𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟐; 𝐀𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨

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—No quiero darle más problemas, Ali. Ya le debo muchísimo. —dice Stiles— Ha sido mi hermana y mi madre al mismo tiempo. Ha tenido que cuidar de mí y protegerme casi todo el tiempo. No quiero darle más trabajo. 

—¿Y si te entreno yo? —sugiere Alisha— Tu hermana también puede venir las veces que quiera, así no le darás más trabajo.

—Eso suena excelente. —sonríe Stiles— Me gustaría poder patearle el culo a Jackson algún día.


Alisha se ríe mientras ambos salen de la habitación y suben las escaleras hacía el piso principal. Tras un desayuno en el que abundan las tortitas, Stiles se vuelve a poner su ropa normal y guarda el pijama. Se despide de Alisha y se dirige de nuevo hacía su casa. Su padre vuelve a tener turno de noche y su hermana seguramente haya salido a correr, así que la casa está completamente sola. Stiles lo agradece un poco, porque en cuanto llega se tira en la cama aún con la ropa de calle y cae en un profundo sueño.  

🌻🌻🌻🌻


La respiración de Katherine se vuelve más pesada a medida que avanza corriendo por la reserva de Beacon Hills. Corre con más fuerza mientras sus cascos le permiten escuchar una canción de AC/DC. La camisa térmica le estorba por el calor que está sintiendo, así que se la quita y la amarra a su cintura, quedándose solo con el top deportivo. Los rayos de sol apenas cubren la reserva, por lo que las vistas son aún más bonitas. Ama correr temprano porque eso le permite ver como el sol nace poco a poco e inunda las calles con su brillante presencia. 

Sin saber cómo, acaba finalmente frente a la casa de los Hale. No sabe cómo ha pasado. Estaba corriendo sin rumbo fijo y de repente ya se encontraba frente a la casa de los Hale. Katherine escucha unos pasos, así que su oído presta toda su atención. Cuando nota que los pasos están lo suficientemente cerca de ella, decide tomar la rienda. Gira sobre su pierna derecha, mientras que la izquierda la levanta con todas sus fuerzas y golpea al sujeto en la cara. La patada va directa nada más y nada menos que a la cara de Derek Hale.


—¡Oh dios mío! —exclama Katherine, tapándose la boca— No sabía que eras tú, Derek. De verdad, lo siento muchísimo.

—No pasa nada, tranquila. —sonríe Derek, limpiando un poco de sangre que cae de su nariz— Pronto estaré bien.

—Olvidaba que eres un hombre lobo. —dice Katherine, poniendo los ojos en blanco— ¿Que te trae por aquí?

—Estaba dando una vuelta, asegurándome de que el alfa no le esté haciendo daño a nadie. —responde Derek, poniéndose junto a ella— Además, me aseguraba que no te pase nada, claramente.

—¿Tanto te preocuparía que el alfa despedazase a la chica que te metió en la cárcel? —bromea Katherine, sonriéndole—

—No te limitas solo a eso, Kattie. Eres hermana e hija de alguien, además de amiga de muchos. —comenta Derek, mirándola— No me gustaría verlos llorar tu muerte. 

—¿Tu lo harías, Derek? —pregunta Katherine, mirando los ojos verdes de su acompañante— ¿Llorarías mi muerte?

—Claro que lo haría. —responde Derek sin apenas dudarlo un segundo— Aunque no nos conocemos muchísimo, eres de esas personas que se clavan dentro de la gente muy rápido. 

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