El espía

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Estaba repiqueteando los dedos en mi estómago. Suspiré, frustrada; siempre será difícil pedir permiso a mi mamá. Vale, yo puedo, yo puedo.

Me paré del sofá para dirigirme al comedor, dónde se encontraba mi mamá.

Al llegar, arrastré una silla para sentarme y tía Elissa y mamá me miraron.

— Holi— hablé.

Mamá me entrecerró los ojos.

— ¿Te he dicho lo hermosa que te vez hoy, mami?

— ¿Qué quieres?

— ¿Puedo ir con Juliette?

— ¿A dónde?

— Es que me invitó a un picnic. Y quiero ir, porque es un terreno de sus padre que tiene un lago. Ándale, déjame ir. Porfis, ¿sí?

Mamá suspiró.

— Está bien.— dijo eso y mentalmente yo estaba haciendo el baile de la victoria... hasta que soltó lo último—. Pero te llevas a tu hermana.

— ¿Qué?

— Si quieres ir.

Y no dijo nada más sobre el tema. Maldita sea.

Me dirigí al cuarto de mi queridísima hermana y toqué su puerta. Me abrió mientras tecleaba en su teléfono.

— ¿Qué?— preguntó sin mirarme.

— Se dice mande, niña maleducada—me arrepentí de decir eso, ya que me sentí como una señora.— Es que mamá me dejó salir.

— ¿Y?— preguntó ella sin mirarme.

— Pero tienes que ir tú.

Ella, por primera vez, dirigió su vista a mí.

— Ah no. Yo ya tengo planes, no voy a ir contigo.

— Pero mamá sólo me deja ir si... ¿Espera mamá te dejó ir sola?

— Sí.

— ¿Y por qué a mí no?

— No lo sé, pregúntale a ella, no a mí.

Y se volvió a encerrar en su habitación. Me dirigí hacía el comedor, otra vez. Llegué y miré a mi mamá, con los brazos cruzados.

— ¿Por qué le dejas a Jessica ir sola con sus amigas y a mí no?— pregunté, enojada y confusa.

Mamá me miró.

— ¿Tú quién te crees para cuestionar mis decisiones?

— Tu hija— fruncí el seño.

— Y por eso mismo, yo soy tu madre y no tienes derecho a cuestionar mis decisiones.

Abrí la boca intentando decir algo, indignada

— Pero... ¡Jessica es menor que yo!

— Y es más responsable.

— ¿Responsable ella? Mamá, ella es la persona menos responsable de esta casa.

— Al menos ella no llega borracha a las tres de la mañana— apreté los labios.

— Porque es menor de edad.

— Te recuerdo que cuando llegaste así eras MENOR de edad. No porque ahora tengas 18 puedes hacer lo que quieras.

— No puedo hacer lo que quiera, pero al menos puedo salir con mis amigas. Tú decías que saliera más, ahora lo estoy haciendo.

— Sí, pero no era para llegar borracha.

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