♡ Princesa Samantha de Valdenia ♡

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- El repostero, su majestad. Le hemos estado dando sugerencias y la verdad... no dice mucho. Creo que le damos miedo. - Contestó Carlota a la brevedad.

- Ya veo... Samantha, hija. Me informan que el príncipe Aldo ya está por llegar. ¿Me acompañas a recibirlo?

- Claro, te sigo.

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Madre e hija caminaron a las puertas del castillo mirando 2 carros negros acercándose hasta detenerse frente a ellas.

Del primer auto bajó el príncipe Aldo junto a otro chico más bajo que él. Samantha estaba confundida, pues estaba segura de no haberlo visto antes.

- Majestad, gracias por la invitación. - Dijo Aldo antes de voltear a ver a Samantha. 

- Princesa, es un gusto verla otra vez. - Le dijo besando su mano.

- Igualmente, su alteza. ¿Listo para otra visita al lago? - Preguntó la princesa.

- Cuando tú digas.

La verdad es que ellos 2 se llevaban muy bien, pues se conocían desde hace años. A Samantha le divertía mucho pasar tiempo con él, pero jamás consideraría tener algo más con él. Sólo la idea para ella era muy rara.

- ¿Y quién es él? - Mencionó mirando hacia el chico que venía cargando una maleta.

- Oh, el es Beto, mi primo. Espero que esté bien haberlo traído, sus padres están en un viaje importante. 

- No hay ningún problema. ¡Hola, Beto! - Dijo la princesa moviendo su mano.

- ¡Samantha! - Exclamó la reina al ver a su hija siendo informal.

- Perdón. Mucho gusto príncipe. 

- Un gusto princesa Samantha. Es usted muy bonita. - Dijo Beto.

- ¡Gracias! ya me caíste bien. - Dijo Rivers saludándolo con un apretón de manos.

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La reina se había encargado de acompañar a los príncipes adentro del castillo. Le indicó a Samantha quedarse para recibir al príncipe que llegaba en el segundo coche.

- ¡Pero qué hermosura contemplan mis ojos hoy! - Exclamó el príncipe en voz alta.

- Príncipe Roier, también te ves muy bien.

- No tanto como tú, princesa.

El príncipe se inclinó para tomar su mano y darle un beso sobre los nudillos, seguido de un beso en ambas mejillas. No desaprovechaba, pues Samantha bien sabía que él estaba interesado en ella desde hace tiempo.

- Dime ¿has pensado lo que te propuse? 

- Creo que no lo suficiente. No me presiones ¿si? - Contestó Samantha.

- Nunca. Esperaré lo que sea por ese "sí" tuyo.

La princesa suspiró. Lo que Roier le había propuesto era empezar oficialmente una relación. Se le había declarado hace 3 meses en una carta prometiéndole hacerla inmensamente feliz hasta que pasado el tiempo y tuvieran edad suficiente, contrajeran matrimonio. 

2 pensamientos habían cruzado la mente de Samantha aquella ocasión:

1. ¿Decir todo eso en una carta? Siendo príncipe ya habría de tener confianza para expresar aquello y más a ella que la conocía desde niños. Aunque siendo honestos, no sabría cuál habría sido su reacción si le hubiera dicho eso en su cara.

2. Su corazón se aceleraba por alguien más.

El príncipe le ofreció su brazo para entrar y ella sin dudar aceptó. Iban entrando cuando Roier se inclinó a su oído para decirle: 

+ QUE UNA AMISTAD - El Mariana x RiversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora