CAPÍTULO 8: SAN VALENTÍN

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- ¿Cómo lo sabe? – olió el corazón, pero solo olía a chocolate y caramelo.

- Ni idea, pero es mejor hacerle caso al experto – le quitó la caja Harry al semigigante.

- A lo mejor es por su narizota – bromeó Neville, no sin antes comprobar que ya se había ido.

- A lo mejor es porque sabe de lo suyo – le defendió Harry algo molesto por ese comentario. Últimamente le pasaba bastante cada vez que se burlaban de él a sus espaldas o cuando decían cosas sin saber del pocimista.

- Vamos, Harry, no te pongas así – intentó restarle importancia a su broma – Como si él no se burlara de nosotros.

- Tengo que irme – respondió con un tono algo cortante mientras dejaba los regalos en la mesa de profesores con una nota para que cogieran lo que quisieran y se marchó dejando a Neville algo asombrado por esa actitud.

- ¿A qué viene eso? – torció un poco el rostro.

- Ya sabes como es Harry, no le gusta que hablen mal de sus amigos – Habló Hagrid cogiendo otro dulce y oliendo con cuidado por si de nuevo estaba "envenenado".

- ¿Severus su amigo? Si le amargó la existencia.

- Ya, pero él perdona, es su forma de ser – alzó los hombros el semigigante mientras tomaba un par de bombones más y se los ponía en los bolsillos de su chaqueta.

Harry estaba andando de camino a su clase de último año, todavía estaba de mal humor por el comentario de Neville y se le notaba por su forma de caminar y porque estaba tan centrado en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta de los alumnos que lo saludaban mientras caminaba hasta que una chica y un chico se pararon justo delante de él haciendo que parase en seco.

- Buenos días Ted y Beaty – saludó con una sonrisa que intentó fingir ante sus alumnos de segundo - ¿Necesitáis algo?

- Sí, ya sabe que somos los encargados del periódico del colegio – dijo el chico haciendo aparecer una vuela pluma que anotaba todo lo que oía.

- Más bien ayudantes -murmuró la chica

- Y nos gustaría saber si el gran Harry Potter, el profesor más querido y héroe, tendrá alguna cita para el baile de San Valentín este sábado, ¿tiene algo que declarar profesor?

Harry suspiró, creía que se había librado de ese tipo de prensa cuando entró en el colegio, pero parecía que por el momento seguiría siendo el punto de mira de la prensa del corazón. Él intentó sonreír de nuevo y poner su mejor cara para sus alumnos y solo negó.

- No, me temo que solo iré mañana al baile en calidad de profesor.

- Y dígame, profesor Potter, si no es indiscreción – sonrió de lado el chico que era el único que hablaba ya que la chica solo se aseguraba de que la vuela pluma hiciera su trabajo - ¿Si buscara a alguien sería chico o chica, o quizás le es indistinto?

- Ted, esa pregunta es muy personal – le murmuró su compañera.

- Mi tía siempre me ha dicho que tengo que preguntar de todo, es lo que quieren los lectores.

- ¿Por algún casual hablas de tu tía Rita Skeeter? – suspiró cansado de aquella mujer y de su sobrino que era un calco de ella en cuanto a actitud.

- ¡Claro! ¿Quién sino? – sonrió orgulloso mientras sonaba la campana anunciando las clases, salvado por la campana, y nunca mejor dicho.

- Os diré que ese aspecto de mi vida es privado y que, por educación y si eres un buen periodista de verdad, no se suele preguntar esas cosas. Tengo clase al igual que vosotros, así que, hasta luego – dijo intentando no parecer muy cortante, pero había preguntas que no le gustaba responder, y menos si luego eran para conocimiento público.

Cursed (Snarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora