MI ADORADO TORMENTO

EL MOMENTO DE LA VERDAD

- Qué bueno mi amor, siempre me encanto verte en la tv

- Mira no sabía que eras mi fan, - dijo algo coqueto

- Es que a mi madre le encantan las telenovelas, y siempre te mirábamos juntas, le hubiera encantado conocerte, - expreso algo triste

- A mí también, pero ya no estes triste, - le acaricio la cara

- Tienes razón, hice almuerzo ¿tienes hambre?

- Si mucha, - le tomo sus labios en un beso

- Entonces ayúdame a poner la mesa en lo que yo sirvo, - comieron entre risas mientras Cesar le contaba sobre su nuevo proyecto.

Después de comer tomaron asiento en el balcón donde disfrutaron de la vista mientras tomaban una copa de vino. Hablaron de todo un poco, desde ellos hasta de todo lo que habían pasado para llegar a ese punto. Cesar comenzó a besar el cuello de Maura cosa que hacía que ella perdiera la razón, no supieron en qué momento pasaron del balcón a la habitación.

Esa noche hicieron el amor varias veces, vinieron a quedarse dormidos cerca de la madrugada. El ruido del incesante toque de la puerta despertó a Maura, esta se levantó con cuidado para no despertar a Cesar y fue a abrir. Cuando abrió la puerta se encontró con una muy enojada Vivian, la cual la abofeteo sin más y entro como pedro por su casa.

- Maldita perra, eso te pasa por meterte con lo mío, - le grito a todo pulmón, Maura no se quedó quieta y le devolvió el golpe

- Y esta es para que aprendas a respetar, quien te crees que eres para venir a golpearme a mi propia casa, - le hablo Maura enojada

- Soy la mujer a la que le robaste el marido, - Maura rio irónicamente

- No me hagas reír, yo no te he quitado a nadie, en todo caso lo perdiste tu en el momento que decidiste ponerle los cachos, - Vivian se quedó sin habla

- Que haces aquí Vivian, que no te quedo claro que no quería volver a verte, - le expreso Cesar que llegaba en ese momento

- Vine a ver a la tipa por la cual me cambiaste, y déjame decirte que has caído muy bajo cariño

- Piensa lo que quieras me da igual, ¿estas bien mi vida?

- Si tranquilo, - le dio un beso en los labios cosa que enojo más a Vivian

- Malditos, pero les juro que me la van a pagar, - salió de ahí emputada dando un gran portazo

- Su hubiera sabido que besarte la haría irse, te hubiera besado antes, - ambos rieron

- Estas bien, no te hizo nada, - pregunto preocupado

- Tranquilo, toma mucho más que eso para hacerme daño, aunque si pega duro la señora, - se sobo la mejilla

- Y si lo sabre yo, - rieron los dos

- Amor hoy quiero ir al bar para hablar con Rómulo de una buena vez, ya quiero dejar de trabajar en el bar

- Te acompaño mi vida

- Te lo agradezco, pero no, esto tengo que hacerlo sola además recuerda que tienes cita en televisa de nuevo

- Ah si lo había olvidado, que sería de mi sin ti

- Nada, ahora al baño que vas tarde