Avanzamos a velocidad vampírica hasta donde el bosque dejaba de rodearlo todo a nuestro alrededor, y un cielo despejado y pintado de colores rosas y naranjas (indicando el atardecer) nos dieron la bienvenida.
Nos detuvimos al instante y nos observamos entre nosotros durante escasos segundos, planteándonos nuestros siguientes movimientos.
—¿Estás listo?
La pregunta de Chan no implicaba que tuviera miedo por presentarse frente a una manada entera de hombres lobo, era más bien una manera de decir que pasara lo que pasara estaríamos siempre juntos.
—Vamos —le respondí, dando el primer paso al interior del claro.
🌕🌗🌑🌓🌕
No avanzamos más que unos pasos cuando vimos la gran casa de madera que había frente a nosotros. El habitáculo estaba dividido en dos pisos y decorada con grandes ventanales de los que colgaban sendas y frondosas enredaderas, camuflando la madera con9 sus hojas.
Frente al gran portón que hacía de entrada había recostados dos guardias de gran complexidad que no dudaron en pararse y adoptar una pose de lucha en cuanto nos vieron.
Chan y yo nos detuvimos cuando vimos que solo nos quedaban un par de metros hasta llegar a ellos. Alzamos las manos para que vieran que veníamos en son de paz y que no teníamos ninguna intención de empezar una batalla en la que, tanto mi mejor amigo como yo sabíamos, saldríamos perdiendo. No solo porque de seguro aparecerían más guerreros y nos superarían en número en tan solo un par de minutos, sino porque podrían expulsarnos del pueblo y eso era algo que ninguno de los dos podíamos permitirnos.
Winter Falls era el pueblo más remoto perdido en Canadá, pues así nos habíamos asegurado de ello cuando buscamos pueblos pequeños en el navegador web de nuestros teléfonos, y, por tanto, era el último sitio del planeta donde nuestro propio clan nos buscaría.
—¿Quiénes sois? —nos habló uno de los guardias enseñándonos los colmillos y cambiando el color de sus ojos por un amarillo brillante—. ¿Y cómo es posible que dos vampiros hayan encontrado la casa nuestra manada?
—No venimos a buscar pelea. Necesitamos hablar con vuestro Alpha —les explicó Chan amablemente.
Ambos guardias se miraron entre ellos. Estuvieron así por lo que parecieron un par de minutos, por lo que pensé que debían de estar hablando entre ellos mediante la conexión de sus lobos.
Cuando finalizaron el intercambio de miradas volvieron a enfocarla sobre nosotros.
—No penséis que podéis engañarnos. No vais a pasar de donde estáis y será mejor que volváis por donde habéis venido —respondió el otro guardia mientras que el primero asentía con la cabeza de acuerdo con sus palabras.
—Es urgente, de verdad necesitamos hablar con vuestro Alpha. Seis de los miembros de vuestra manada y su amiga están en peligro —trató de convencerlos Chan, pero los guardias no parecían estar muy por la labor de creer en nuestras palabras.
Estaba claro de que, cuando Chan nos ofreció como voluntarios para venir a avisar a su líder, no pensó en que tal vez nos pondrían pegas en cuanto se dieran cuenta de que éramos vampiros adentrados en su territorio.
Definitivamente había sido una mala idea venir hasta aquí.
Antes de que ninguno de nosotros pudiera decir nada más para tratar de convencerlos de que nos dejaran hablar con el Alpha, escuchamos pasos veloces que venían en nuestra dirección.
Chan y yo nos dimos la vuelta, alertas a quien pudiera aparecer, y nos encontramos con cinco lobos de ojos amarillos brillantes rodeándonos de forma amenazante. Sus colmillos estaban listos para desmembrarnos si se nos ocurría hacer un movimiento equivocado.
ESTÁS LEYENDO
Caminando entre lobos | Stray Kids | Primera parte
Fanfiction"-Porque, princesita, tus amigos son lo mismo que nosotros. Te han tenido engañada durante todos estos años -me susurró tan cerca, que podía sentir su aliento chocando en mi cara-. Y si no nos crees, tu misma podrás descubrirlo ya mismo." ...
Capítulo 30
Comenzar desde el principio