estas muy equivocada—la tomo del brazo levantándola de mi silla—escucha bien Victoria que una cosa no cambia porque sea la historia que sea, mis padres están muertos y es por tu culpa al fin al cabo.

Sus ojos azules se abren en demasía asustada con mi reacción. Esta asustada pero el que venga a querer cambiar la idea que tengo de mis padres nunca se lo voy a perdonar.

—Eres una basura venir aquí y decirme que mi padre pensaba dejar a mi madre por ti—la suelto dejándola en la puerta—no me creas imbécil que nunca vi un hombre que amara mas a una mujer que mi padre a mi madre—le dejo claro—nunca fuiste, ni serás la elección de mi padre, amaba a mi madre y de eso fui testigo.

—Te juro Dracco que…

—Callete Victoria que ganas de matarte no me faltan—voy por su bolso y se lo arrojo a los pies—lárgate antes de que cambie de opinión.

—Te estas equivocando niño—lo recoge—igual que tu padre estas cometiendo un error.

—No, tu error fue venir a mi oficina, inventándote la peor historia del mundo para quedar como la victima que no eres, sos y serás una lastima de mujer que tuvo que inventar un embarazo para conseguir que mi padre se casara—se limpia las lágrimas—pero las cosas no te salieron como querías y los mandaste a matar después de humillarte una vez más, que te quede claro que mi padre moría por tu mejor amiga—le doy en el clavo—nunca te amo, por el contrario, por mi padre daba la vida.

PLACERES CULPOSOSWhere stories live. Discover now