-¡Jongseong!- El castaño se para de su silla, yendo hasta el alfa. Intenta tomar su rostro para ver de donde provenía la sangre pero el alto se aleja.
-Estoy bien. Sólo es un pequeño corte en la ceja.- se abre paso a donde está la olla de sopa. Gruñe al verla.
-¿Quieres cenar?- Ve al pelirubio asentir.
Jay va caminando fuera de la cocina mientras dice:
-Sírvelo. Iré al baño
Jungwon pone la sopa en otro plato hondo, haciendo que ahora la olla quede vacía. Rebusca entre los cajones un poco de pan que su madre le trajo por la tarde. Es dulce y algunos son de chocolate. También los pone en la mesa, y sirve el refresco de uvas. Jay vuelve, se ha cambiado la ropa y su moño luce más peinado. Se sienta y Jungwon lo imita, tomando su antiguo lugar.
-Y... ¿Cómo te pasó lo de la ceja?
Jongseong encoge sus hombros, decidido a no contestar.
-Okay.- dice Jungwon, jugando con la cuchara.
Ya no tiene hambre. Jay le da nervios, no sabe como tratarlo y eso le pone incómodo. Juega con la cuchara y la sopa de coditos, aburrido y sin saber que más decir o hacer. Estaba harto que todos los días sea lo mismo. Él iba a la escuela, sólo, porque el alfa se levantaba muy temprano y se iba. Por la tarde, cuando tenía algo de dinero, venía a su casa en camión. Descansaba un rato, luego se paraba a hacer sus tareas y preparar su almuerzo. Comía sólo. Para más tarde, casi las 7, hacía o salía a comprar lo que sería la cena. La mayoría de veces cenaba sólo, otras con Jongseong. Aunque era lo mismo, ya que el más alto no hablaba. A Jungwon le hartaba estar todo el día sólo.
-No juegues con la comida. Tienes 19, no 5. -la gruesa voz de Jongseong resuena, sacándolo de sus pensamientos.
El alfa toma un pan, lo parte y se da cuenta que es pegajoso y de dulce, así que lo deja en su lugar nuevamente.
-Éste pan no lo compraste tú.- dice, mirándolo por primera vez en toda la noche, o semana quizás.
-Eh, no. Mi mamá lo trajo.
-Yo no quiero que comas nada de lo que tu mamá te da. Para eso estoy yo, para mantenerte y darte de comer, con lo mucho o poco que tenga-
-Pero ella sólo queri-
-No importa, Jungwon. No vas a comer nada que no sea comprado con mi dinero
Y una vez terminada su cena, Jongseong deja todo en el lavatrastos y se va a tomar un baño. Jungwon suspira, parándose para lavar todo. Lo hace rápido y sin ganas. Odiaba que Jongseong sea así, era un pesado y orgulloso de lo peor. Seca sus manos, caminando con pesadez a la habitación. La única que había y la misma que compartía con el alfa.
-¿De qué lado vas a dormir hoy?- Jongseong entra, con un short colgando por sus caderas y secando su largo cabello con una toalla. -¿O prefieres que duerma en la sala? Estoy cansado y no quiero que molestes.
Los labios de Jungwon se tuercen. Con molestar se refería a estar acercándose a él, para sentir su calor. Porque lo necesita, su omega y su cachorro lloran por sentir al alfa pelinegro cerca.
-¡No! Digo, no. Duerme aquí. ¿Por favor?
Jongseong asiente, yendo al armario por una camiseta. Rebusca entre los cajones hasta encontrar una, y sin decir más se mete dentro de las sábanas.
-Cuando termines de hacer tus cosas apagas la luz, y no hagas ruido.- pone un brazo sobre sus ojos, tapando la claridad.
Aspira fuerte, sonriendo. Huele a Jongseong, mucho. Es totalmente masculino y muy fuerte. El olor de un auténtico alfa terco y obstinado. Jungwon se ríe -muy bajo- de su pensamiento.
-Jongseong...- le habla en un susurro. El alfa sólo gruñe en respuesta. -Jongseong
-¿Que mierda, Jungwon? Te dije que estaba cansado y que no fastidiaras.
-Lo sé, pero quiero pedirte algo
-¿Estás enfermo?
-Ah, no
-Entonces cállate y deja dormir.
-Estoy enfermo.
-Acabas de decir que no. No seas niño y duérmete.
-¡Pero quiero abrazarte!- Tapa su boca, sintiendo como la espalda de Jongseong se ponía rígida.
-... Ya que.- dice, aceptando.
Con morosidad, Jungwon se acerca a Jongseong, pasando un brazo por la cintura del otro. Él, junto con su omega, ronronean de gusto al sentir el olor y calor que el alfa les está dando. Huele a café amargo y un poco a humo de tabaco, se siente bien. Es un olor de protección. Jungwon cierra los ojos, aspirando una vez más, para recordarse de que estaba ahí, con su posible alfa.
Y Jongseong, él nunca va a aceptar que una sonrisa se atravesó por su rostro cuando sintió el, apenas hinchado vientre del omega, chocar con su dura espalda.
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Si ven algún error no duden en avisarme:)
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Ven aquí, y ámame
FanfictionA sus 19 años, Jungwon debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, Ya...