— ¿Ya tienen todas sus cosas? —Preguntó la mujer alzando la vista a las escaleras con una sonrisa.
— ¡Sí mami! —Exclamaron ambos chicos al unísono.
— ¡Nuestras maletas están en la camioneta! —Habló esta vez el pequeño de la izquierda.
—Mis niños tan hermosos… —Su madre esbozó una sonrisa antes de asentir y dirigirse a su marido. — ¿Ya subiste lo demás?
— Sí amor. —Él asintió tomando unas últimas bolsas. — ¡Suban todos!
— ¡Casaaaa! —Exclamaron emocionados los pequeños volando a la camioneta agarrados de la mano.
Su madre rió y observó una última vez el departamento. Suspiró con nostalgia y tomó la última maleta antes de cerrar en silencio la puerta y atravesar la calle para llegar a la camioneta con su esposo y dos hermosos hijos.
— ¿Listos? —Preguntó su madre después de abrocharse el cinturón y observar con una sonrisa a sus dos hijos.
— ¡Listos! —Gritaron ambos emocionados apretando más fuerte sus manos.
Los padres de los niños se observaron con una gran sonrisa y se besaron con fuerza antes de acomodarse y que la camioneta arrancara. El chico a la izquierda que tenía el cabello rosa comenzó a sonreír emocionado y observó a su hermano junto a la ventana con un enorme brillo en los ojos.
— ¿Chimchim? —Llamó. — ¿Crees que la casa sea grande?
— ¡Enorme! —Exclamó su hermano zafándose para alzar ambos brazos y pasarlos de su cabellera rubia. — ¿Y te digo qué?
— ¿Qué? —Preguntó el chico de cabello rosa viéndolo con una hermosa sonrisa.
— ¡Que tendremos un jardín! —Exclamó el rubio. — ¡Y un gatito y un perrito!
El de cabello rosa comenzó a aplaudir emocionado. Su madre observó el camión de mudanzas por el retrovisor antes de girarse hacia sus pequeños.
— ¿Jimin? —Llamó, el de cabellera rubia la volteó a verla. — ¿Quieres que pasemos a la tienda de mascotas la próxima semana? Para ver cuándo muevo mí cita.
— ¡Próxima! —Exclamó él emocionado. — ¡Próxima, próxima, próxima!
— ¿Jimmy? —Ahora su madre observó al chico de cabello rosa. — ¿Tú corazón?
— ¡Próxima! —Gritó también. — ¡Quiero tener a malvavisco ya conmigo!
— ¿Malvavisco? —Jimin rió antes de verlo.
— Así llamaré a mi gatito. —Jimmy sonrió formando dos medias lunas con sus ojos. — ¿Tú cómo le pondrás al tuyo?
— Yo tendré un perrito. —Jimin sonrió de vuelta. —Lo llamaré… ¡manchas!
Su madre rió y dirigió la vista al frente nuevamente. Sobó la mano de su marido con dulzura y suspiró para acomodarse y dormirse profundamente. Había sido muy agotadora la mudanza pero agradecían la nueva casa que tenían, ¡sería magnifica para la familia que tendrían de cuatro y pronto de seis!
¡Sí, seis! La mujer llevaba cuatro meses de embarazo y dos retoños nuevos venían con ella. Fue completamente inesperado ya que ella no pensaba o creía tener más crías pero la vida estaba llena de sorpresas. No podían seguir en el departamento de dos cuartos en el que vivían.
Cuando eran los cuatro claro que se podían. Jimin y Jimmy eran sus dos únicos hijos, gemelos inseparables, Jimin siendo mayor por tres minutos que su hermano Jimmy. Ambos niños derrochaban ternura e inocencia a donde iban, vistiendo colores pastel y a veces algunas prendas femeninas. Sin embargo, ambos eran muy enérgicos y ruidosos estando juntos, sobre todo alegres y risueños, muy pero muy alegres y risueños.
Y ahora que ella había obtenido un aumento de sueldo y puesto fue enviada a Busán para trabajar en otra sede. Sabía que el trabajo sería pesado debido a su embarazo así que pidió trabajar en casa mientras sus otros dos retoños nacían. Su marido viajaba mucho así que le preocupaba que él no estuviera cuando los bebés nacieran, pero ya tenía dos hermosos niños de dieciocho años con ella, siendo sumamente felices.
— ¿Mami? —Llamó Jimmy. — ¿Ya sabes cómo llamarás a nuestros hermanitos?
— Aún no amor. —Habló su madre medio dormida. — Pero pronto se nos ocurrirá algo.
— ¡Peeero mami! —Jimin hizo un puchero. — Cuando les cantemos, ¿cómo nos referiremos a ellos?
— Ya tendremos unos nombres para ese entonces corazón. —Su madre bostezó un poco. —Ahora… solo queda dormir…
Su voz se apagó por completo hasta que respiró con suavidad. Jimin se recargó en el asiento y tomó inmediatamente la tibia mano de su hermano Jimmy. El chico de cabello rosa le sonrió y se zafó para alzar ambos manos a la altura de su pecho y dar una palmada.
Jimin comprendió su mensaje y se acomodó emocionado para igualmente posicionar las palmas de sus manos como su hermano. Ambos comenzaron a chocar sus palmas contrarias y dar un aplauso entre cada cambio.
—Jimin y Jimmy se fueron de paseo. —Comenzó a cantar Jimmy dando las palmadas con su hermano y los aplausos. — Contaron hasta diez mientras corrían por el bosque muy contentos. ¿Quién atrapó a quién primero?
— ¡Contaron uno para escapar del lobo hambriento! —Cantó esta vez Jimin mientras aceleraba el ritmo. — ¡Contaron dos para escapar del brujo gruñón!
— ¡Contaron tres al encontrar el divertido ciempiés! —Siguió esta vez Jimmy igualmente acelerando el ritmo igualmente, sus palmas chocaron con fuerza. — ¡Contaron cuatro y huyeron del murciélago malhumorado!
— ¡Contaron cinco y dieron un brinco! —Ambos dieron tres aplausos antes de volver a chocar. — ¡Contaron seis y se burlaron del ogro que le olían los pies! —Jimmy soltó una carcajada y cambió el movimiento, ahora chocando palmas de arriba abajo y palmeando.
— ¡Contaron siete y llegaron con sus parientes! —Dieron otras tres palmadas. — ¡Contaron ocho y regresaron con el ogro!
— ¡Contaron nueve y llegaron a su cuarto lleno de muebles! — Jimin observó atento a su hermano y entrecerró sus ojos. — ¡Y contaron diez y el primero que ría va a perder!
Inmediatamente ambos se callaron observándose fijamente con una seria expresión en el rostro. El silencio fue gélido entre ellos y usaron toda su fuerza de voluntad para no reírse viendo las extrañas expresiones faciales del otro. Jimmy mordió su mejilla interna y Jimin su lengua.
Se mantuvieron la mirada otros segundos hasta que ambos se comenzaron a poner rojos y apretaron sus labios e inflaron sus cachetes con dolor. Jimmy no aguantó más al ver a su hermano y explotó en sonoras carcajadas mientras agarraba su barriguita.
— ¡Perdiste! —Exclamó Jimin riendo y señalándolo.
— ¡Eso fue trampaaa! —Jimmy limpió sus pequeñas lágrimas aun riendo. — ¡Te veías tan chistoso Jimin!
— ¡Oye! —Jimin le sacó la lengua como todo un niño pequeño. — Tú también te veías muy bobo y no por eso me reí, no tienes que reírte.
Jimmy rió de nuevo y recibió un pequeño golpe en su cabeza por parte de su hermano mayor.
— ¡Ay! —Exclamó el chico de cabello rosa calmando su risa pero sin dejar de sonreír.
Jimin suspiró y se acomodó contra la ventanilla y se apoyó sobre ella. Sintió después el peso de su hermano sobre él y eso le hizo abrir un poco sus ojitos. La cabellera rosa de su hermano estaba sobre su hombro y sus manitas agarradas con suma ternura y delicadeza. Jimin se acomodó un poco junto a su hermano sobre él y poco a poco fue cerrando sus ojos. Sintió un apretón en su mano por parte de su hermano. Jimin se lo devolvió unos pequeños momentos después y ambos sonrieron con los ojos cerrados, una débil sonrisa formándose en sus labios.
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PRETTY PARK TWINS - yoonmin [LIBRO 1]
Fanfiction❝ Jimin y Jimmy eran dos lindos gemelos, y Yoongi el malhumorado chico que debía cuidarlos. Sin embargo, parece que la situación no siempre es dulce y acaramelada como parece. Los gemelos son especiales, y lentamente Yoongi se comienza a dar cuenta...