Roger Taylor, muy en el fondo de su corazón sabía algo, tan al fondo que ni siquiera él podía ver. Le gustó la sensación de sentirse hermoso y deseado.
(***)
Para la bendición del rubio, mientras más pasaba el tiempo, más era olvidada por los parisinos la hermosa e inigualable Lady Taylor, pero eso no significaba que el fantasma de aquella mujer no lo persiguiera constantemente, pues cuando éste recordaba que se había vestido de damisela y, para rematar, fue cortejado, una rabia inmensa se posaba en su pecho y simplemente explotaba.
De hecho, el marqués había discutido varias veces con el Duque, cuestionándole en más de una ocasión por qué lo había dejado vestirse como una damisela, a lo que Frederick respondía "Amor, decidiste hacerme caso y no fuiste obligado, soy un simple cómplice de un deseo que salió desde el fondo de tu ser". Roger no respondía nada, porque sabía que su mejor amigo tenía razón.
Cuando sus discusiones se volvían mucho más densas y la dupla terminaba completamente molesta, Fred no podía controlar su lengua y le relataba a los caballeros que lo rodeaban algunas "vivencias y aventuras" que había tenido con Lady Taylor mientras lo visitaba, haciendo que el rubio le mandara miradas tan mortales que si fueran capaces de mandar a gente al otro mundo el Duque ya habría muerto sin la más mínima capacidad de reencarnar.
Todas estas aventuras no eran más que meros inventos por parte del pelinegro por razones más que obvias, pero no dejaban de sonar maravillosas en oídos de chismosos, soñadores e incluso de algún enamorado furtivo.
¿Y pueden adivinar quién era el más interesado en aquellos relatos? ¿Pueden adivinar quién era el enamorado?
Sí, el único parisino que no podía olvidar a aquella rubia despampanante: Lord May.
Aquel hombre siempre era el primero en la fila a la hora de escuchar alguna novedad de Lady Taylor, su enamorada de una noche.
Muchos creían que Brian se había obsesionado con la rubia, pues la había conocido por una noche y ya la consideraba el amor de su vida, pero él creía que ese sentimiento no era nada más que el amor más puro y sincero que había experimentado en toda su vida.
Brian juraba ante el cielo y la tierra haber sentido una conexión especial.
Roger no podía sentirse más que enfermo cada vez que oía al Conde hablar de Lady Taylor, hacer declaraciones de amor o simplemente escuchar los suspiros que daba cuando Fred comenzaba con sus estúpidos, fantasiosos y falsos relatos sobre la hermosa damisela. Se ponía completamente pálido, sus manos temblaban y se pasaba la lengua por los labios más de lo normal debido a que estos se secaban con demasiada facilidad.
No olvidemos mencionar que sentía que su estómago se le revolvía como si tuviera un ejército de elefantes haciendo estragos ahí, o más como una tortuosa tempestad.
Él siempre le echaba la culpa al pánico y los nervios, ya que era la única explicación lógica que le encontraba a la nueva sensación que experimentaba su cuerpo.
El Duque decía que eran maripositas.
—¡Cómo van a ser mariposas en el estomago! idiota pusilánime —exclamaba el rubio ante esa declaración, golpeando el pecho del moreno con toda la fuerza que podía reunir—, él es mi mejor amigo... Hombre. Hombre y mi mejor amigo —el duque por lo general resoplaba cada vez que decía eso—. A parte, estoy completamente enamorado de Jeanne-Antoinette Poisson.
El pelinegro bufaba ante esa declaración, cada vez más fuerte y claro que la anterior.
—Claro, y yo no le he coqueteado a cada mesero que se me queda mirando.
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lady taylor ♡ maylor ❜ ✔️
Fanfiction𖤐 ₊˚. ❱❱❱ LADY TAYLOR a maylor fanfiction ! ˚ ༘ 🎨🖼️🎭 una fiesta de máscaras podría cambiar todo en la vida de lord taylor y lord may . . . ❜ . . . 𝒆𝒏 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 brian may se enamora de la misteriosa rubia que co...
chapter four
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