Paradies [✓]

15

—Hades, por favor. —dice jadeando.

—Pero que ansiosa. —murmuro a la vez que meto mis dedos por el borde de la tela tocando su humedad.

Hago círculos alrededor de su entrada, estoy aferrado al poco autocontrol que me queda, pues, estoy a nada de quitar la barrera que nos separa y hacer que grite de placer.

—Por favor. —suplica cuando saco mis dedos de su intimidad y los llevo a mi boca, saboreándola sin pudor, le gusta verme hacerlo. Su sabor me vuelve loco, no entiendo cómo, pero lo hace.

Me levanto de la cama y me dirijo a la bocina que tiene sobre su escritorio pongo a "Two Feet" para disimular los gemidos que soltara mi chica.

Vuelvo a la cama y bajo mi short deportivo, comienzo a subir y bajar mi mano sobre mi miembro frente a ella, liquido preseminal sale de la punta y sé que esto es como arrojarle gasolina al fuego que se encuentra en su interior pues sus deseosos orbes me lo confirman.

Su mano viaja a su entre pierna, se toca viendo como me toco creando una escena bastante lujuriosa, suelta jadeos acelerando sus movimientos a la vez que yo acelero los míos.

—Quítate la ropa. —demando.

Baja su short junto con sus bragas y por la luz de la luna que se cuela por el ventanal confirmo lo que ya sabía, están empapadas.

Ahora puedo ver como hace círculos en su botón de carne para luego deslizar los dedos a lo largo de su intimidad hasta llegar a su entrada donde mete dos de sus dedos, mueve sus caderas como si los estuviera montando y los a meter y saca en busca de su placer.

De su boca salen gemidos llenos de placer, su intimidad cada vez se moja más y al verla así; con la luz de la luna iluminándola entre sábanas blancas mismas que contrastan con su piel morena, mordiendo su labio inferior, tocándose sin pudor, soltando gemidos y jadeos llenos de placer, nuestras miradas conectadas, escuchando el ruido que hace la piel de sus dedos al chocar con su humedad, hace que suelte jadeos acelerando mis movimientos. Contemplarla es estimulante tanto como para correrme y eso lo que hago cuando veo como cae presa del orgasmo que la avasalla: su espalda de arquea, sus caderas se mueven erráticas, los movimientos de su mano se vuelven lentos y fuertes gemidos salen de su boca.

—Du machst mich verrückt —mi voz esta ronca.

"Me vuelves loco"

Voy a hasta ella besándola con urgencia y deseo, me acuesto y ella se sube encima de mí, comienza a rozarse contra mi miembro erecto, delante y atrás una y otra vez creando un delicioso bucle, llevo las manos a sus caderas acelerando sus movimientos, preso de las sensaciones que me avasallan.

—¡Hades! —gime cuando posiciona mi punzante erección en su entrada para luego bajar y quedarse quieta.

Tenso la mandíbula al sentir como su calor envuelve mi miembro, su carne me recibe envolviéndose a mi alrededor causándome placer.

Sube y baja apoyándose de mi pecho, va lento hace círculos y se refriega hacia delante y atrás, me apoyo en la cabecera y doy fuertes estocadas deleitándome con los suaves jadeos que estoy provocando.

—¡Más! —pide acelerando el subir y bajar de sus caderas.

—¿Te gusta? —pregunto aun cuando ya se la respuesta, meto uno de sus pezones a mi boca lo chupo y lamo, prendiéndome de él.

—Sí. —ver los gestos que hace causados por la satisfacción que esta sintiendo, es una jodida maravilla.

—Demuéstralo. —exijo dejando caer mi espalda en la cabecera para poder contemplarla.

Salta sobre mi erección presa del placer, con cada movimiento está más cerca de su orgasmo y lo siento cuando sus paredes se contraen contra mi pene. Sus uñas arañan mi pecho logrando que suelte un jadeo, sus manos viajan desde su abdomen hasta sus pechos los magrea y jala sus pezones, gime y sube las manos a su cabeza agarrando su cabello, se arquea un poco regalándome una vista espectacular.

Me monta como la diosa que es, a la cual le rendiré pleitesía por el resto de mi jodida existencia.

Arremeto con fuertes y certeras estocadas que la ponen a gemir mi nombre, estoy a nada de correrme y ella lo nota porque balancea sus caderas hacia delante y atrás una y otra vez, haciéndome tocar las nubes.

—¡Diana! —gimo preso del placer que causan sus movimientos.

Abrazo su cintura dando las estocadas finales ya que llegamos juntos al orgasmo entre respiraciones aceleradas, jadeos y "Lost The Game" de fondo.

—Eso fue... —murmura dejándose caer en mi pecho.

—Estupendo. —termino por ella a la vez que beso su frente.

—¿Repetimos? —propone mirándome con picardía y no puedo creer que todavía tenga energía.

—Liebe, me dejaste agotado. —rebelo.

—¿Premio o castigo?

—Ambas, es un premio que me encanta y un castigo al que soy adicto.

Salgo de su interior y la acuesto en la cama, rodeando su cintura con mis brazos y sus piernas con las mías.

—Duerme.

—Buenas noches, Hades.

—Buenas noches, cría.

—¿Hades?

—Mhm.

—Te quiero.

Mi pecho se hincha y una sonrisa toma mis labios.

—Yo más, liebe.

No sé cuánto tiempo pasa hasta que caigo dormido y entre sueños escucho una declaración que me hace querer explotar de felicidad. Esa declaración viene por parte de mi cría acompañada de un beso que deja en mis labios.

"Estoy enamorada de ti"

Las palabras salieron de su boca cargadas de miedo, y le haré ver que no tiene porque temer pues nunca la lastimaría pero eso se lo tengo que demostrar, no solo decirlo. Si supiera que estoy enamorado de ella, tanto como para dedicarle todos los atardeceres del mundo.

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¿Cuál será el pasado de Hades? lo descubriremos.

Ahora podemos entender más a Diana y sus ideas sobre el amor, pues ya conocimos a Javier (lo odio) pero lastimosamente existen personas como él.

Por el mal rato del capitulo anterior les he traído este, que en realidad no iba a ser sobre como "quemaban calorías" pero Hades tomo el control y me exigió escribirlo, y como pueden imaginar es muy difícil decirle que no a ese alemán de ojos grises.|

En fin, espero les este gustando la historia, no olviden tomar agua y escuchar a sus artistas favoritos<3