El amor con colmillos. ©

JŪ ICHI

Kakashi observó a la Omega cuando un movimiento rápido llamó su atención.

El Alfa negó sonriendo al verla engullendo un gran bol de ramen, últimamente era lo único que quería comer.

—A Naruto le gusta —Se defendía ella, y ni Kakashi ni Minato pensaban llevarle la contraria o aconsejarle comer otra cosa. Ellos apreciaban sus vidas y no querían saber de lo que era capaz la Habanera sangrienta.

Kakashi suspiró, todavía faltaban unas horas para el regreso de su Sensei.

El joven Alfa sacó de la nada el nuevo libro de Jiraiya-sama: "Icha Icha". La portada no era ni de cerca parecida a la de su primer libro, pero a Kakashi le gustaba su forma de escribir así que no le dio más vueltas.

Comenzó a leer la que sería su saga favorita de todos los tiempos.

°•.°•.°•.°•.

—Hey Obito, tienes visita —Kakashi anunció tras escuchar la puerta siendo tocada —. Adelante.

La puerta se abrió con un chirrido, Kakashi sonrió tras su máscara.

—Buenas tardes Mikoto-san —saludó Kakashi a la Uchiha, quien sostenía un pequeño bebé regordete en sus brazos.

—Igualmente Kakashi-kun —Sonrió ella, tomando asiento en la silla que el Alfa había dejado libre.

El pequeño cachorro abrió sus ojos entonces e hizo un puchero, a punto de romper a llorar.

La Omega lo meció suavemente para calmarlo, funcionó.

—No le gusta el hospital, creo que siente lo que ocurre aquí —susurró la morena mirando a Obito mientras mecía a su retoño —¿Hay alguna novedad?

Kakashi negó con resignación.

—Nada, Tsunade-sama sigue investigando qué puede estarle ocurriendo, pero no da con ninguna solución.

La Uchiha asintió con una mueca triste.

—Obito es un buen chico —Kakashi sonrió recordando como Obito recitaba sus hazañas ayudando ancianos.

—Lo es.

—Y como el buen chico que es despertará pronto, porque hay personas esperando por él —sentenció sonriendo.

Kakashi asintió.

—De todas formas, Mikoto-san, sobre la situación de Obito en el clan...

La Omega suspiró.

—Todavía no se han decidido, no sé qué puede llevarles tanto tiempo, ya va a ser un año desde que Obito volvió y no saben si expulsarlo del clan o no —El Alfa caminó por la habitación, ignorando las tarjetas para Obito de parte de sus compañeros.

—Todo por mi culpa —Se lamentó el albino.

—No es culpa tuya, Kakashi-kun, él hizo su elección y yo estoy de acuerdo con ella, realmente eres un excelente shinobi, el Sharingan está en buenas manos.

—Ojalá los jefes del clan pudieran verlo de la misma manera, Mikoto-san —La morena bufó.

—No me lo recuerdes, no puedo creer que mi marido dude entre expulsar o no a su propio sobrino —Se quejó la Uchiha -, es inaudito, sobre todo cuando Obito ya ha sufrido tanto.

Acarició con suavidad la mejilla marcada de su sobrino.

—Pobre Obito, no merece todo esto.

Kakashi estuvo de acuerdo.