-"Hey, Missa, nene ¿Cómo has estado?, ven, pasa y cuéntamelo en la sala"- Ambos pasaron su sala y tomaron asiento en el sofá, viéndose el uno al otro Missael empezó a hablar -"No han pasado muchas desde ayer reb, y creo que tenemos que hablar sobre eso"- Tomo aire y suspiro.

"Esto... No estoy seguro de qué paso exactamente, pero... ahh"- suspiro- "Mas bien si se que paso, y ese día el problema, pero no tiene por qué significar nada, si es lo que tu quieres"-. Noto que la nuez de Adán de Missa se eleva un poco mientras tragaba -"Nada tiene que cambiar, ¿de acuerdo? Podemos olvidarlo si quieres, no es gran cosa"- La preocupación se notaba mientras el pelinegro hablaba.

Antes de que la parte racional de su cerebro pueda tomar el control, deja a un lado lo que estaba pensando y tentativamente extiende su mano. Lo roza contra la rodilla de Missael y siente como si este contacto brillara como un relámpago que ilumina la habitación, el le amaba, tenia que tener el valor para afrontar sus sentimientos sin temer a represalias futuras, y el hecho que el amante de los esqueletos tomara el papel serio, hacia notar que esto era una situación mas que importante.

El pantalón y la pierna que siente, se siente cálida bajo sus manos. Reúne todo su coraje. -"No tiene que ser así, los sentimientos son mutuos, quiero ser tuyo, te amo"- , confiesa y baja la mirada. Lo deja reposar por un segundo antes de obligarse a sí mismo a mirar hacia el contrario de nuevo. -"¿Querrías ser mío también?, pertenecernos mutuamente, amarnos"- ve la tensión en missa disolverse. Una mano cálida y sólida se cierra alrededor de la suya y lo sujeta. -"Sí"- dice el contrario mientras ambos se ven a los ojos.

Algo que se siente tan bien no puede estar condenado. E incluso si lo fuera, él no podría decidirse a preocuparse. Su hogar, su destino, todo para lo que aspiró a ser o tener ya no existe, no mas, estaría dispuesto a perder toda riqueza solo por el bien de el de mascara de esqueleto. Todo cambió y él también. Si el profeta venia a despojarle de todo, lo haría sin problema, el hombre que ahora es, no tiene miedo a renunciar a su amor, afrontaría toda consecuencia con tal de permanecer juntos .

Se pone de pie y pone lo mas cerca más hasta que se arrodilla frente a su ahora pareja, en esta posición, le ve desde abajo, viéndole sentado ahi en su sofa; extiende la mano hasta que ambas manos sostienen las de Missa en las suyas. Su piel es asombrosamente suave. -"No sé qué habría hecho si no hubieras estado en la llegada de los nuevos" -.

Una sonrisa se extiende por su rostro. -" Sabes, normalmente soy un poco más difícil que esto para una relación, eres especial sin duda, al poco tiempo de conocerte, ya me tenias encantado, al ver tu sonrisa ya me tenias a tus pies"-.

-"¿Quieres decir que no debería haberme preocupado en absoluto?"- Missa pregunta, con una sonrisa y un audible tono de sorpresa y alegría.-"Bueno, el hecho de que cuando paso todo lo que paso ayer no me negué pudo ser un indicio ¿no crees?; añade el hecho de como te trato en comparación al resto"- dice inexpresivo y en tono burlón.

Missael resopla. -"Sí, definitivamente."- Mira a un lado y luego a Reborn. "Me alegro. Que me escuchaste, quiero decir. No estaba seguro de que acaparas, que tengo entendido que es la primera vez que sales con alguien, así que no mencioné el tema. Yo... yo no querría corromper esto... Nosotros... quiero decir lo que es esto, lo que ya tenemos. Pero en fin de cuentas también me gusta esto, es decir, te amo."-

-"Yo también."- aprieta con más fuerza las manos del pelinegro. -"También me gustas tú. Y es cierto yo nunca... yo nunca hice algo como esto antes. Realmente no."- mientras pronuncia esto missael le mira confundido y dice - "¿Por que no? No me digas que fue porque nunca ha habido nadie, no te lo creerías ni tu."- suspiro para contestar -" Mucho tiempo crei que no era prudente dejarse apegar demasiado a nadie. Compromete tu capacidad para tomar decisiones racionales. Pero nunca fui bueno separando al cien porciento los sentimientos, de todos modos, me alego que sea asi, llegaste tu a cambiarlo todo".-

EphemeralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora