- Vi que la jalaste por los pasillos hasta aquí y vine a ver qué pasaba - frunce el ceño intrigado - ¿Qué sucede? ¿Por qué la tratas así? - el rubio nos mira muy atento.
- ¿Quieres saber? - ella se acerca a él.
- Sí. Si es posible.
- Claro que es posible - trago saliva.
- ¡Paula no!
- ¡Paula sí! - gira a gritarme furiosa.
El miedo hace que la detenga y la toque insistentemente para agarrar lo que quiero e irme. Paula pone resistencia buscando alejarme de cualquier forma.
- ¡Eh, no la trates así! Tranquilo - Emilio nos separa y él me mira como que si me desconociera. No puedo acercarme, mientras él siga siendo el árbitro.
- Ten, Emilio. Mira cómo está destruyendo su futuro tu amiguito con esa mujer - incrédulo me contempla una vez que ve la imagen y vuelve a verla para reconfirmar.
Resoplo con las manos en mi cintura caminando nervioso por otro lado. Es imposible no sentirme descubierto cada día que respiro sabiendo que nuestro romance continúa y que más personas se suman a saber de ello obteniendo opiniones diferentes, pero esta vez sí vale la pena saber la opinión de mi mejor amigo y hermano, quien parece haberse ido lejos de aquí.
- ¿No es photoshop o sí? - por fin reacciona cogiendo la foto como si fuera una hoja en blanco sin validez - ¿Es real está foto, Gian? - otra pregunta al clavo y doy a sobrentender todo con mi mudez.
- Les presto mi habitación para que charlen. Emilio, hazlo entrar en razón, por favor - es enorme la abominación que tengo por ella - El portarretrato lo rompí. Era horrible - una vez dicho esto se larga y espero no verla cerca mío nunca más.
- Entonces no la protegías solo por trabajo o para que Ismael no la lastimara. La protegías porque... ¡estás enamorado de ella! - se colorea por el furor.
- ¡Cállate! - lo abordo con mis venas a punto de reventar.
- Si me pides que me calle es porque tienes miedo de las consecuencias que se te vendrán encima si esta familia se entera de esto.
- ¡Sé cuáles serían las consecuencias, Emilio! ¡Las conozco bien! - mi cabeza bombea.
- Entonces, ¿qué pasa? - pregunta desorientado - ¡Sabiendo lo que puedes perder estás haciendo tonterías! ¡¿La señorita Rubí, en serio?! - reniega y tomo asiento en uno de los muebles.
- Emilio, yo la amo - digo mirándolo a los ojos y niega alucinado.
- ¡¿Amar?! - grita - Tú...- me señala, pero luego se arrepiente. Creo que intenta calmarse colocando sus manos en su boca y volteándose. Paso una mano por mi cuello asfixiado y desamarro mi corbata - Yo sé que soy un idiota, un burlón, un imbécil que no piensa y todo lo que el mundo quiera, pero ¡TÚ NO! - regresa más sereno - ¿Por qué te fijaste justo en la hija de nuestro patrón? ¿Por qué? - de tanto que mueve las manos arruga también la foto.
- Nos elegimos y punto. No nos pueden culpar, ni tú, ni nadie.
- Y dime, ¿qué tengo que hacer? ¡¿Felicitarte acaso?! - echa chispas de nuevo por mi conducta.
- Soy un adulto y sé lo que hago.
- Sí, claro. Un adulto muy idiota. ¡Muy idiota! - no sé cuándo nos intercambiamos de papel.
- Entiendo que es difícil de asimilarlo, pero...- me interrumpe.
- Quiero saber una cosa más...y sin mentir - fija la tiniebla de su vista en mí.
ESTÁS LEYENDO
Solo quiero tu verdad
RomanceAl principio no me agradó mucho aquella noticia que hizo que mis planes se arruinaran en tan solo un día. Aquel hombre que me escogió para que sea su escolta era muy misterioso, no se parecía en nada con las otras personas con las que había trabajad...
Capítulo #63: La voy a cuidar
Comenzar desde el principio