—No—sus brazos volvieron a cruzarse antes de que su mirada acusatoria cayera sobre mi—yo te confié eso, y además, todo lo que pasó con Nerón, desde el inicio hasta la separación.

Tragué en seco, no soy bueno recordando detalles de las historias, mucho menos si tienen relación a sentimientos y esas cosas.

Pero por lo menos recuerdo lo importante.

Lea estaba enamorada de Nerón, una noche se dejaron llevar, y le aconsejé a ella que se confesara.

Sí, yo di un consejo de amor.

¿Sorprendente verdad?

Ambos después de un tiempo intentaron ser una pareja, y luego, repentinamente Lea me confesó estar confundida entre Nerón y alguien más.

Desde allí, Nerón decidió separarse de ella como interés amoroso, y solo ser amigos para no dañar la relación que ambos tenían desde hace años.

—Sí, y yo te confié mis sentimientos por Amaya.

—No es lo mismo, ¡todos sabían sobre eso!—se quejó, haciendo un puchero de una niña pequeña—y, en cambio, yo solo te lo conté a ti, a nadie más.

—¿Y eso qué?

—¡Pudiste decirme ese secreto a mí!

—Preferimos confesar eso cuando estuviesen todos juntos.

—Pero algunos ya sabían.

—¿Quiénes?

—Ya se lo habías contado a Amaya.

—Lea, es mi novia—aclaré—tú conoces a este Black, pero ella también conoció mi peor parte, ¿cómo se suponía que bee no conocería ese secreto primero?

—Es que...—me miró por unos segundos, y se detuvo, alzándose de hombros—tienes razón, reaccioné así por el susto, lo lamento.

—¿Segura?

—Si—fingió una sonrisa, y alzó su pulgar.

—Lea, no me mientas.

—¡Estoy bien!—se quejó entre risas, dándome un suave golpe en el hombro.

—Como digas.

—Ugh, idiota malhumorado.

—¿Ahora mezclas los insultos?

—¿Algún problema?—preguntó burlesca, y yo bufé, rodando mis ojos y dándole un empujón.

—¡Oye, idiota!—volvió a quejarse y me reí más fuerte, retrocediendo cuando la vi ponerse en posición de batalla—vamos, ven cobarde.

—Vaya, me aterras.

—¡Idiota, idiota, idiota!—repitió, intentando golpearme de broma mientras yo la esquivaba para burlarme de ella.

—¿Idiota?—una nueva voz se nos unió, y con una ligera sonrisa, me di vuelta para lograr ver a Amaya a unos metros nuestro.

Faceless Revenge ©Where stories live. Discover now