Lia Elizabeth Bernadotte una joven princesa quien a pesar de tener todo el peso de ser la próxima reina, pensará primero en los demás antes que ella, esto llevándola a conocer a una cierta persona totalmente diferente a ella.
Por otro lado Max Vers...
— asombrado — mencione mientras veía su cara de niño pequeño por un juguete nuevo.
— es la primera vez que estoy en Suecia así que supongo que mi rostro habla por mi — reí ante su cometario.
— no me queda más que darte la bienvenida al palacio y por supuesto a mi país — sonreí y este me dedico una linda sonrisa.
— gracias en serio Lia —
— no, gracias a ti por venir aquí, aún no es creíble que dejaste todo por estar conmigo —
De un momento a otro tomó mi mano delicadamente y me giré para levantar mi cabeza y verlo fijamente.
Aún uniendo nuestras manos yo estaba sin reaccionar, jamás había experimentado esto. Simplemente levante la vista para ver esos ojos azules.
Profundos como el mar, lindos como el cielo.
— realmente lo volvería a hacer y no lo dudaría, no me arrepiento de nada — su mano pasó delicadamente por mi cabello, hasta que una voz se escuchó.
— ¿ quien eres tú y qué haces con mi hermanita ? — mi hermano empujó levemente a Max mientras me abrazaba por los pies.
— es un amigo de tu hermana campeón — mi padre entró justo detrás y vi como Max se inclinó levemente realmente haciéndolo bien.
Tal vez había practicado para este momento o simplemente había intentado que esto saliera bien.
— Max, es bueno volver a verte campeón — mi padre estrecho la mano con el y este hizo lo mismo.
— lo mismo digo Majestad — pronuncio este mientras trataba de realizar una pequeña inclinación, la cual no era del todo necesaria
— ohhh no, no, me puedes decir Leonardo, somos amigos — su brazo paso por el hombro de Max y este sonrió para mirarme.
Después de aquella presentación Max señaló que estaría con Lia 5 días. Así que esta no rápidamente pensó en aquellos lugares para que el neerlandés conociera.
Se habían llevado sus maletas a su habitación y Lia lo guio dándole un rápido tour para evitar que se perdiera.
— hemos llegado, espero estés muy cómodo — abrí la puerta para que pasara y observara mejor.
La habitación era enorme, con un gran ventanal, closet, espejos era una habitación adecuada para un piloto.
— estaré más que cómodo en esta habitación, es enorme —
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Después de 2 días.
— ¿ estas listo para tu paseo turístico piloto ? —
— más que listo princesa — susurro para después guiñarme un ojo.
El primer día Lia llevo a Max a uno de los zoológicos más importantes de Suecia, incluyendo adentro de este un enorme acuario con tanta variedad de peces y animales que sorprendían.
