28/11/22

1 0 0
                                    


El día de hoy me prometí no volver a hablar sobre mis problemas con gente cercana. ¿Por qué? Porque no me lo merezco. Escribo esto a modo de prueba, a modo de diario de desahogo. Trataré de escribirlo de la forma más interesante o sincera posible, y quizás así alguien pueda identificarse. Antes quiero aclarar que en ningún momento pretendo romantizar ninguna condición ni ningún problema.

----------------------------------------------------------------------------------------

Hoy fue el supuesto suicidio de mi amigo. Llevaba días días hablándome de ello, despidiéndose, disculpándose..  El chico era víctima de abuso domestico, y en esos casos lo primero que se pierde es la lógica. En el fondo sabía que sin importar lo que le dijera o lo que hiciera, no iba a funcionar, pero no me sentí capaz de darle la espalda.  Habían soluciones, pero para cuando me di cuenta él ya estaba cerrado al suicidio, y nada se pudo hacer.  La última vez que hablé con él fue a las 12 PM (Hora actual: 7:11), y sigo como tonto creyendo que quizás solo es coincidencia.

No sé porqué tengo la certeza que no va a morir, pero también tengo la certeza que no va a volver. Muy honestamente, no sé si quiero que vuelva. Una parte de mí, inconscientemente, ya lo dio por muerto, pero la otra sabe que no va a morir. Quiero explicar bien lo de darlo por muerto, y es que en una especie de mecanismo d defensa, tiendo a dar por muertas a las personas que se que se irán antes de tiempo. Cuando comenzó a hablarme de su suicidio, ese era mi mayor miedo, y justo antier se cumplió. Quizás por eso no me destrozó completamente, o es la esperanza la que aún me mantiene.

Me molesta escuchar el audio de despedida que me dejó, lo detesto. Es una mezcla de enojo y tristeza.. Quizás es impotencia, ya que a pesar que traté y traté, no pude hacer nada. Lo que más me dijo fue "Vive". Y esas palabras me están atormentando como nunca. Soy una persona con tendencia suicida, y un par de intentos fallidos, por lo que eso es algo que me ha dicho varias veces. No sé porqué ahora tiene un peso semejante. Me aterra pensar que murió, y que quizás, esté viéndome desde algún lado, juzgándome y decepcionado de mí. Temo hacer cualquier cosa por si él me está viendo y me equivoco, o hago algo desagradable. No sentirme cómodo ni respirando me está haciendo mal. 

Me siento mal por no llorar ahora que probablemente se fue, pero al mismo tiempo sé que lloré todas mis lágrimas cuando aún estaba aquí, y que aún no asimilo que ya se fue. Justamente por esa falta de reacción ante tal situación, no merezco empatía ni preocupación por parte de mis cercanos. 

Me he prometido multiples veces no seguir hablando sobre mis problemas y sigo, pero ahora es enserio, y el día que vuelva a hablar será el día de mi suicidio. Aunque mi palabra no vale nada, ya que he perdido todo derecho a pedir credibilidad. Para bien o para mal, soy un buen mentiroso, y mi palabra para mí no vale nada, así que una promesa no es más que otro conjunto de palabras. Por eso mismo, trataré de ver eso como una meta, y no como promesa.

Nunca le prometí que seguiría viviendo, ni le dije nada al respecto. Mucho menos lo tengo como meta.

Antes el día era bueno, pero ahora siento que dentro de nada me va a empezar un ataque de ansiedad. Quiero destrozarme el brazo, o quiero simplemente dormir y no amanecer, hacerle compañía y saber que nada podrá reclamarme. 

Lo que menos quiero hacer ahora es trabajar, pero por el momento debo seguir. Más tarde quizás escriba más, o escribiré mañana. No prometo ser constante pero trataré.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 29, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

𝐏𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐚𝐠𝐮𝐚 𝐲 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐥Where stories live. Discover now