Neovisa es la cadena televisiva más grande del país, pero tiene una ley muy marcada en su reglamento: "Nada de relaciones románticas en el trabajo". El presidente Kim despedirá a cualquiera que la rompa.
Pero los chismes corren rápido, y varios emp...
—Sí, pero ¿Quién te las envió? —Mark tenía los brazos cruzados, fue quien le contestó a Chenle como si fueran sus chocolates.
—¿Qué acaso estás celoso? ¿Tu esposa no te envía regalos donde dice que no te quiere perder? No tiene nada de malo enviar flores en un momento que no es especial... ¿O sí? —Donghyuck cargó su adorno y olisqueó los girasoles. —Son preciosos.
—No suelo enviarle adornos de flores a mi esposa. —Mark dijo con seriedad. —Ella sabe que lo que quiera lo puede comprar solo tomando mi tarjeta.
—Probablemente lo hace. —Haechan levantó los hombros. —Pero no hay como recibir un lindo adorno en la oficina y todos vean que te aman.
—¿Entonces sabes quién te lo envió? —Jaemin susurró. —Porque... Me da la impresión de que no fue tu pareja. ¿Tienes pareja? —Jaemin se quedó pensando.
—No tengo idea de quién lo envió. —Haechan sonrió. —¿Pueden mantenerlo en la recepción mientras salgo? —Miró a Chenle.
—Sí, pero eso te costará dos chocolates más. —Chenle negoció.
Haechan abrió la caja donde estaban acomodados los dulces y le entregó dos a Chenle y uno a Jaemin. Luego lo cerró y se los llevó en la mano, desapareciendo dentro del set de grabación. Mark se veía serio, seguramente porque no le habían dado ningún chocolate.
—Toma. —Chenle le ofreció uno. —Quita esa cara.
—Pensé que se había enviado las flores él mismo. —Mark hizo una mueca. —No puedo creer que alguien se las enviara.
—Ya lo dijimos, Donghyuck es muy guapo, no tiene nada de malo que alguien le de flores. —Murmuró. —Pero si se me hace extraño que dijera "ojalá tu alma gemela nunca te pierda", que miedo.
Mark suspiró. Por el momento no podía hacer nada salvo irse al estudio de grabación y esperar que ese admirador secreto no volviera a amenazar a Donghyuck nunca más.
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Más tarde, Taeyong bajó a la recepción porque estaba esperando a dos personas que quería hablar con el presidente Kim, iban a dejar su curriculum porque el padre de Doyoung quería que esa persona fuera contratada.
—¿Aún no llega? —preguntó Taeyong.
—No. —Chenle murmuró. —¿Cómo dijiste que se llamaba? —cuestionó.
—Chittaphon Leechaiyapornkul —Dijo Taeyong. —O Ten Lee, en resumen.
