Uriah asiente, dice que está de acuerdo conmigo, Jeanine es muy lista, pero también una cobarde. La idea de que Kang, el líder de Verdad, quiera hacer un trato con la bruja rubia, me da muy mala espina. No sé cómo puede ser tan estúpido, esa mujer no se va a rebajar por una facción como Verdad, más cuando casi acaba con toda Abnegación.

–Así que supongo que la verdadera pregunta es: si fuerais eruditos ¿qué diríais en esa reunión?– cuestiona Zeke cruzándose de brazos.

Todas las miradas se reparten entre Tris y yo, frunzo el ceño y les cuestiono que es lo que esperan de nosotras. Se excusan diciendo que somos Divergentes y que seguramente nosotras podamos llegar a pensar como unas eruditas. Ruedo los ojos y observo a Tris quien parece molesta al ver que dan todo por he hecho.

–También tenéis cerebros, usadlos por una vez– escupe la rubia.

–¡Pero no tenemos cerebros Divergentes especiales!– exclama Marlene, una osada amiga de Uriah y compañía, en la que confiamos –Venga, haced vuestra magia–

Mueve las manos de forma rara, como si de verdad fuera a pasar algo si usamos nuestros “cerebros Divergentes” como los ha llamado ella.

–No hay magia Divergente, Mar– le reprocha su amiga Lynn.

–Y, si la hubiera, no deberíamos consultarla– dice de repente Shauna, la hermana de Lynn,  haciéndome fruncir el ceño.

El hermano de Uriah le llama la atención, pero ella no se va a quedar callada. La chica tiene miedo de los Divergentes, tiene tal cantidad de cosas metidas en la cabeza, que no se fía de nosotros y nos lo hace notar. Se niega a creer que somos normales, según ella no somos leales a una facción y eso es intolerable. No tarda en desaparecer de nuestra vista muy molesta.

–En fin– comento rodando los ojos, no pienso darle importancia a una tontería así –El caso es que solo debemos usar la lógica. Kang irá con un grupo de guardias osados, la violencia no es una opción–

–Eris tiene razón– me apoya la rubia –Además, la persona a la que envíen a hablar con Kang no será un chaval erudito al azar, sino alguien importante–

–¿Veis? Por eso necesitamos que analicéis vosotras la situación– comenta Zeke – Si fuera yo, la mataría. Merecería la pena el riesgo–

Tris se queda pensativa durante un instante, parece estar intentando pensar como Jeanine. Yo no tengo que darle muchas vueltas, descifrar a la bruja rubia es fácil después de conocer la tan de cerca.

–Jeanine lo manipulará– dice tras unos segundos mi amiga, a lo que yo estoy de acuerdo.

–Jack Kang hará lo que sea para proteger a su facción, aunque suponga sacrificar a los Divergentes– me atrevo a decir, conozco bien a mi antiguo líder –O a los osados–

Comenzamos a mirarnos entre nosotros, hemos llegado a un punto de no retorno, no podemos quedarnos sin hacer nada.

–Necesitamos saber lo que se dice en esa reunión– murmura Tris algo tensa.

–Pues lo sabremos– anuncia Lynn haciéndome sonreír.

Mientras tengamos un equipo tan bueno como el que está ahora mismo aquí reunido, sé que Jeanine lo va a tener difícil, no podrá salirse con la suya.

(...)

Dejo escapar el aire cuando agarro la pistola que me tiende Uriah, vagos recuerdos de la muerte de Will acompañan a la extraña sensación de repulsión en mi estómago. Un escalofrío me recorre la espina dorsal, tengo que contenerme para no vomitar aquí mismo. Aún así, agarro el arma con fuerza y me obligo a ser fuerte. Después de todo, quiero ser útil, necesito ser útil.

ʀᴇᴅᴇɴᴄɪᴏ́ɴ / ᴇʀɪᴄDonde viven las historias. Descúbrelo ahora