Taehyung era consciente de eso, así como todos. Los primeros días de la semana de cortejo, los chismes y rumores salían como pan caliente. Él solía ser objetivo dentro de lo que cabía con sus críticas, pero era casi imposible si se basaba en sus gustos personales. No tenía problemas para resaltar las cualidades que la gente colectivamente entendía por repugnantes, pero a veces, a pesar de la decepción, sí hacía comentarios agradables si el alfa en cuestión no había sido tan malo. Se había mantenido en silencio respecto a Bogum hasta hoy, más que nada por el dolor que significaba, pero probablemente su reputación mejoraría un poco ahora que no había dicho nada negativo sobre su persona tras hablar con Haseul.

—Aunque ninguna de las dos parece afectarte a ti —comentó Taehyung sin detenerse a meditarlo. De inmediato agachó la cabeza, avergonzado de su comportamiento ante un alfa que no era cualquiera ni con el que era cercano, sin embargo, Jungkook no reaccionó ofendido como anticipó.

—Existen otros factores determinantes —contentó, alzándose de hombros.

El omega guardó silencio. Por supuesto que existían, había inferido que el poder del clan de Jungkook y sus dotes físicos eran influyentes a la hora de elegir, pero en su mente no se veían como razones suficientes. Se le hacía algo inverosímil que un omega decidido a entrar al clan Jeon y escalar en la jerarquía hubiese cambiado de opinión tras los seis meses de convivencia, eso solo podía indicar que el alfa debía ser insoportable a un nivel abrumador, pero, mientras hablaba con él, no percibía extrema arrogancia ni ninguna actitud problemática.

—¿Por qué aún no estás enlazado? —preguntó Taehyung sin rodeos luego de verificar que su hermano no estaba entre los equipos que ingresaban a la cancha para la primera ronda. Jungkook relamió sus labios y buscó la mirada de su acompañante.

—Por lo mismo que tú —exhaló y Taehyung ladeó el rostro unos grados, indicándole tácitamente que se explicara—. Simplemente aún no se da con una persona especial.

Eso no disipaba su incertidumbre, mas los gritos pronto empezaron a explotar en las gradas y sostener una conversación comoda en ese ambiente no era sencillo. Rendido, se dedicó a admirar el juego sin mucho entusiasmo, y eso que era una actividad que disfrutaba, pero su mente estaba ocupanda trabajando en otra cosa: el enigmático hombre a su costado. La primera partida se extendió por un buen tiempo en un constante tira y afloja, pero Taehyung encontró más interesante analizar las reacciones de Jungkook, que no eran muchas. Le dio la sensación de que mentalmente estaba organizando sus propias estrategias ante su ceño fruncido cada que un jugador hacía una mala movida. 

Distaba mucho del resto de alfas eufóricos que insultaban de lleno a los jóvenes que jugaban, omitiendo el hecho de que era probable que fuera la primera vez que lo hacían. Jungkook debía ser un buen líder a pesar de su edad, empático y dentro de sus cabales, no se dejaba llevar por la emoción popular a su alrededor. Le gustó.

—Hoseok se lo va a perder —dijo el Jeon cuando los vencedores fueron anunciados y los equipos se retiraron al puesto de primeros auxilios. Habría un lapso de espera antes de que entrara el siguiente par de equipos, por lo que podían retomar su plática.

Taehyung tomó una respiración honda, hablar seriamente no era lo que había tenido en mente en absoluto, su objetivo sí era obtener más información del tipo y coquetear un poco, pero de manera disimulada. No obstante, una cosa era cierta, ni Jungkook ni él tenían tiempo para desperdiciar. El omega necesitaba saber si sus sospechas desagradables eran verídicas o no para moverse al siguiente alfa llamativo, porque los días avanzaban y la semana se acababa.

—Así que... —murmuró, tratando de formular su pregunta—. En conclusion, ¿te intereso por mi "popularidad"?

—No es solo eso —rio Jungkook, como si hubiese dicho una estupidez—. Pero si quieres que sea honesto, dado que no nos conocemos, sí es superficial. —Taehyung cabeceó, no era diferente para él—. ¿Qué hay de ti? ¿Es que te impresioné o...?

indómito | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora