Aún no abro mis ojos, hay que esperar un poco más.

Todo se pone en un silencio hasta que se escucha que nuevamente entra Angela.

—Gregory me escuchas, Gregory. —me dice el doctor.

Comienzo a abrir mis ojos poco a poco. Veo a todos muy borroso, sus caras están demasiado demacradas.

Me miran con cariño y al mismo tiempo sonríen.

Hay dos doctores frente de mi.

Tomo aire antes de hablar —¿Qué les pasa?

—No se afectó el habla —dice uno de los doctores.

—Te encuentras bien. Mira es un detalle —Angela me acerca un llavero con una mini moto —¿Te gustó?

—¿Eso lo hiciste para burlarte de mí?

Borra su sonrisa —No, yo pensé qué sería algo bonito, creo que fue muy tonto de mi parte hacer esto.

—¿En dónde está mi leche tibia? —busco mi leche —Tiene que estar por aquí ¿En dónde está?

—¿Leche tibia? está diciendo tonterías —dice un doctor —La corteza frontal

—Pero no la tocamos —contesta otro.

—Cuando podré beberla, le pusieron un poco de miel —me cuesta un poco hablar.

—Tal vez por el sangrado.

—No sangraba tanto.

—Pero ¿Que está pasando? no entiendo absolutamente nada —dice mi mamá.

—Gregory como te sientes ¿nos puedes decir? —me dice un doctor.

—Yo estoy muy feliz —le sonrió — me siento tan lleno de alegría —hago una pausa —Y los colores y... los pájaros —imito a un pájaro —me hacen tan feliz.

—Su personalidad cambio pero ¿cómo? —me mira confundido el doctor más joven.

Sigo hablando —Todos ustedes son buenas personas, son mi familia —miro a cada uno de ellos con una sonrisa —Los bendigo, tengo muchas ganas de besar todas esas manos que estuvieron aquí conmigo. logrando un milagro en mi persona.

Hago una pausa. Y todos se quedan completamente callados mirándome.

—Y después verles las caras de idiotas —comienzo a reírme como un loco.

—Oye Gregory ¿estabas bromeando? —me dice mamá.

—No puedo creer que hayas estado bromeando. Es inaceptable que nos hagas esto, no me causo gracia. No fue divertido —me dice Angela.

—Bicho déjame ver eso ¿Puedo verlo? —me  entrega el llavero de mala gana —De ahora en adelante siempre lo tendré conmigo, es más seguro que una moto verdadera.

—Gregory está bien, volvió a la normalidad hizo una de sus bromas fatales —mi amigo brinca de alegría.

—Claro que lo estoy, no se iban a deshacer de mi tan fácilmente.

Los doctores nos dejan solos.

—A todo esto ¿Cuánto tiempo estuve en coma?

—¿Quieres la verdad?

Asiento con la cabeza.

—Nueve meses, prácticamente volviste a nacer hijo —me dice mamá.

—¿Qué? ¿Cómo que nueve meses?

—Si, nueve meses estuviste en esa cama, pensamos que tal vez ya no volverías a despertar. Pero mira aquí estás.

—Las cosas cambiarán nuevamente entre nosotros ¿Verdad? —le digo a Angela.

—No, si eso fuera así, no hubiera estado aquí día y noche cuidándote. Y te hubiera abandonado como una cobarde.

—Los dejaremos solos, creo que tienen que hablar de muchas cosas. —mamá, Carl y papá salen de la habitación, no sin antes depositar un beso en mi cabeza con delicadeza.

Angela se sienta a mi lado —Todo entre nosotros estará bien, esto hay que tomarlo como una lección. No volver a discutir por idioteces.

—Me parece justo —le sonrió —¿Cómo has sobrevivido sin mi?

—No ha sido facil, obviamente estaba acostumbrada a molestarte y de un día para otro ya no puede hacerlo.

—Ya me tienes de nuevo —le estiró mis brazos para poder abrazarla.

—Extrañaba tanto tus abrazos.

—Y yo los tuyos.

—Huriostegui, tuvo su merecido, seis años de cárcel y más aparte tiene una orden de alejamiento.

—¿Hablas enserio?

—¡Si! —chilla —Y todo gracias a ti, jirafa. No sé cómo agradecertelo.

—Volvemos a lo mismo, no agradezcas. Lo hice porque te amo, y se que eso te da mucha paz y tranquilidad.

—En verdad gracias, por otro lado. Tengo una nueva amiga.

—¿Nueva amiga? Con esa cara de amargada que te cargas, dudo mucho de tu nueva amiga.

—No es gracioso Greg.

—Bueno y ¿Quién es?

—Wendy ¿La recuerdas?

—Sí, la chica del Starbucks.

—Esa mera, digamos que nos encontramos en varias ocasiones aquí en el hospital porque tiene un amigo con autismo el cual viene a visitar todos los fines de semana.  Entonces ella pregunto que si todo estaba bien, le comenté lo que pasó contigo y bueno, ahora somos amigas.

—Me alegro bastante por ello. Sígueme poniendo al día.

Ella se acomoda mejor en la cama en donde yo me encuentro. Comienza a contar todo con detalle y yo me siento muy feliz de ello.

Después de todo, esta vida es hermosa.














𝔊𝔬𝔱𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔞𝔤𝔲𝔞 𝔡𝔲𝔩𝔠𝔢 [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora