Era la época dorada de los negocios Internacionales en Corea del Sur, su mejor versión donde grandes empresarios viajaban y conocían nuevas culturas y formas de vida. Sim embargo, todo aquello llevaba molestia y angustia a los Alfistas empoderados...
-¿Cuál es tu nombre? -Preguntó el Alfa pasando como caricia por su muñeca dañada su dedo pulgar. -Yo soy YeonJun. -El Omega abrió su boca para responder, mas un grito los alarmó a ambos.
-¡SooBin! -El Omega volvió a querer huir, correr lejos, pero YeonJun lo detuvo reforzando su agarre con dulzura y colocándolo a su espalda. -¿Qué estás haciendo? -Preguntó el hombre que los alcanzó. -¡Suelta a mi hijo! -Exclamó, todo cuadrando en YeonJun cuando el Omega se abrazó con su mano libre a su camiseta en la espalda haciendo un puño de esta.
-¿Por qué la gente se empeña en hacer esto? -Preguntó retórico y airado. -¿Por qué si va a tener un hijo para hacerle daño, ponerle la mano encima o desgraciarle la vida simplemente no lo tienen? -El hombre Alfa ante él hinchó su pecho tocado su orgullo ante el descaro del Alfa menor.
-¡¿Cómo te atreves a decirme cómo debo criar a mi hijo?! -Exclamó rojo de furia. -¡Mocoso insolente...! -La retahíla de insultos y barbaridades que iban a venir después fueron cortadas por un simple gruñido gutural de YeonJun. Un gruñido potente y de dominancia que lastimosamente tuvo que enseñarse a poseer para cuidar de su familia en esa mierda de sociedad, él, el hijo más debil de los Jeon se convirtió el más fuerte de los Choi. Cuando el hombre se recompuso y quiso volver a hablar o devolver el gruñido, cuatro en acople sonaron a la espalda de YeonJun.
Un orgullo ser un Choi, un orgullo defenderse entre todos. Dos Omegas, uno de ellos un cachorro, un Alfa cachorro y una Beta interponiendose en su camino ante el poder de un Alfa como lo era YeonJun.
-SooBin viene conmigo. -Expuso no pudiendo saborear tanto como deseaba el nombre del Omega en sus labios. -No conozco su apellido, pero él a partir de hoy será Choi SooBin. -Los brazos delgados y temblorosos del nombrado rodearon la cintura marcada y el vientre musculoso del Alfa. -SooBin es mi Omega y, mientras él quiera, lo cuidaré con mi vida.
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-¿Entiendes que siempre llegamos tarde por tu culpa? -Preguntó molesto BeomGyu tirando de su mano entrelazada con su Alfa, sus hijos unos pasos más adelante dándole la razón.
-Ya cariño, sabes porque es. -BeomGyu se detuvo frente a la puerta de los juzgados y acunó con dulzura el rostro de su esposo.
TaeHyun había adquirido una manía, una costumbre triste y hermosa la vez, cada vez que se proponía salir de casa. Choi TaeHyun miraba al cielo, fuera día o noche, y hablaba a las estrellas estuvieran a la vista o no. TaeHyun pedía a su hermano JungKook, su Hyung Tae y su Hyung Jimin que cuidaran su camino fuera de casa y todos volvieran sanos y a salvo a esta.
-¿Vamos papás? -Preguntó su hijo Omega desde las puertas.
-Todos los tíos y primos están ya dentro, faltamos solo nosotros. -BeomGyu besó a su Alfa y este sonrió entrelazando sus dedos.
-Ya vamos cielo. -Así, con aquel apodo que extrañaba escuchar, TaeHyun se refería a sus hijos.
La familia Choi se abrazó tras la espera ansiosa en la que YeonJun recibió, como juez de la corte, la que fue la primera solicitud de la historia para poder hacer de forma legal una marcha, una huelga, un llamado al mundo, que exigiera los derechos de los Betas, de su sobrina/hermana Mia.
La Beta rubia como su padre Alfa, pero de ojos rasgados como su padre Omega y mente inteligente como su padre Beta; se abrazó a su Alfa y su Omega. Estas besando su rostro lleno de lágrimas por la emoción. A penas tenían dieciocho años, quedaba una muy larga lucha de la cual tal vez nunca verían el final, pero ellas tres estaban allí con el apoyo de sus familias y dispuestas a gritar al mundo que amar a dos personas a la vez no era un error, que los Betas no eran una desgracia y que si exitían era porque la luna los amaba tanto como ellos a ella.
Mia salió un segundo a la calle para tomar una profunda bocana de aire con el aroma del mar entrando por sus fosas nasales cuando tras la presentación en los tribunales fueron todos a comer a un pequeño restaurante del puerto. El aroma dulce y que tanto adoraba de su hermano mellizo llegó a él a la par que su cintura era rodeada y su cabeza se dejó caer sobre el hombro de Kai.
-Pá estaría orgulloso de ti. -Susurró Kai besando su rubio cabello.
-Papá, pá y papi están orgullosos de los dos; estoy segura. -Mia ahora fue quien lo besó en la mejilla.
Un pequeño ruido y un movimiento haciendo a ambos ver a su costado. Una pareja joven, aproximada a su edad, de un Alfa y una Omega reían mientras colocaban las sillas y mesas de metal de su heladería en el paseo de la playa. El alto Alfa besó a la pequeña Omega en su frente cuando esta dio caricias a un ligero vientre que no tendría más de dos meses.
-¿Crees que estamos haciendo bien Lucas? -Preguntó ella con la clara angustia en su voz.
-¿Estás dudando? -Preguntó él en cambio achicando sus ojos, ella negó rápidamente.
-No estoy dudando, no me importa qué sea mi hijo, yo lo quiero tener. -Habló ella decidida, el Alfa se acercó a rodear su cintura. -Lo que me preocupa es que tenga una vida complicada por simplemente ser lo que es...
-Yuqi. -Le interrumpió él dando caricias con su nariz a la pequeña de ella. -Que nuestro hijo sea Beta no es un error, eso no lo hace un monstruo. -La mujer asintió con lagrimas finas cayendo por sus pálidas mejillas. Mia no pudo evitar girar su cuerpo hacia ellos, llevando con ella el de su hermano, para ver a la pareja y hablarles.
-¿Cómo van a llamar a su bebé? -Preguntó dulce captando su atención, pareja los miró y sonrió en grande al notar el aroma relajante de la rubia.
-No sabemos aún si es chico o chica. -Respondió ella viendo a ambos hermanos.
-Y aún debemos aprender mucho sobre... -Dudó el Alfa. -Vosotros. -Kai sonrió relajando a la pareja. Ambos hermanos hablaron a la vez, por su conexión innata, regalando las primeras de apoyo, ayuda y bendiciones para la joven pareja.
-Lean el libro de los Betas por excelencia y, si su hijo es hombre, póngale el nombre real de su autor: Jeon JungKook.
🌧️✒️💄 FIN DE LOS FINES🌧️✒️💄
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Nota: Amo a YeonJun, amo que todo esté entrelazado en estas historias y espero amar la próxima y última de ellas. Nos leemos en No todo es trabajo del Beta; trataré de publicar el inicio este fin de semana si consigo organizar mis ideas en mi cabeza.
Gracias, gracias de todo corazón por siempre vuestro apoyo y cariño. Nunca os haréis a la idea de lo mucho que soy capaces de alegrar mis peores días y de lo valorada y valiosa que me siento. Se siente como si estuvierais orgullosas de mí y es algo que en este sentido no tengo. Gracias 💜
