Capítulo 7. Presente

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Cuando me doy cuenta de que me la he quedado viendo durante unos segundos casi eternos parpadeo y me giro. Tomo la taza de café y bebo.

El líquido caliente pasa por mi garganta aumentando el calor de mi cuerpo. Cuando notó que Olivia pone una mano en mi pierna suelto un suspiro profundo y mi calor aumenta mucho más.

- ¿Que pasó? — me pregunta con preocupación por lo que le dije antes —

Dejo la taza en la mesa de nuevo y me echo para atrás.

- Ya sabes trabajo — lo dije tan casual que no me acordé del pequeño detalle que Olivia no sabía —

- Cierto, no me respondiste ayer. ¿Si eres agente porque vendes droga?

Inhalo aire y la miro.

- No soy agente, bueno algo por el estilo. Huimos de Marbella por unos problemas y yo al llegar aquí cambie de identidad.

Olivia frunce ligeramente el ceño con confusión.

- ¿Por qué solo tú cambiaste de identidad y por qué a un policía? Es más arriesgado.

- Bueno, le debía un favor a un gran amigo — sonrió al recordar a Gustabo — él era policía y aprovechamos que nos parecemos mucho para planear unas cosas.

Y es que, aunque no era exactamente lo que Gustabo quería, le vengaría por todo lo que su padre, si es que se le puede llamar así, le ocasionó.

- Muy amable de tu parte — sonrió —

Si supiera que está muerto y su asesino soy yo...

Aunque él lo quería, quería que yo le matara. ¿Eso me convierte en mala persona? Yo no quería hacerlo, solo quitarle un peso. Estará mejor ahora, en paz.

Olivia ve que mi ánimo deca un poco y sube su mano a mi cintura y aprieta a modo de consuelo.

- ¿Le ocurrió algo? — pregunta en un tono bajo —

- Murió, aunque sé que ahora será feliz — sonrio débilmente — no tenía una vida sencilla.

Ella se acerca y me abraza, pasando sus brazos por mis hombros. Por un momento me quedo quieto pero cuando reacciono le paso un brazo por su cintura.

Aunque me abraza para consolarme la calentura de mi cuerpo, que ya se había disipado por la conversación, vuelve.

Escondo mi cara en la curvatura de su cuello y oliqueo disimuladamente. Dios, que bien huele.

Rozo mi nariz haciendo un camino desde su cuello hasta su mandíbula.

Ella no se aparta, tampoco dice nada, aunque noto su respiración pesada.

Pero en ese momento, toda la magia que había, se evaporó cuandoi móvil enmepzo a sonar.

Molesto por la interrupción cojo el móvil y lo descuelgo mientras Olivia se aparta con las mejillas ligeramente sonrojadas.

- ¿Que? — respondo en un tono duro —

- ¿Así respondes a tu padre? — me tenso al instante y dirijo una mirada de reojo a Olivia. Ella está terminado su copa sin prestar atención — ¿Has obtenido algo?

- Nada, he preguntado pero nadie sabe absolutamente nada. Hay gente que dice que ya no viven aquí, nadie que esté implicado a esa organización quiero decir.

- Bueno, pues lo dejaremos de momento. Si se algo te aviso y tú igual, cualquier cosa comunicamelo.

- Si si... —la linea se queda un segumdo en un silencio ligeramente incómodo — Bueno adiós.

Cuelgo y guardo el teléfono en mi bolsillo.

- ¿Te tienes que irte? — me pregunta con un ligero tono de decepción —

No quieres que me vaya eh...

- No, es más me he librado del trabajo por un tiempo. Menos mal, es un estrés hacer de policía cuando no tienes ni la menor idea.

Olivia suelta una ligera risita.

- Al menos podrías haberte preparado más el papel ¿No? Igual te descubren.

Si el propio padre de Gustabo no se ha dado cuenta todavía de que no soy él no creo que lo haga nunca y menos por eso.

Lo pienso pero no digo.

- Pues si...

Mmm

Silencio incómodo.

- Bueno. Creo que ya va sie do hora de que me vaya se está haciendo

- ¿Quieres ver una peli? — me interrumpe antes de que pueda ponerme de pie y terminar la frase —

- Ah, vale —Ok... No me esperaba eso—

Nos dirigimos a la sala de cine y nos sentamos en la tercera fila de esta, básicamente la penúltima ya que tenía solo cuatro.

Los asientos eran sofás, muy cómodos pero sin reposabrazos ni nada. Así que podrías estar tumbado tranquilamente.

- ¿Que quieres ver? —me pregunta con el mando en la mano—

- Nose, ¿algo de superhéroes?

Muy bien Toni, esto podría ser una cita y tu aquí queriendo ver tíos con los calzoncillos fuera.

Pero para mi asombro Olivia y sonrió ampliamente y se le iluminó la mirada. Es tan hermosa.

- Vamos a ver Marvel, me encanta Iron Man, es de mis favoritos.

¿Iron Man? Lo siento por ser un inculto pero, que se supone que es, ¿Un hombre de acero?

Pero para que no se enfadara conmigo le sonreí dulcemente y asentí con la cabeza.

- Pues a ver una de Iron Man.

Ella toda ilusionada se dirigió hacia el pequeño bar con comida, cogió palomitas, puso una de las tres películas que al parecer tiene ese personaje y se acurruco a mí.

Acomoda su cabeza en mi hombro poniendo el cubo de palomitas en medio y yo aquí, más tieso que un palo.

A medida que va avanzando la película me doy cuenta de que no es tan mala, es más, me gusta.

Pero cuando llevamos una hora de peli noto como Olivia está demasiado quieta. Giro la cabeza y me la encuentro dormida. Sonrio sin poder evitarlo.

Aparto las palomitas y apoyo su cabeza en mi regazo con cuidado. Alcanzo una manta que estaba en el respaldo del sofá y la tapo con ella.

Dirijo mi atención de nuevo a la película. Cuando está termina dirijo una mirada a Olivia y veo que sigue dormida y que sin darme cuenta la estaba acariciando el pelo todo este tiempo.

Sin saber que hacer me pongo un poco cómodo y espero para ver si despierta. Pero nada y he de decir que el sueño me está ganando.

Sin poder evitarlo me duermo sentado en el sofá con la cabeza de Olivia en mi regazo.

Toni Gambino ~London~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora