🔥 Capítulo 8🔥
—Doctor, ¿Cómo vio a mi mamá? Dígame qué no tiene nada grave — le pregunto a Don Pepe, al verlo salir de la habitación de mi mamá.
—Nada grave, Clara, solo se le bajó la presión, eso sí, me gustaria recetarle unas vitaminas porque la veo muy débil—
—Lo que tú usted vea que le ayude a mi mamá — le pido.
Don Pepe me pasa la receta con el nombre de las vitaminas. Se despide de nosotros y le digo a Sandra que lo acompañe a la salida.
Me pasó una mano por mi cabello, frustrada, dejando la receta en una cajón.
¡Porque nos tenía que pasar esto! ¡Todo bien!
Cuando mi mamá se desmayo, no me fie ni un pelo así que fui a llamar a Don Pepe para que la revisará. Suficiente tenemos con esto, como para que mi mamá, se me enferme por esto.
Mañana en la mañana, iré temprano hablar con el supervisor, el amigo de mi papá nos podrá ayudar. Tiene que haber un error, no, nos pueden quitar la casa. Mi papá no nos pudo hacer esto, el sabía muy bien que la casa es un lo único bueno que tenemos.
De mi celular, le mando un mensaje a mi jefa para que me dé permiso para llegar un poco tarde, solo me tomara una hora en ir a resolver este asunto.
Sin pasado se media noche, necesito irme a mi cama, necesito tener fuerza para pelear por mi casa.
—Entonces, ¿Nos vamos a quedar en la calle?—
—Por supuesto que no ,Sandra, no lo voy a permitir, tiene que ver una equivocación—
—Ahí tiene escrito que papá debía mucho y como pago dio los papeles de la casa—
—Es mentira, mi papá, no haría una cosa así, el sabe que está casa es herencia familiar. —
—Es mucho dinero—
—Mañana me encargaré de esto— guardo el condenado papel. —Ya, olvidemos este feo asunto, hay que irnos a dormir, mañana tienes clases.—
—Ojala se resuelva— apaga la luz de la cocina para irse a su habitación.
Niego creer que mi papá haya hecho eso. El no.
Cierro los ojos , y con la palmas de mi mano me jalo de mi cabello, ¡maldición!
Sobre mi cadáver voy a dejar que el Banco me quite mi casa. Este es mi hogar.
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El Banco es un Edificio gigante, con muchas personas saliendo, entiendo y con muchos guardias cuidando la entrada. Cómo no, aquí se guarda muchísimo dinero.
Tomo una larga respiración, antes de entrar.
Son las 8 de la madrugada, mi jefa me dio el chance para mí retraso, lo bueno es que me dio tiempo de dejarle algo de comer a mi mamá, y pasad a dejar a la secundaria a Sandra. Lo hice en tiempo récord.
El aire frío del clima me hace estremecer, observo muchas personas con ropas elegantes, mis ojos buscan la sala de préstamos. Según el papel, decía que mi papá pidió una buena cantidad de dinero, que no paso después de 6 meses, y eso fue aumentando cada mes, por la falta de pago.
Mis pies se dirigen al lugar que está el señor Ramiro, el trabajo con mi papá, casa puedo sentir un poco de alivio.
—Señor Ramiro— le hablo para tener su atención. Levanta la mirada para verme.
—Clara— dice ajustándose las gafas.
Me apresuró en sentarme frente suyo. Un poco intimidada por su seriedad, me atrevo hablar.
—Buenos días, solo paso para aclarar que han cometido un error sobre esto — le pasó la hoja.
El señor Ramiro la comienza a leer, en silencio. Rayos, debí ponerme un suéter.
—Lo siento señorita, pero temo que no hay ningún error o equivocación, este papel está bien escrito.—
—Perdón, ¿Cómo que no es un .....— negué furiosa. —Me esta diciendo que mi papá le pido al Banco $100 pesos, y cada mes le fueron aumentando hasta que la deuda llego a los $600 pesos, tiene que estar bromeando— golpeé su escritorio.
—Asi se maneja esto Clara, tu padre nos pidió ese préstamo, y como a pago tiempo, se le subió la deuda y al morir, como el ya no puede pagar, era mejor que nos quedaramos con la casa—
—¡Pero la casa vale más, de lo que se debe!— exclamé con rabia.
—No podemos hacer nada. El Banco ahora es dueño de esa casa. Lo lamento.—
—Oh créame, yo lo lamento más, ¡Nos quedaremos en la calle! Tres indefensas mujeres — me levanté bruscamente.
—Eso debió pensarlo tu padre.— me lo dice tan frío como si le valería, bueno, no le importa, no va ser él el desalojado.
—Exacto, él, no nosotras.— al darme la vuelta su voz me detuvo.
—Solo tienes 7 días para que dejen la casa.— me tengo que aguantar las ganas de mostrar mi dedo grosero.
Salgo del maldito Banco enojada, furiosa, frustrada, desesperada.
Y ahora, ¿Quién me podrá ayudar?
Ya nada peor me puede pasar.
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Al iniciar mi trabajo en la cafetería, mi cabeza estaba hecha un lío , no me podía concentrar, en nada.
Quebré como cinco vasos, Joel tuvo que limpiar el desastre, tire muchas veces las charolas, menos mal que estaban vacías. Lili me tuvo que ayudar.
A cada rato me preguntaban qué si me sentía mal o lago parecido, solo me limitaba a decirles que me encontraba bien. Solo eran problemas.
Jose solo me veía con rareza, me dijo que parecía otra, no veía en mía la Clara radiante, alegre y positiva. Solo veía a una Clara perdida, confundida y torpe.
¡Hasta pálida estaba!
Lo bueno que la jefa no estaba, por qué si no, el buen regaño que me daría.
—Clara, dime la verdad, ¿Que tienes? Y no me salgas que con nada, te conozco mosca, cuéntame, si hay algo en qué te pueda ayudar.— tanto Lili como Joel y José se me acercan. Es la hora de nuestro descanso.
Suelto un suspiro lastimero, resignada al tener que contarles.
—El Banco nos quiere quitar la casa— le suelto y los tres sueltan jadeos.
—¡Pero! ¿Por qué?— me pregunta Joel alarmado.
—Según, mi papá les debía dinero y como para saber que algún día recibieran el dinero, les dio los papeles de la casa.—
—¿Es mucho lo que debe?— me abraza José.
—No, pero la casa vale más que la dichosa cantidad —
—Y si le pides un aumento o préstamo a la jefa, por ser por ti , tal vez si te lo dé — me recomienda Joel.
—Solo tenemos 7 días —
—¿Que piensas hacer?— me pasa una mano Lili por mi espalda.
—Aun no lo sé, pero tengo que pensar en algo rápido.— me recargo su hombro.
—Hija, si necesitas por el momento un lugar en el cual quedarte, tu mamá y tu hermana se pueden ir a mi casa, total vivo solo y tengo mucho espacio— me ofrece Jose un poco apenado.
—Si no tengo nada pensado, te tomaré la palabra José —le doy un apretón en su mano.
—Con nosotros también cuentas Clara, para eso estamos los amigos— sus palabras me reconfortan.
—Hay chicos, gracias, los quiero.—
—¡Abrazo grupal!— grita Joel para que los tres me den un mega abrazo.
Su cariño me dan más ánimos para no rendirme. Tengo que ver la manera de impedir que me quiten la casa o al final si nos tendrémos que ir con José.
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Un fuerte dolor cabeza tengo de tanto pensar en solucionar lo de la casa.
Solo quiero dormir.
En el trabajo al final me la pasé un poco mejor, por sus palabras de mis amigos.
Jose me dio un aventon a mi casa.
Entrando me fui directo a la cocina y en medio me tope con Sandra, con varios papeles.
—Y eso— me acerque para ver.
—Son el recibo de la luz, el gas, y estoy viendo que falta despensa— lo retiro lo dicho.
—Hay no— me masajeo las sien. —Vete tu a descansar, yo me encargo de esto—
—¿Segura? Si quieres te puedo ayudar—
—Gracias, pero tienes clases mañana, ve a descansar.— me siento yo para revisar las cuentas. —Por pasa a ver mi más si no necesita nada.—
—Esta bien—
—Por cierto, entre tantas cosas, olvide ir por ti—
—Doña Paty fue por mi, mi mamá la mando, y ella no sabe sobre los recibos—
—Hiciste bien, descansa— se va dejandome sola en mis lamentos.
Reviso la cantidad que es para pagar. Otra más a la lista que añadir.
—Que hago, que hago.— no quiero que mi madre sufra casi un infarto por culpa de esto.
Piensa Clara, piensa. Por más que me jalo mi cabello, me golpeó mi rostro no tengo ninguna idea.
—¡Ah!— me frustró. —¡Y ahora que......— cierro la boca de golpe.
En mi mente me llegan las palabras de Nathaniel. Su tarjeta, ¡Su tarjeta!
—¡Si cierto!— como loca la busco en mi bolsa. —¡Bingo!— la alzo para verla.
Tal vez el me pueda ayudar con mi problema. Es mi única opción buena. El tiene los recursos para ayudarme.
En el pequeño papel leo el número que tiene.
¿Llamar o no llamar?
¿Ir o no ir?
Estaré haciendo bien en pedirle su ayuda a Nathaniel Montenegro.
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Nota:
Si quieres saber cada cuando actualizo sígueme en mi instagram como @lucyquieen.
Para el siguiente capítulo va a estar un poco intenso más 😳.
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