¿Por qué? Das un paso y luego retrocedes dos. Me da rabia. No logro comprenderlo, ¿se trata de un juego?

—Pruébame. —Lo desafío con la mirada—. Dime qué es lo que pasa, porque no puedo entenderte si no me dices las cosas. No sabes lo que daría por estar en tu cabeza y saber qué estás pensando.

—Créeme, no es un lugar en el que quisieras estar.

No me gusta que hable de esa manera.

«Mereces más»

«Te quiero a ti»

«No lo digas así»

«Te deseo»

«No deberías».

—Yo no quiero... —murmura JJ— perder mi tranquilidad.

Algo se quiebra dentro de mí.

—¿Y cómo debería interpretar eso? ¿Estás diciendo que soy una persona difícil? —Me levanto en forma abrupta de la cama, sosteniéndole la mirada.

—No, para nada. Pero cuando se está con alguien eventualmente llegan los problemas. Conoces en profundidad a la persona, a la persona real, ves sus defectos y...

—Ya conozco tus defectos, y tú los míos. Sé tú historia de vida.

Pasa una mano por su rostro, su mirada apagada me anticipa lo que está por decir.

—No sabes todo de mí.

Es efímero, fugaz, pero no puedo evitar que las asquerosas palabras de Bruno regresen a mi cabeza.

«Me parece tan extraño que alguien como tú, Naomi, esté saliendo con este sujeto. Si... ese incendio de hace seis años... Hay muchos comentarios interesantes entorno a él ¿Quieres escuchar lo que dicen de tu novio, Naomi?»

«Muchos sostienen que tu novio mató a su hermano cuando solo eran unos niños, y que su madre nunca pudo superarlo, que ese fue el motivo por el cual se quitó la vida.»

No. No te dejes confundir por un imbécil. Es Jonas, el muchacho que te regaló el libro que te hizo abrir tu cuenta de videos, el muchacho que lloró frente a ti sin importarle verse vulnerable ante una chica de en ese entonces, catorce años.

Lo conoces,

lo conoces.

«Siempre hueles a rosas. Me recuerda al jardín de mi casa.

a él le gustaban...»

—¿Qué es lo que no sé?

—No quiero hablar de eso, al menos no por ahora.

—¿No confías en mí?

—Sí lo hago, pero no quiero hablar sobre eso. Respétalo por favor.

—Sabes si en verdad lo que sucede es que no sientes nada por mí, entonces dilo y terminamos con esta conversación. ¿Crees que me haré problema?

EL SILENCIO ENTRE LOS DOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora